Texto académico
Autor
Rodríguez, C. F. (2009). Diccionario de conectores y operadores del español. Arco/Libros.
PRÓLOGO
Este Diccionario de conectores y operadores del español constituye un reto para un lingüista. Es el fruto de muchos años de trabajo, de mucha reflexión y de una apuesta teórico-metodológica por una Gramática contextual que beba de las fuentes de la Pragmática. En la descripción de estas unidades se une lo más estrictamente lingüístico a lo considerado contextual, interactivo, intencional, pero desde un diseño coherente, riguroso, y que ha dado ya suficientes frutos en investigacionesanteriores.
Pretende ser un instrumento útil para conocer las instrucciones de empleo de estas "partículas", adverbios o expresiones que llenan nuestro discurso y que no tienen una referencia objetivable: un objeto, acción o cualidad. Nos abren los ojos ante todo lo que decimos y hacemos al hablar, ante todo lo que precisamos para construir coherentemente un discurso. Para un extranjero, supone encontrar todas esas unidades que le faltan cuando habla español y sin las que se siente incapaz de expresar lo que desea. Elementos de enlace, orientadores de la relación, manifestadores de la subjetividad, organizadores de la información..., en suma, elementos imprescindibles para comunicarse y que constituyen un paradigma extenso del español. Esta obra se verá completada con una segunda parte, que elabora Esperanza Alcaide, sobre las interjecciones, con lo que se cubre todo el sistema de partículas modales del español. Esta aparecerá próximamente.
Aprovecho para agradecer aquí su ayuda a todos los que han hecho posible este proyecto: los componentes de mi grupo de investigación, en especial a Auxiliadora Castillo, por el diseño de la base de datos y su paciencia ante mis consultas, a los alumnos internos que colaboraron en la búsqueda en el CREA, a mi familia, siempre presente, a todos los que me animaron a continuar, y también a los que me desanimaron, por el reto. Por último, a Arco/Libros y a Lidio Nieto mi enorme agradecimiento por acoger y apoyar este proyecto, y a Francisco Moreno, director de la colección, por sus consejos.
INTRODUCCIÓN
1. JUSTIFICACIÓN: POR QUÉ UN DICCIONARIO DE CONECTORES Y OPERADORES
El Diccionario de conectores y operadores del español es un proyecto que nació como fruto de mis estudios sobre conectores y partículas modales, los estudios de E. Alcaide sobre las interjecciones, de cuya tesis fui directora, y la actividad del grupo de investigación "Argumentación y persuasión en Lingüística", que creamos juntocon muchos alumnos entusiastas. Ellos ayudaron a buscar ejemplos para parte de estas entradas. Auxiliadora Castillo y Juan Manuel García Platero crearon la base de datos necesaria para poder organizar la información. A ellos doy especialmente las gracias.
Parte de su realización se llevó a cabo con una ayuda del Ministerio de Ciencia y Tecnología (proyecto I+D+I, BFF 2002-01628, 2002-2005) que nos permitió elaborar la primera parte de este diccionario. Surge, además, como respuesta a una necesidad en este campo de la investigación¹. Todos los que nos dedicamos a ella emprendimos la tarea de recopilar todo el material existente y sistematizarlo. Así, L. Santos en su Diccionario de partículas², A. Briz y su equipo en el Diccionario de partículas discursivas del español, accesible desde Internet³, la profesora Martín Zorraquino con su Diccionario de partículas modales, que elabora en Zaragoza, o los trabajos de N. Vázquez Veiga con su Diccionario de colocaciones y marcadores en español en La Coruña.
Es el momento adecuado para su realización por dos razones:
a) constituyen el campo menos trabajado por la gramática oracional, por lo que es preciso disponer de información completa sobre ellos,
b) hay muchos estudios realizados ya, debido a que fueron el ámbito preferido para los analistas del discurso, lingüistas del texto o pragmalingüistas.
Además, como son unidades puramente discursivas, cuyo ámbito de trabajo es el contexto, su descripción nos sirve de modelo paradigmático para otras incursiones en la sintaxis contextual. Son el mejor ejemplo para poder empezar a andar en una Gramática discursiva del español.
2. METODOLOGÍA
Este campo de trabajo exige una nueva metodología. Estamos ante unidades que actúan más allá de la oración, en el nivel discursivo, entre enunciados o intervenciones en el diálogo. Las propuestas de la sintaxis oracional no nos sirven. Tenemos que enfocarlos desde una sintaxis del texto. Además, en su descripción se pretende aunar los factores internos con los externos que intervienen en el acto de hablar. Esto no es tarea fácil. En nuestro caso, hemos ido desarrollando un modelo metodológico que intenta integrar toda la información sintáctica, la distribución, la entonación, con otras menos "habituales". Nos referimos a la modalidad, la enunciación, la información o la argumentación. Estas son dimensiones de la realización discursiva, del acto de hablar propiamente. Si queremos hacer una descripción del código en uso, tenemos que incorporarlas. Este modelo fue expuesto en C. Fuentes (2000) 4 y lo hemos ido aplicando en todo nuestro trabajo. Ha sido desde entonces nuestra guía en la investigación, y la que creemos que resulta rentable para la descripción de cualquier fenómeno discursivo. Así lo hemos comprobado en los estudios sobre argumentación, sobre complementos periféricos, unidades de intensificación, aspectos ligados a la enunciación, aserción, modalidad o cortesía 5. En dicho modelo se une la información proveniente del contexto, los agentes comunicativos (hablante-oyente), la comunidad en que se inscribe, los conocimientos compartidos, la cultura a la que pertenecen los interlocutores, que determina lo esperado y lo novedoso, con la vertiente más rigurosamente gramatical, que describe el comportamiento de una unidad en su cotexto inmediato. Y todo ello considerado en diferentes tipos de textos, donde los objetivos y componentes superestructurales condicionan la elección de las unidades lingüísticas.
Pero también nuestras investigaciones en sintaxis textual han dado sus frutos en cuanto a la necesidad de incorporar distinciones hasta ahora no tenidas en cuenta. Una de ellas es la que da título al Diccionario. Preferimos, más que hablar de partículas6, como hacen las otras propuestas, utilizar una terminología puramente textual: la distinción entre operador y conector, ya que suponen dos ámbitos diferentes, con funcionamiento propio. (C. Fuentes, 2003)7.
3. LA lNFORMACIÓN LEXICOGRÁFlCA
Los puntos que se incluyen en nuestra ficha lexicográfica, y que responden a este enfoque de la cuestión, son los siguientes:
-Lema.
-ORIGEN.
-Categorización: Operador / conector, y tipo de cada uno de ellos:
· Operadores: enunciativo, informativo, modal, argumentativo.
· Conectores: adición, OPOSICIÓN, consecutivo, conclusivo, recapitulativo, ejemplificador, condicional, temporal, ordenador discursivo, reformulativo (y los distintos subtipos de estos dos últimos grupos).
-Valor básico en lengua.
-Valores con textuales.
-Combinatoria.
-Posición en la oración.
-Entonación.
-Comportamiento en el plano modal y enunciativo.
-Comportamiento en el plano informativo.
-Comportamiento en el plano argumentativo.
-Tipo de texto.
-Lengua: oral- escrita.
-Registro: coloquial- culto.
-Variantes.
Esto no significa que todas las casillas estén cubiertas en todos los elementos, sólo que se contemplan todas las variables. Expliquemos cada punto detenidamente. En el lema se recoge la forma de la unidad, con variación gramatical de género cuando la admite (presupone también la de número), como en un diccionario tradicional. Así, mero,a es un operador que puede tener variación de género y número. En otros casos, sólo la de número. Así, simple,s. De esta forma los diferenciamos de aquellos casos en los que no hay variación morfemática: hombre. En las formas verbales hemos indicado en algún caso la variación posible: disculpa, e. Presuponemos las variantes en plural: disculpad y disculpen. En alguna ocasión, aparece entre paréntesis alguna variante: (en) lo más mínimo.
La estructura léxico-sintáctica originaria es rentable sobre todo para expresiones que no están completamente gramaticalizadas, y cuya composición puede explicarnos muchos de sus comportamientos. En ocasiones la unidad sigue existiendo como término léxico intraoracional, es decir, como adjetivo, sustantivo, etc., a la vez que como operador o conector. Por ejemplo; en una palabra puede ser un sintagma complemento circunstancial de un verbo: "Encontramos en una palabra una gran falta de ortografía", frente al conector explicativo: "En una palabra, que hemos encontrado una gran falta de ortografía y vas a repetir el trabajo".
Lo que constituiría la "categoría" sintáctico-discursiva es la distinción entre operador y conector. Esta es fundamental para la sintaxis del discurso. Entre las unidades que operan más allá de la oración podemos encontramos unas que actúan como enlaces entre enunciados, los conectores, y otras cuyo ámbito se reduce a un solo enunciado, los operadores. Para los primeros son necesarios dos miembros. El conector se sitúa entre ellos aunque tiene ciertas características específicas: puede tener movilidad en el segundo enunciado, e intercalarse o situarse al final del segundo, seguido de pausa8. Generalmente aparece entre comas y puede combinarse con conjunciones. Presupone siempre el primer segmento, con lo cual es imposible su aparición al principio del discurso:
Todo esto de la guerra. Cuando estaba viendo Soldados de Salamina, pensaba en
personajes, como Primo de Rivera, que iniciaron la Guerra Civil. Me acordé de Bush y
Aznar. Y encima suena la saeta de Suspiros de España... Se me empañaron los ojos.
(CREA, 28-3-2003, El País, El País de las tentaciones).
Encima es un corrector que señala adición de enunciados. Se combina con y. Lleva una instrucción de tipo argumentativo: lo que introduce se considera superior en la escala para el hablante. Y también modal: muchas veces se considera excesivo, no deseado.Estas unidades pueden aparecer en diversas posiciones. Así, en inicial, entre dos enunciados, encontramos por otra parte e intercalado por lo demás en el fragmento siguiente:
El actual tamaño del Congreso, con 120 congresistas, es el mismo que tenía el país
en 1859, cuando la población era de 2,48 millones casi la décima parte de la actual
y el derecho a voto estaba reservado solamente a varones, alfabetos y poseedores de
un bien inmueble, capital rentista o profesión, industria u oficio. Por otra parte, la vi-
gencia desde 1995 del sistema electoral único coloca al país al nivel de Gabón, Israel,
Senegal y Macedonia, cuya población sumada es, por lo demás, menor a la del Perú.
(CREA, Caretas, 22-9-2000, Perú).
Sin ir más lejos ocupa, en el siguiente ejemplo, la posición final:
Yo también podría decir cosas de toda la familia. Del tío Celso, el primero. Sin ir más lejos (A. Gala: Los invitados al jardín, Barcelona, Planeta, 2002).
Los operadores, por su parte, son unidades que se sitúan dentro del enunciado aunque no tienen ninguna función sintáctica con respecto al verbo de la oración. Afectan a un segmento de la misma, pero con una función que no apunta al elemento referencial ni introducen un actante de la acción verbal. Señalan:
-la forma de hablar, de enunciar, o indican quién es el hablante y cómo se responsabiliza de su acto en unciativo (operador enunciativo)
-la modalidad o actitud subjetiva del hablante (operador modal)
-contenidos relativos a la organización informativa del enunciado: información conocida / nueva, focalización, elemento esperado o no... (operador informativo)
-contenidos relativos a la argumentación: orientación, fuerza o suficiencia argumentativas (operador argumentativo)
La selección es más bien caprichosa y sin demasiado rigor estilístico, pero Ella y Louis todo lo resisten (CREA, El Clarín, 22-1-2002).
Más bien es un operador enunciativo. Actúa dentro de su enunciado. Y marca que la enunciación del término "caprichosa" es la más cercana a la intención del hablante, la más adecuada, en su opinión, para esa realidad. Puede usarse también con cierto valor argumentativo: para persuadir al interlocutor, el hablante atenúa su decir, utiliza términos aproximativos, para no violar la cortesía y conseguir, así, lo quedesea del receptor.
En el siguiente enunciado aparece por lo menos, un operador argumentativo que indica que cruzar la plaza es un gesto mínimo, poco importante, situado en la parte más baja de la escala argumentativa, pero suficiente desde el punto de vista del hablante.
Hubiera sido preferible que, por lo menos, cruzara la plaza para saludarlo (CREA, ACAS Caretas, 7-9-2000).
A continuación aparecen operadores argumentativos: sobre todo, mucho y menos:
Gran parte de ellos están aquí, sobre todo los importantes, están aquí conmigo, pero tengo otros que, por ejemplo, están estudiando Formación Profesional, ¿no? Entonces, pues sí, sigo la relación con ellos, menos, porque la o sea, la Facultad te absorbe mucho, ¿no? Entonces, te queda menos tiempo para dedicarle a esta gente, pero en cuanto puedo estoy con ellos, claro (CREA, Grupo Gl, 1996).
En este otro fragmento encontramos un modal, evidentemente, en un contexto de respuesta, característico de este grupo de operadores:
4: P.: ¿Pero cree que el dopaje nace sólo de la falta de educación o de informació de los implicados?
R.: Evidentemente, no. No somos ingenuos (CREA, El País, 23-2-2004).
Es frecuente la combinación entre operadores y conectores. Veamos los textos siguientes:
'Está visto que el problema tiene que ver con fallas mecánicas y señalización. Es decir, evidentemente esto es peligroso, pero por otro lado también se está dando coordinación con representantes para mejorar las condiciones' (CREA, La Prensa Libre,1-7-2003).
Es lo que te iba a decir, Margarita: ¿Qué no somos sujetos de crédito, que no nos creen a las mujeres? Exactamente. y, sin embargo, por ejemplo, una de las propuestas de Vicente Fox que se anunció hace poco, en un encuentro con algunas mujeres, es justamente un Fondo de Apoyo en cuestión de microcréditos, empresas productivas, etcéter (CREA, Fox en vivo, Fox contigo, Radio Acir, 28-10-2000).
En el primero de ellos, encontramos dos conectores: es decir, por otro lado. El primero aparece entre los dos enunciados, entre pausas. El segundo se combina con la conjunción adversativa pero y caracteriza a la segunda oración. También aparece otro aditivo: también. Y un operador modal, evidentemente, que apoya sólo una parte del enunciado, el primer segmento de una adversativa, construcción corriente eneste tipo de reafirmativos.
En el segundo caso encontramos no sólo acumulación de conecto res con conjunciones, sino también entre ellos: y, sin embargo, por ejemplo. Se combina la adición, la oposición y la ejemplificación. Junto a ellos hay un conector de cierre: etcétera, un operador modal, exactamente, de respuesta, y otro informativo: justamente, que focaliza al atributo.
La clasificación de estas unidades es como sigue:
-Conectores: Adición
Oposición
Concesivo
Condicional
Consecutivo
Conclusivo
Ejemplificativo
Justificativo
Ordenador de la materia discursiva: de incio
cierre
enumerativo
interactivo
continuativo
Reformulativo: corrección
explicación
concrecion
Recapitulativo
Temporal
-Operadores: Argumentativo
Modal
Enunciativo
Afirmativo
En los conectores hemos incluido un tipo, los justificativos, porque, aunque no tienen paralelo en las conjunciones, constituyen una relación más específica que expresar la causa. Así, de hecho. Más que introducir un argumento a secas, o una causa, introduce una justificación: un argumento que se considera suficiente y explicativo de lo anterior, casi una demostración.
En los ordenadores de la materia discursiva incluimos aquellos que indican inicio del discurso (para empezar), cierre (en fin 1, en resumen, para terminar... ), continuación (hombre, nada, como digo...), enumeración (por una parte... por otra), pero también los interactivos (¿entiendes?, mira...), que actúan entre intervenciones en un intercambio y sirven para cohesionar la conversación.
En la reformulación aparecen todas aquellas relaciones que intentan hacer más clara la comprensión del discurso al oyente, y más acorde a la enunciación e intención del hablante: se explica, corrige, rectifica, o aclara, cuando no se consigue el objetivo planteado.
En los operadores distinguimos los que apuntan al propio decir: con franqueza, hablando en plata, sinceramente, francamente..., la modalidad: por favor, ojalá, evidentemente, afortunadamente..., la información: precisamente, justamente... o la argumentación: sólo, simplemente, hasta...
Las unidades estudiadas aquí se caracterizan por su multifuncionalidad, de manera que hay casos en que existe una forma que es conector u operador a la vez, o que pertenece a diferentes tipos. En estos casos aparecen como entradas distintas. Por ejemplo, así 1, conector ejemplificador, y así 2, conector consecutivo. O porejemplo, conector ejemplificador y operador; francamente, operador argumentativo y operador enunciativo; vamos, operador enunciativo y conector reformulativo deexplicación.
Incluimos sólo las formas que están fijadas o en un grado de gramaticalización avanzado. Esto no es fácil de establecer. Así, no hemos incluido como operador hablando con franqueza, ya que funciona como un complemento del verbo. No así hablando con propiedad o hablando en plata, porque en plata o con propiedad no actúan como complemento de enunciación. En hablando con franqueza, con franqueza es el que actúa como modificador de la enunciación, la construcción de gerundio no es un modificador verbal.
Estas unidades se organizan diferenciando su valor predominante o básico y los empleos discursivos derivados. Todo ello con ejemplos documentados en el CREA9, tanto escritos como orales y de toda la zona del español, tanto peninsular como de Hispanoamérica. Esto asegura la extensión de nuestro Diccionario. Podría considerarse un diccionario sobre el español estándar, ya que no se han tenido en cuenta las variaciones dialectales o sociolectales, ni de España, ni de Hispanoamérica, al no haber aparecido en el corpus. Sí algunos elementos muy extendidos como nomás, que no está presente en la Península. La búsqueda realizada ha cubierto un espacio temporal de 1995 a 2007, generalmente, aunque para los textos orales10 en ocasiones hemos buscado en años anteriores, dada su escasa frecuencia y la poca presencia de estos textos en la base de datos.
La información sintáctica especifica los elementos con los que se combina, su posición en el enunciado, la posibilidad de aparecer con o sin pausas, formando grupo entonativo independiente o no. Lo normal para los conectores es la movilidad y la aparición entre pausas, a excepción de alguna unidad como es que, ahora bien, es decir, que tienen posición fija al inicio del segundo enunciado. Es que no aparece entre pausas. Todo ello puede indicarnos que hay que hablar de prototipicidad de las características de esta categoría, más que de una serie de condiciones inamovibles que se cumple en toda ella. Entre los operadores, algunos aparecen entre pausas, otros se integran entonativamente. Por ejemplo, los operadores enunciativos suelen ir entre pausas: sinceramente, francamente, hablando en plata, con propiedad… pero los intensificadores anteceden a la unidad: verdaderamente, asombrosamente, … + adjetivo o adverbio.
La distribución sintáctica es muy importante, porque generalmente la aparición entre pausas discrimina este uso de otros en que funcionarían como complementos circunstanciales o con su valor léxico originario, como un elemento más de la oración. También la posición. Por ejemplo, en cierto modo, en cierta forma... como operadores suelen anteceder al verbo, ya que pospuestos mantienen su función comocomplemento circunstancial:
Sí, siempre me dicen que cómo me tomo la polaridad en Europa porque, en cierta manera, soy un americano (CREA, Faro de Vigo, 26-10-2002).
Frente a:
soy un americano en cierta manera.
En otros casos es la preposición o la ausencia de artículo la que señala o discrimina el empleo como conector u operador. Así, en conclusión sólo puede ser conector. Como complemento circunstancial sería como conclusión, en la conclusión.
Todos ellos, sean del grupo que sean, pueden tener un comportamiento, secundario o no, en planos como la enunciación, modalidad, información o argumentación, ya que son dimensiones constitutivas de cualquier acto de habla. En toda comunicación aparece el hablante, su actitud, se organiza la información teniendo en cuenta lo que el oyente parece conocer o no, se orienta su interpretación centrándola en algunos segmentos, y se indica cómo persuadir o convencer al receptor. Esta es la gran novedad de este Diccionario frente a otros, porque parte de la multidimensionalidad de los elementos discursivos, lo que hace tremendamente rentable su utilización y nos cambia la forma de mirar e investigar el habla.
No de entender, puesto que el oyente pone en marcha todos estos mecanismos en la interpretación. Somos nosotros, los lingüistas, los que nos hemos quedado detrás en la descripción.
Por último, indicamos también las variantes, cuando existen.
Incluimos los tipos de texto, pero en este sentido sólo podemos establecer aproximaciones, porque sería necesario un estudio estadístico que hasta ahora no hemos podido realizar, y con un corpus mucho más amplio y diverso, para que fuera significativo de la realidad que estudiamos. Por ello, sólo es cualitativamente relevante la diferenciación entre elementos conversacionales y los que no lo son.
Se indica también la diferencia de registro: coloquial/culto. Y su frecuencia de uso en la lengua oral o escrita11 . Siempre, claro está, hablamos de predominio, raras veces de exclusividad. En cuanto a si son orales o escritos, generalmente admiten ambas posibilidades, sólo algunos elementos son propios de una de ellas. Por ejemplo, mero es más frecuente en textos escritos. Natural, usado en respuesta, en vez de naturalmente, es más frecuente en textos orales. O es un poner, elemento coloquial y oral.
4. ALGUNAS OBSERVACIONES
Explicada la organización del Diccionario y sus fundamentos teóricos, hay que añadir algunas observaciones que consideramos importantes para el usuario:
a) No aparecen algunas unidades porque son interjecciones y serán objeto de otra publicación, que tiene en preparación la profesora Alcaide. Así, ah es una interjección que también puede actuar como respuesta, o con un valor argumentativo o informativo. ¿Eh? es una forma de apelación al receptor y puede usarse como conector
interactivo, pero también actúa como interjección. Todas ellas aparecerán en el otro volumen. Así tampoco
aparecen casos como los de ¡hombre!, ¡vamos!, o ¡vaya! cuando actúan como interjección.
b) No hemos incluido las conjunciones, constituyen otra categoría, y su distribución es diferente.
c) También se excluyen los no gramaticalizados. Por ejemplo, en mi opinión, hablando con claridad, o a mi entender. Tampoco en opinión de..., aunque indique punto de vista. Sí está gramaticalizado para mí. Hay elementos que no hemos incluido por prevención y otros que creemos que están en proceso. Por ejemplo, bien entendido que, y eso que... son expresiones en camino de convertirse en conjunciones concesivas. Habrá formas que no hemos encontrado y que pertenecen a un sociolecto no extendido, o formas específicas del español de América que no han aparecido en nuestra búsqueda. Todo esmejorable. Además, estas unidades están en un proceso vivo de creación de nuevas formas, no sólo para marcar la relación (conectores), sino también, y sobre todo, para expresar las dimensiones discursivas, correspondientes alos operadores. Así surgirán nuevos elementos modales, enunciativos, informativos... Téngase en cuenta que los operadores no han sido estudiados, que abrimos brecha en esto.
d) En el grupo de operadores argumentativos hemos incluido algunas unidades que provienen generalmente de adverbios modales o enunciativos, pero que se emplean para intensificar cualidades: verdaderamente,francamente, sensiblemente, abrumadoramente, aceptoblemente, maravillosamente, …
( ... ) es francamente complicado no haber oído hablar de ellos desde el pasado 1 de
febrero (CREA, El País. El País de las Tentaciones, 14-2-2003).
Esto nos da idea de la permeabilidad del sistema, de cómo las unidades van extendiendo su empleo de un campo a otro. Y de cómo las dimensiones discursivas son tan importantes para el hablante, que está en continua génesis de unidades nuevas. También nos muestra la debilidad de las fronteras entre un grupo y otro. Todo ello nos lleva a una conclusión que choca con la visión plana e inamovible que hemos manejado hasta ahora en la lingüística. Hay que trabajar en una ciencia de prototipos y multidimensional y no en una visión discreta, opositiva. Esto es lo que ha aportado el estudio de la lengua oral y del discurso real a la Lingüística, el gran avance en sí de la Ligüística pragmática.
e) Igualmente, hemos incluido otros operadores que no están del todo gramaticalizados y que actúan como operadores informativos generalmente o modales. Son adjetivos que preceden al sustantivo y cambian su contenido léxico evaluativo de una referencia, por una valoración subjetiva del hablante o manifestación de un contenido exclamativo. Así, maldito, menudo... Siempre anteceden al sustantivo y se integran en su grupo fónico:
Menudo lío tengo yo con el doctor (CREA, Pasa la vida, TVEl, 15-2-)996).
Otros enfatizan informativamente un segmento (puro, auténtico, verdadero, perfecto... ):
Como en otras ocasiones, el presidente de Anasaps recalca que el enfermo mental crónico requiere de una
auténtica rehabilitación en varios ámbitos diferentes(CREA, Diario de Navarra, 3-1-2001).
f) Entre los conectores, hemos separado los que indican oposición (elementos contrarios o paralelismos entre participantes) de los concesivos, que presuponen una relación causa-efecto que no se tiene en cuenta.No obstante, debemos advertir que sin embargo, incluido entre los de oposición, engloba todas las relaciones de contraposición o contrargumentación, y puede usarse en contextos concesivos también.
En los de adición se incluyen los de igualdad: lo mismo, igualmente...
Los reformulativos incluyen explicación, corrección, concreción. Aparte, están los ejemplificadores porque son una clase
especial: no hay sólo reformulación, sino también un argumento que justifica lo anterior. Es una mezcla de ambas relaciones.También se consideran independientemente los de conclusión y los recapitulativos, así como los justificativos. Es una forma de distinguir relaciones específicas:
-Consecutivos: introducen el efecto.
-Conclusivos: añaden la conclusión de la argumentación.
-Ordenadores discursivos de cierre: señalan el final del discurso.
-Recapitulativos: recogen lo precedente.
g) En los operadores enunciativos, hemos incluido todos los que afectan a la enunciación, a la construcción del decir del hablante, incluyendo calificadores del hablante (honesto, sensato, franco, sincero), del discurso y su extensión (claramente, brevemente... ), los aproximativos del decir... Entre estos últimos aparecen de de unidades que lo expresan claramente: por así decir, como quien dice, digamos, como si dijéramos..., hasta otros que atenúan la aserción en sí: de alguna manera, forma, modo, en cierto modo, forma, manera, sentido, medida... Estos no aparecen entre los argumentativos, porque su atenuación afecta a la propia aserción, y no a una escala argumentativa, aunque puedan usarse con este valor. También otros referidos a la reserva en el decir: que yo sepa, que se sepa, que sepamos. O por lo visto, que podría entrar entre los modales, pero creemos que en él más que la posibilidad o la duda, se marca una fuente de información diferente al hablante, es decir, otro enunciador, o lo que otros llaman la "evidencialidad" 12.
h) Los reafirmativos son modales que tienden a usarse también integrados con que en la oración que introducen: claro que, desde luego, por supuesto, evidentemente, ... y otras combinatorias: ni que decir tiene que...
i) Cuando hay varios elementos que son variantes, se analiza la más usual y en las otras se envía a ella, con un ejemplo. Generalmente es la primera alfabéticamente, aunque no siempre. Así, analizaremos yo qué sé, y no qué sé yo porque aquella es la más frecuente.
5. GLOSARIO DE CONCEPTOS EMPLEADOS
Incluimos a continuación algunas aclaraciones sobre conceptos y términos empleados en la formulación del diccionario:
-Oración/enunciado: oración es la estructura abstracta creada en torno a un verbo. o es algo realizado. El enunciado corresponde a la mínima unidad de comunicación de un hablante a un oyente en una situación concreta. Aparece entre pausas mayores, y con un tonema (ascendente o descendente, según su modalidad). Asimismo, está dotado de modalidad: expresión de la actitud subjetiva del hablante. Es algo realizado, pues, y dependiente del contexto, cuyas marcas porta. La enunciación, la modalidad, las marcas interactivas... pertenecen al enunciado. En la oración hablamos de funciones como sujeto, complemento directo, circunstancial...
Así, "un café" puede constituir un enunciado, cuando lo pido en el bar, pero no es una oración. En un enunciado como: " ¿Y quiénes serían los novelistas de hoy en día?" (El País Semanal, 24-8-2008), hay un solo enunciado interrogativo constituido por una estructura oracional predicativa sujeto-verbo. La oración es la misma que la del enunciado aseverativo: "Y quiénes serían los novelistas de hoy en día".
Reformulación: es el acto por el cual el hablante vuelve sobre su discurso, que considera no se adapta completamente a su intención o no es entendido por el oyente, y formula un nuevo enunciado que corrige, explica, o concreta el anterior.
La autocrítica constructiva, en cambio, es aquella que detecta y señala los errores, pero no los amplifica. Es decir, puede reconocer un fallo específico ('Esto ha salido mal') sin generalizar el error a toda la persona
('Soy un desastre') (El País Se manal, 24-8-2008).
- Estructura argumentativa: el hablante, en un texto con dimensión argumentativa, intenta convencer al oyente de algo, intenta que llegue a una conclusión. Para ello utiliza una serie de argumentos o razones que introduce por medio de conectores u operadores. Los argumentos pueden unirse entre sí y pueden estar coorientados a la conclusión (la justifican), o antiorientados (están opuestos, llevan a conclusiones opuestas o contrarias). Asimismo, se organizan en una escala de fuerza. Hay argumentos que justifican mejor que otros una tesis. Se habla también de elemento o modificador realizante cuando marca una mayor fuerza para llevar a la conclusión. Y desrealizante cuando disminuye, atenúa su fuerza, o invierte su orientación: lleva a una conclusión diferente. Por ejemplo, poco en el siguiente enunciado es un operador argumentativo que hace que la conclusión ("invertir"), originariamente positiva, se atenúe, y se considere negativa. Invierte su orientación, y el efecto es negativo. Es un desrealizante.
Con tal presente, los canarios pretenden invertir poco en el primer equipo (CREA, El Mercurio, 6-2-2004)
- Estructura de reinterpretación: en los operadores es frecuente su aparición en una estructura en la que tras una oración, aparece un segmento final de enunciado, antecedido de pausa, en que el hablante añade una restricción que lleva a reinterpretar todo lo dicho, y enfocarlo desde una nueva luz.
Esta empresa es muy solvente, al menos hasta ahora.
Ese segundo segmento hace que la conclusión del primer segmento: "es una buena opción", quede atenuada por la segunda parte, que abre ciertas dudas.
Son añadidos de información que, tras una pausa, restringen lo dicho y llevan a una conclusión contraria a lo anterior. Están cercanos a la reserva o a la desrealización. Por ejemplo:
EEUU siempre es el mejor... en las películas (Qué, 5-9-2005)
"En las películas" lleva a la conclusión contraria:
ARGUMENTO |
CONCLUSION |
EEUU siempre es el mejor |
está por encima de todos los países. |
En las peliculas |
no está por encima de todos los países |
o en estructuras introducidas por máxime, conector especializado en añadir un realizante a un segmento anterior (le da más fuerza):
Las entidades han destacado que el negocio típico bancario en España ha tenido una evolución muy buena, máxime teniendo en cuenta que la economía mundial ha atravesado en estos meses una mala situación. (CREA, El País, 30-10-2002)
-Locutor-enunciador-polifonía: en el plano de la enunciación hay que diferenciar locutor (el que emite verbalmente el mensaje) del enunciador (el que asume lo dicho, se responsabiliza de ello). Son dos roles, o figuras discursivas, que pueden coincidir en el mismo ser real o no. Cuando no lo hacen sehabla de polifonía (coexistencia de voces).
Por ejemplo, cuando el hablante usa el operador por lo visto, no se presenta como responsable de lo dicho, se lo adjudica a otros, a la comunidad, a las apariencias. Igual hace aparentemente, al parecer...
Cómo estará la cosa que los lexicógrafos del Pentágono aseguran que no van a torturar al dirigente de Al Qaeda recién capturado, aunque le priven de horas de sueño, de luz natural, agua, alimentos y asistencia médica. Por lo visto, sólo habría tortura si lo pasaran por la máquina de hacer txistorra (CREA, El País, 17-3-2003).
- Intervención-inicio, reactiva: hablamos de intervención como una unidad propia del diálogo, referida al acto de habla de un solo hablante, que hace uso de su turno. Puede ser iniciativa (intenta provocar habla posterior), reactiva (responde o atiende a lo dicho por el otro interlocutor) o evaluativa (es propia de los comentarios a lo expresado por otro interlocutor). Vid. Para ello, de forma extensa, la teoría del grupo Valesco, sobre todo la aparecida en Oralia, 613
Referencias
___________________________¹ Algunas referencias básicas dentro de este campo son: ANTONIO BRlZ, "Los conectores pragmáticos en español coloquial (I): su papel argumentativo", Contextos, XI, 21/22,1993, págs. 145-188, "Los conectores pragmáticos en español coloquial (II): su papel metadiscursivo", Español Actual; 59,1993, págs. 39-56, CATALINA FUENTES, Enlaces extraoracionales, Sevilla, Alfar Universidad, 1987; La sintaxis de los relacionantes supraoracionales, Arco/Libros, Madrid, 1996; Ejercicios de sintaxis supraoracional; Madrid, Arco/Libros, 1996; "Los marcadores del discurso, ¿una categoría gramatical?", en Elena Méndez et al: (eds): Indagaciones sobre la lengua. Estudios de Filología y Lingüística españolas en memoria de Emilio Alarcos. Universidad de Sevilla, 2000, págs.,323-348; "Partículas y modalidad". Actas de lasJomadas sobre El análisis del discurso. Zaragoza, 2005, en prensa; MARíA ANTONIA MARTÍN ZORRAQUINO-JOSÉ PORTOLÉS, "Los marcadores del discurso", en Ignacio Bosque y Violeta Demonte (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española, Madrid, Espasa, 1999, págs. 40514213; ESTRELLA MONTOLío, Conectores de la lengua escrita, Barcelona, Ariel, 2002; MARíA ANTONIA MARTíN ZORRAQUINO-ESTRELLA MONTOLIO, Los marcadores del discurso. Teoria y análisis, Madrid, Arco/Libros, 1998; SALVADOR PONS, Conexión y conectores, Valencia, Cuadernos de Filología, 1998; JOSÉ PORTOLÉS, Marcadores del discurso, Barcelona, Ariel, 1998. Al final del libro encontrará el lector la lista de referencias consultadas para la realización del trabajo.
² LUIS SANTOS Río, Diccionario de partículas, Salamanca, Luso-Española de Ediciones, 2003.
³< http://www.textodigital/DPDE>
4 CATALINA FUENTES, Lingüística pragmática y análisis del discurso, Madrid, Arco/Libros, 2000.
5 Vid. por ejemplo,
CATALINA FUENTES, Sintaxis del enunciado: los complementos periféricos,
Madrid, Arco/Libros, 2007; "Factores argumentativos y correlatos
sintácticos", Estudios lingüísticos de la Universidad de Alicanle 17,
2003, págs. 289-304; ¿Cortesía o descortesía? La imagen del entrevistado vs. la
imagen del entrevistador". Revista Cultura, lenguaje y representación,
3, Castellón, 2006, págs. 73-88; "Operadores de intensificación del
adjetivo: los cuantificadores escalares" Anuario de Estudios
Filológicos, XXIX, 2006, págs. 35-53; "Operadores de
intensificación del adjetivo: cantidad y evaluación", Rilce, XXIV,
2008, págs. 1-24; "Operadores de preferencia", Estudios de
Lingüística, Universidad de Alicante, 2005, págs. 107-136; "No en
vano: la operatividad del argumento", Español Actual; 81,2004, págs.
15-24; "Lo que se dice: operador ostensivo metalingüístico",
Linred, 2007 <www.linred.com>; "La aproximación enunciativa",
LEA, 2008, XXX/2, págs. 223-258, y CATALINA FUENTES-ESPERANZA ALCAIDE,
Mecanismos lingüísticos de la persuasión, Madrid, Arco/Libros, 2002. Consúltese,
asimismo, el número 84 de Español Actual.
6 En nuestra opinión, esta denominación puede resultar ambigua y poco comprometida metodológicamente. Puede permitir la inclusión de cualquier elemento, sin criterio alguno.
7 CATALINA FUENTES, "Operador / conector, un criterio para la sintaxis discursiva", Rilce, 19,1,2003, págs.
61-85.
8 en. C. FUENTES
(1996, 2003).
9 Corpus de Referencia del Español Actual: <hltp://www.rae.es>
10 Estos aún no tienen
los datos completos en la página web.
11 En este apartado utilizamos las siguientes abreviaturas: t-tex: todo tipo de texto; conv: conversacional; ci-te: científico-técnico; colo: coloquial; cul: culto; colcu: coloquial-culto; or.: oral; escr.: escrito; or_es: oral y escrito.
12 Cfr. WALLACE CHAFE-JOHANNA NICHOLS (eds.) , Evidentiality: the linguistic coding of epistemology, Norwood, NJ Ablex, 1986; THOMAS WILLET, "A cross-linguistic survey of the grammaticalization of evidentiality", Studies in Language, 12, 1988, págs. 51-97; SUSANA GALLARDO, "Evidencialidad: la certeza y la duda en los textos periodísticos sobre ciencia", RLA, 37,1999, págs. 53-66; SCOOT DELANCEY, "The mirative and evidentiality", journal of Pragmatics, 33, 2001, págs. 369-382; PATRlCK DENDALE-LILIANA TASMOWSKY, "Introduction: evidentiality and related notions", Journal of Pragmatics, 33,2001, págs. 339-348; ELLLY IFANTIDOU, Evidentials and relevance, J. Benjamins, Amsterdarm, 2001; "The semantics and pragmatics of metadiscourse", Journal of Pragmatics, 37,2005, págs. 1325-1353; GILBERT LAZARD, "On the grammaticalization of evidentiality", Joumal of Pragmatics, 33, 2001, págs.359-368; MERCEDES MARCOS,"EI territorio de la evidencialidad en español", en Actas V Congreso de Lingüística General (León, 5-8/3/2002), Madrid, Arco/Libros, 2004, vol. 11, 1857-1866; VLADIMIR A. PLUNGIAN, "The place of evidentiality within the universal grammatical space", Journal of Pragmatics, 33, 2001, págs. 349-357.
13 ANT0NI0 BRlZ et al.,
"Un sistema de unidades para el estudio del lenguaje coloquial",
Oralia, 6, págs. 7-61.