Texto académico
_____________________________
Discutamos cómo deberíamos éticamente usar la Educación en línea
¿Debería evaluar la universidad si se está usando con ética la educación en línea en esta pandemia COVID-19? ¿Una universidad humanista debe proteger la dignidad de su comunidad académica en un espacio digital?
Hay quienes esperan que la máquina digital mágicamente desatará la creatividad de los jóvenes universitarios, pero cuando esta iniciativa de educación en línea olvida el aprendizaje de lo que fue la herencia de la imprenta, sabiduría que no es para nada obsoleta. La imprenta nos llamaría a respetar la tecnología de la información y la comunicación TIC’s, al asumir el imperativo ético de facilitar la creación literaria crítica de la comunidad académica como medio de oferta educativa. Con frecuencia los ingenuos imaginan las TIC´s como opuestas a la tradición intelectual de la imprenta de la ilustración, su legado debería ser un recordatorio de que las plataformas en línea operan en un contexto de las interacciones sociales, deseos de progreso ético y temores de los usurarios con respecto a los regímenes del control de libre pensamiento y la propiedad intelectual.
En otras palabras, en lugar de contrastar la realidad virtual con una realidad compuesta de materia en el aula, es importante tener en cuenta que las señales digitales se trasmiten en máquinas compuestas de piezas, el ciberespacio existe debido al plástico, metal, minerales y otras sustancias que facilitan la comunicación electrónica. Los esquemas de una tradición intelectual en el arte de pensar no cambian en el campus inalámbrico de hoy en día, tampoco el rol del profesor de crear un diseño discursivo que justifica, fundamenta, explica, demuestra, categoriza, calcula y narra una vía de experimentación mental de las ideas. La Nube con sus granjas de servidores gigantes y centros de datos, expanden el alcance global de la universidad apoyada en una propuesta masiva sobre Internet. En lugar de considerar bits y átomos como categorías separadas, debemos recordar que con la fuerza magnética se revela la presencia de la superficie de discos duros, o la mecánica cuántica presente en muchos componentes de estado sólido.
Si los líderes académicos y de gobierno universitario tienen como objetivo avanzar en la telepresencia y la ubicuidad del conocimiento académico sin sufrir las consecuencias de su propia arrogancia, deben ser cautelosos con la planificación estratégica supuestamente racional de instrumentar estas modalidades en línea. Cuando solo se capacita en la mecánica tecnológica de los medios digitales a los profesores, la abstracción lógica universitaria no alcanza, observando el pase de lista, excesivo uso de un lenguaje instrumental racional: calculase, informe, registre, sintetice, resuma, investigue, discuta, ensaye… todo ello sin previo entrenamiento formal, por ejemplo, no explota la idea asíncrona de la telepresencia del discurso literario, es más, se crean horarios rígidos como en la educación clásica.
Como resultado de imitar la educación clásica en el contexto en línea, a menudo hay muy poco pensamiento invertido en la preparación de la literatura y la eventual desaparición cara a cara de instrucciones mecánicas del proceso. John Law, un erudito conocido por defender el giro teórico literario hacia el caos de la creatividad, observó que el profesor universitario empleó el proyector de techo en términos para crear una relación social entre estudiantes y profesor, con una tecnología capaz de ejercer una cantidad considerable de poder coercitivo y déspota contra la imaginación del estudiante[1]. En el análisis de Law, la tecnología instructiva da forma a la interacción, media la comunicación y promueve la relación social empleando un discurso literario para amplificar el mensaje del profesor. Pensar en las TIC’s como un medio para la educación, para una situación de enseñanza que monta una señal TV que se trasmite es un error y una situación de tedio para los estudiantes. Las computadoras pueden realizar cálculos que permiten hacer algo más que trasmitir información a un estudiantado pasivo.
Las TIC’s también organizan información, la registran y la vuelven materia prima analítica; evaluando la originalidad de un texto libre de plagio y las prácticas de simulación del texto académico; gestionar grandes cantidades de literatura especializada, simuladores de laboratorio, asistentes de gramática[2]… Un error crucial es pensar que la tecnología proporciona la habilidad intelectual para aprender el estilo de pensamiento científico, disciplinar… la tecnología no contribuye en nada al debate de las ideas, este es un espacio de habilidad de la retórica debido a su carácter de argumentar, justificar, demostrar. La eficiencia en el fondo de la educación en línea, es su reputación para generar aprendizajes, y la forma legítima desde la ilustración pasa por resultados genuinos del intelecto. Desafortunadamente, se intenta equiparar horas de lectura, participación de foros de discusión y tareas de texto como resultados significativos derivados del desarrollo intelectual sostenido y aplicado de la teoría a la práctica en la vida real.
La propia distribución del teclado de los portátiles, es una conexión con el pasado de la imprenta. Este vínculo nos advierte que la educación en línea tiene como marca la escritura con propósitos académicos[3]. La interfaz en línea no es el video cara a cara, sino la literatura que ofrece el discurso académico del profesor y los procesos intelectuales de aprendizaje profundo apoyados en la lectura de revisión y la escritura como proceso analítico, de construcción teórica y espacio donde los valores de la epistemología enriquecen la autonomía del intelecto de los estudiantes y profesores. La interfaz de la educación en línea es el discurso literario académico que discute, da antecedentes, calcula, justifica, explica y demuestra la objetividad de sus posturas en una narrativa ventajosa, donde el profesor conversa con el estudiante. Aquello que contemplan un rediseño de la práctica docente en línea, deben mirar los logros de la ilustración y la imprenta y hacer de estos una palanca de progreso ético para la oferta en línea de la universidad moderna[4]. Especialmente cuando deseamos que la TIC’s sean un medio que pueda influir de muchas otras maneras en la formación de las capacidades intelectuales del estudiante universitario[5].
Existe el error de asumir que los profesores solo necesitan entrenamiento en el uso de las plataformas digitales, es necesario superar esta idea universitaria que niega toda pedagogía en la instrumentalización de la educación en línea. La retórica de colaboración en el terreno de la conversación digital, podría definir de manera muy sólida la base de conexión esencial de esta pedagogía en línea mediada por literatura y procesos intensivos de revisión, discusión, debate, ensayo y disertación de los problemas curriculares considerados[6].
Durante el confinamiento por COVID-19, los estudiantes reportan tedio; excesiva carga de tareas mecánicas irreflexivas; complicaciones enormes de conectividad desde sus hogares; dificultades extremas para coordinarse con profesores y falta de dispositivos de cómputo modernos para tal tarea.
__________________________________________
Referencias
[1] John Law, After Method: Mess in Social Science Research (New York: Routledge, 2004).
[2] David Golumbia, The Cultural Logic of Computation (Cambridge, MA: Harvard University Press, 2009), 11. It is noteworthy that Golumbia cites Theodor Roszak’s classic book about the computerizing of learning, The Cult of Information: A Neo-Luddite Treatise on High Tech, Artificial Intelligence, and the True Art of Thinking (Berkeley: University of California Press, 1994) in his critique of “the project of instrumental reason.”
[3] Paul A. David, “Clio and the Economics of QWERTY,” American Economic Review 75, no. 2 (May 1985): 332–337.
[4] S. J. Liebowitz and Stephen E. Margolis, “Path Dependence, Lock-in, and History,” Journal of Law, Economics, and Organization 11, no. 1 (April 1995): 205–226.
[5] NSF Future Internet Architecture Project. http://www.nets-fia.net
[6] “Join the Blog Carnival: ‘What Does Digital Rhetoric Mean to Me?,’” n.d., http://www.digitalrhetoriccollaborative.org/2012/05/17/join-the-blog-carnival-what-does-digital-rhetoric-mean-to-me/
_______________________
Autores:
Eduardo Ochoa Hernández
Nicolás Zamudio Hernández
Gladys Juárez Cisneros
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Pedro Gallegos Facio
Gerardo Sánchez Fernández
Rogelio Ochoa Barragán