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3. ESCRITOR DE ENSAYO 


En México y en Latinoamérica los lectores que tenemos son pocos[1], si estadísticamente consideramos esto como fracaso escolar, es en realidad también un fracaso de la política social, promover aquí la lectura es darnos una oportunidad de reconocer que el perfil de las personas en las aulas, es también el perfil de la sociedad. La educación mejorará cuando en lugar de ver matrículas escolares, listas de calificaciones, administración escolar, gobierno académico, sindicatos, se observe la oportunidad de mejorar la vida de los ciudadanos reales de cuerpo y conciencia. Escribir ensayos en el aula, es promover un proceso integral de la formación de los que lo ejercitan, es decir, es una oportunidad de construir un tejido social con identidad, tolerancia y libertad dirigida por deseos virtuosos para crear su futuro.


En las tramas de los interlocutores tutor y estudiante, es común que el término ensayo se haga presente como instrumento de lectura y como creativa forma de aprender escribiendo lo que pensamos respecto de una crítica honesta, frente a la obra de arte del acervo documental de la humanidad. El ensayo somete al rigor nuestra experiencia, es lectura de cartografía de argumentos que en la libertad y la espontaneidad se experimentan las emociones estéticas y la exigencia intelectual de la crítica que permite la disensión y la claridad del Yo mismo respecto de los paradigmas examinados. Concepto que introduce el francés Michel de Motaigne[2], su raíz latina “exagium” que designa pensar, medir, poner en balanza, nos permite adentrarnos en el concepto de ensayo, a partir de la idea de equilibrio[3].


3.1. Elaboración de ensayos


El discurso del ensayo es más que entrelazar citas de textos; es más que verborrea de parafraseo de textos de intelectuales destacados en sus comunidades epistémicas. Es el esfuerzo de encontrar el equilibrio entre textos paralelos que se observan con profundidad, y dentro de una autonomía intelectual nos eligen un camino de complejos argumentos que emocionan lo más profundo de nuestra vocación social. Borges en este mismo sentido nos dice: “La puerta es la que elige, no el hombre” en su obra “Fragmentos de un evangelio apócrifo”, complementa explicando el deseo de vivir con dignidad: “quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Ese proyecto mágico había agotado el espacio entero de su alma”…” de biólogos, de ingenieros, de metafísicos, de poetas, de químicos, de algebristas… abundan individuos que dominan esas disciplinas diversas, pero no los capaces de invención y menos los capaces de subordinar la invención a un riguroso plan sistemático. Ese plan es tan vasto que la contribución de cada escritor es infinitesimal[4]”.


El ensayo es el arte de juzgar en el contexto de verdades provisionales en el tiempo. Es la reflexión individual frente a la argumentación de la otredad. Es el sustento de una tesis personal que analiza textos y documenta evidencias que críticamente sostienen el refutar y presentar los nuevos argumentos. El sustento no es la estructura del ensayo, sino las piezas de la armazón argumentativa que en la reflexión generan las nuevas ideas. La coherencia de esta armazón de argumentos no se da bajo la suma de ideas simplemente, sino, bajo la construcción de una tesis  en la búsqueda de la verdad y la experiencia estética.


El ensayo entre poesía y ciencia


Apoyándonos en  Octavio Paz, diremos que las verdaderas ideas o ensayos, no son las que se le ocurren al ensayista –estudiante o profesor- antes de escribir el ensayo, sino las que después, con su voluntad, se desprenden naturalmente de la obra[5]. El fondo brota de la forma y no a la inversa. La armazón de argumentos en su forma es el fondo y cada forma crea su idea. Es decir, la forma significa no lo que quisimos decir, sino lo que al final el ensayo escrito dice con sus palabras y demás símbolos. La forma para algunos académicos determina si estamos en la experiencia estética de las narrativas poéticas o de las constricciones paradigmáticas de las ciencias. Hay más de una semejanza entre la poesía moderna y la ciencia. Ambas, son producto de explorar lo desconocido, de llamar a un fenómeno en presencia de energías externas y variables controladas que operan en un espacio-tiempo, donde el poeta y el científico perforan con palabras la realidad social y natural. Mientras se avanza críticamente ni el científico ni el poeta sabe de antemano a donde llevarán los resultados. Un poema y un artículo de investigación parten de hipótesis de trabajo, el investigador y el poeta aceptan los resultados que la realidad muestra. Mientras el poeta moderno habla a nombre propio, el científico lo hace a nombre de la comunidad epistémica a la que pertenece. La libertad es el todo para el poeta y para el científico. La verdad en el consenso objetivo público de las ciencias nos hace más libres y la verdad de la poesía nos trasciende a bien morir. La poesía y la ciencia, solo juntas pueden realizar la justicia social que las instituciones educativas intentan incluir en sus reformas en el siglo XXI, a través de formar ciudadanos que fundan su proyecto de vida en el conocimiento y todas sus formas.


El enemigo clásico del ensayo.


El ensayo tiene su gran enemigo en los academicistas que lo constriñen a secuencias de pasos, estilos de formato de escritura, tiempos estrechos de trabajo y estructuras rígidas documentales. No es que el orden no sea necesario, sostenemos que no es suficiente. Los ensayos, escritos de formas fronterizas de innovación, nos dice Steiner: “es aquello que, sin importar cuándo  fue escrito, no pierde la capacidad de cuestionarnos, de develarnos aspectos de nuestra propia naturaleza que antes nos eran desconocidos[6]”. Anderson Imbert niega que se pueda conceder un origen concreto al ensayo, para lo cual comenta y compara los ensayos de Montaigne con los de Bacon. Para él, el ensayo, "en tanto género abstracto y universal, no existe sino en la cabeza de los profesores. Lo que sí existe son “los ensayos”, concretos, singularísimos e irrepetibles en la historia de la literatura[7]”.


El ensayo enfrenta a la mediocridad que intenta correlacionar la cultura letrada y una estructura de valores autoritarios en la sociedad, que en la práctica docente el profesor materializa como un clima de acento populista que elimina el rigor de la naturaleza del ensayo. Tenemos que empezar por reconocer que no existe correlación entre la influencia de los textos clásicos y la búsqueda de la educación de ideales igualitarios o redistributivos económica o socialmente. De vez en cuando han coexistido dentro de la esfera de compromiso y retórica consoladora, suscrita a la holgura económica de algunos cuantos quienes no tienen la necesidad de prioridades de complejizar su cultura. Ahora los tiempos son más difíciles y los textos son ciertamente inagotables para satisfacer nuestras necesidades y para desafiar esa constante “irresponsabilidad”, desinteresada e interrogadora fundamental que engendra la práctica docente alejada de metas educativas de generar pensamiento original. Solo el pensamiento original forja una sociedad soberana y justa; por el contrario, la educación llamada privilegiada de élites sociales, vende la idea de capacidades surgidas de lo innato, un acceso material, entrenamiento costoso y de ocio asegurado socialmente. La tradición abierta de la educación humanista moralmente nos compromete con el ensayo, la verdadera lectura crítica y las demandas de satisfacción igualitaria. En suma, cualquier modelo de verdadera lectura es fundamental para que el estudiante ensayista se forme en la construcción de su propio conocimiento.


Si estamos con el compromiso de formar nuevas generaciones tendremos que entrenar el intelecto leyendo y escribiendo, sus procesos formales, sus criterios y categorías desde el más humilde nivel de rectitud, desde el análisis de una oración, el diagnóstico gramatical de una proposición, la medida de un verso, a través de la palabra y de sus múltiples capas de medios representativos y de supuestos referenciales, hasta ese ideal de completa colaboración en la construcción del conocimiento entre escritor ensayista –aprendiz- y el profesor.


Tendremos que aprender a proceder, paso a paso, desde la casi dislexia de los hábitos de lectura del estudiante actual, hasta ese acto enigmático de penetrante elucidación en que se percibe el sentido del paisaje lingüístico complejo y de hecho se “comprende entre líneas”, como lo ejemplifica Heidegger en sus lecturas de Hölderlin: “lo importante no es la observación arbitraria sino la interpretación de lo observado en función de nuestra postura o posición de nuestro ser frente al mundo[8]”. En fin, el ensayo es un proyecto de vida, un proyecto intelectual y estético del hombre.


El ensayo como proceso


Los principales modelos de análisis del ensayo, lo categorizan en ensayo como forma,  ensayo como juicio, ensayo como género o como antigénero, ensayo como forma discursiva, ensayo como escritura, ensayo como producción simbólica, ensayo como prosa crítica[9].


Un[10] estudioso novelista, ensayista y poeta egresado de la UNAM, Eloy Urroz, apoyándose en Wilde, Lawrence, Berlin, Eliade, Guthrie, Canetti, Marcase, Camus, Deleuze, Foucault, Ortega, Cuesta, Borges, Sábato, Vargas Llosa, Paz, Oliviedo entre otros, concluye que en el ensayo[11]:


“a) Debemos buscar siempre que el rigor o inteligencia no ahogue en ningún momento la amenidad propia y necesaria del ensayo crítico; b) intentar lograr la espontaneidad y libertad unida a la especificidad, particularidad y concreción, cada vez que esto pueda ser posible; c) equilibrar el goce estético aunado a la exigencia intelectual; d) usar deliberadamente el “yo” sobre el “nosotros”, lo que personaliza, humaniza, subjetiviza (para bien o para mal) y permite la disensión o acuerdo por parte del lector inteligente; e) alcanzar la originalidad de la tesis por encima de solo un parafraseo inútil.”(p. 13)


El ensayo como forma


Cree Adorno que "la actualidad del ensayo es la actualidad de lo anacrónico", pues "se ve aplastado" entre la ciencia y la filosofía. Reflexiona, entre otros aspectos, sobre el "carácter fragmentario" e "impulso asistemático" del ensayo, y lo enfrenta a las cuatro reglas cartesianas. Si las facultades de la mente son la intuición y la deducción, las reglas del método consistirán en las normas para utilizarlas correctamente, para intuir y deducir acertadamente. Descartes propone cuatro reglas para el objetivismo como forma del correcto uso de las facultades de la razón, pues piensa que son mejor pocas reglas que sean seguidas con rigor, que muchas que no se cumplan[12].


  1. Evidencia[13]. Consiste en no admitir nada como verdadero que no se conozca como evidente, sin posibilidad de duda. El acto por el que la mente llega a la intuición se llama evidencia. También Platón y Aristóteles consideran a la intuición como forma suprema de conocimiento. Pero para éstos, nos pone ante una realidad en sí, mientras que para Descartes el entendimiento solo aprende lo puesto por él mismo.
  2. Análisis. Consiste en dividir lo complejo en sus partes simples, con el objetivo de percibirlas clara y distintamente. Los datos de la experiencia suelen ser confusos, y la ciencia debe descomponer esto en partes simples, como triángulos, puntos, líneas, etc.
  3. Síntesis. Consiste en una reconstrucción deductiva del saber de los elementos simples conocidos por intuición. Para Descartes, la deducción es un proceso por el cual a partir de elementos simples, obtenidos por intuición, se va elaborando un saber más complejo. Por ejemplo, a partir de un triángulo, podemos ir elaborando un sistema de saber más complejo en el que descubrimos que la suma de sus ángulos mide 180º, etc.
  4. Enumeración. Comprobar constantemente que en el proceso no existe error alguno.

El equilibrio que supone el ensayista en su trabajo intelectual, lo balancea entre ser objetivo y el subjetivismo del ensayo. El ensayo tiene relación con la motivación personal que conduce a la elección del tema y la manera como ese tema se hace investigación y luego escritura. El ensayo se convierte así en autobiografía íntima en la que se cuentan el saber y la experiencia desde un punto de vista y de un carácter determinado. Dice Torres Duque[14]:


“Y es que lo que define al ensayo, es sin duda su personalismo, su capacidad lingüística de reflejar un pensamiento coherente, es decir, un carácter, una visión fielmente acoplada a las palabras; yo diría: la función poética del pensamiento, su capacidad de convertirse en materia plástica y sonora, siempre conservando la sustancia argumentativa, el talante de agudeza específica para relacionar de manera novedosa dos o más realidades: mínimo, el mundo y el Yo del autor; o el autor y su propio tema”.(p. 20-21)


El ensayo como juicio


De entrada un ensayo como juicio, es una postura moral, jurídica, ambiental, económica, …, personalidad textual que para juzgar si algo es bueno o malo tenemos que observar sus consecuencias. Ninguna razón moral revisa el pasado como énfasis; todas las verdaderas razones morales observan las consecuencias de nuestros actos presentes. Así la idea de un ensayo como juicio, tiene como énfasis, la valoración de las normas, métodos y actos humanos de hoy. Por ejemplo, si creemos que la única cosa buena en sí misma es el placer, viviremos de forma muy diferente a quien piensa que el conocimiento es la única cosa buena en sí misma. Pero si lo que esperamos de un ensayo como juicio, es una teoría moral que nos haga muy simple decidir lo que debemos hacer, entonces hemos dado un gran paso en la dirección equivocada. El primer rasgo observado en el ensayo como juicio, es la posición ideológica del ensayista. Un concepto simple de ideología es la concepción de la realidad desde una perspectiva particular. Si consideramos que esta perspectiva es la del escritor, podría inferirse que no es la de la ciencia, la cual es una práctica objetiva; el ensayista no se ciñe a la ciencia, sino que busca transcenderla o antecederla. La función ideológica, se manifiesta en el texto como un afán que tiene el escritor de persuadir con respecto a su manera de valorar las cosas. La ideología  no consiste en las ideas específicas, sino en los procedimientos mediante los cuales se analizan los hechos. Se trata de que el ensayista estructure evidencias y argumentos para dejar al final una serie de proposiciones que llevan a un orden moral.


El ensayo como género o como antigénero habito 


El ensayo como género, es clasificado en literario y científico. El ensayo literario es caracterizado por la diversidad de formas y libertad ideológica. Muchas veces se parte de citas, lecturas y de obras literarias, pero otros temas son motivados por costumbres, la experiencia social y reflexiones sobre el deber ser. Es multidisciplinar dado que se apoya en la filosofía, la historia y la política entre otras importantes áreas del saber. Es siempre personal, subjetivo y resultado de un juicio crítico por excelencia, favoreciendo la experiencia estética y emocional de la vida moral de las ciencias. El ensayo científico, constituye una postura fronteriza entre la literatura y la ciencia. Parte de la razón expuesta en reportes e investigación científica y se combina con la imaginación literaria que organiza estéticamente los argumentos. Pretende despertar motivaciones por líneas de investigación y explorar más a fondo la filosofía de la ciencia.


El ensayo como antigénero, es una postura de contracultura, que busca formas radicales alternas de expresar, criticar y profundizar. Propuestas que fusionan la poesía, la narrativa, las argumentaciones objetivas y subjetivas. Son la expresión de la búsqueda de la libertad como sentido de innovación literaria y científica.


El ensayo como forma discursiva


El discurso de un ensayo puede ser objetivo o subjetivo, poético, histórico, de argumentaciones narrativas, …, pero, siempre será a título personal del escritor. El ensayo fusiona todas las formas de discurso literario, técnico y científico. Puede ser un diálogo o un monólogo argumentativo.


El ensayo como escritura


El ensayo es una actividad generadora de conceptos complejos estéticos, poéticos, técnicos, filosóficos y científicos. La inferencia y su validación construyen la intuición sobre la coherencia del argumento escrito. Encadenar inferencias validadas no puede darnos una inferencia inválida. Si todas las premisas son verdaderas en cualquier situación, entonces también lo son las conclusiones. Validez inductiva y deductiva integran el cuerpo del ensayo. Los ensayos son por su escritura complejos encadenados formados por argumentos subjetivos y objetivos.


El ensayo como producción simbólica


La producción simbólica es, en pocas palabras la apertura de un espacio para entender los nexos entre producción y simbolización, la manera en que cada clase construye y afianza su poder económico mediante la acumulación y renovación del capital simbólico. El ensayo sintetiza lo simbólico vigente que da sentido a la cultura. Con respecto a su objeto de estudio se ocupan, fundamentalmente, de la producción simbólica de la realidad social, tanto en su materialidad, como en sus producciones y procesos. Cualquier cosa que pueda ser leída como un texto cultural, y que contenga en sí misma un significado simbólico socio-histórico capaz de disparar formaciones discursivas en la sociedad, puede convertirse en un legítimo objeto de estudio: desde el arte y la literatura, las leyes y los manuales de conducta, los deportes, la música y la televisión, hasta las actuaciones sociales y las estructuras del sentir. Esto quiere decir —como ya han señalado muchos— que es un campo que no puede ser definido per se por ciertos temas, sino por el acercamiento metodológico y epistemológico a dichos temas.



El ensayo como prosa crítica


Es frecuente que el ensayo no evada el saber crítico de nuestro espíritu, cuya alegría en el acto experimental, simplemente es una necesidad de su ser artístico, su método. Queremos decir algo más, el ensayo es la forma de la categoría crítica de nuestro intelecto. Entonces, aquel que critica, necesariamente debe experimentar, debe lograr condiciones bajo las cuales un tema se renueve con seguridad, incluso distinto de otro autor, y por sobre todo debe validar la vigencia de su tema, volver a intentar, y con certeza esto ya es el sentido de la variación reducida, cuyo tema vive una experiencia a través de su crítica. Se pudiera poner en marcha una crítica literaria, plantear reglas, principios, así como ha sucedido ya en la antigua poesía con otras categorías; ella debería expresar que en cada buena crítica hay una ley de conservación de variación mínima en el tema - pero esta variación nos sugeriría un lugar en el cual ya sea toda la grandeza o toda la miseria de los temas autoriales en cuestión estarían seguros-. De cualquier manera que la ley aquella de las modificaciones mínimas, bajo la cual el ensayista crítico trabaja, también es el método de su experimento. En este sentido contiene todo lo que cae bajo la categoría de pensamiento crítico: sátira, ironía, cinismo, escepticismo, caricaturización, etc. Así se verá, directamente a través de la preferencia del ensayo, que el crítico es natural en la confinidad entre la creación y el estadio estético por un lado, y por el otro entre la tendencia y el estadio ético. 


3.1.1. Leer


Leer es un proceso automático una vez que lo aprendimos, se llama efecto Stroop, es la actividad cerebral de inferencia semántica en un proceso de lectura. Son estas inferencias las que generan un proceso psicológico de presencia de un habla a través de las palabras escritas, llama a esto Goodman “adivinación psicolingüística[15]” . Expliquemos el por qué hacemos referencia a este efecto. La interpretación de la lectura de algún ensayo, depende de quién y cómo trata el texto escrito, pero resulta fascinante que su estructura como propuesta inteligente y organizada, permita compartir la imagen de la mente como una obra abierta a la crítica. Nos queda la sensación que leer es multiplicar las posibilidades de una mente individual, hacer de sus efectos riqueza social, transformar los mensajes escritos de los ensayos en recursos para reformar moralmente a las sociedades que padecen ahora mismo la corrupción y la violencia; la apuesta es que la literatura tiene el poder de sacar de nosotros los ángeles que llevamos dentro, argumento basado en la evidencia reportada por Steven Pinker[16].


Los procesos de lectura son canales de procesamiento en paralelo, léxico, gráfico y sonoro, de acuerdo con el modelo de  Martin (2003[17]), la región cortical activada con entradas de palabras, demuestra que el conocimiento producido como una experiencia, es una asociación de los canales auditivo, visual y semántico (léxico).


Las teorías literarias las podemos categorizar en función del énfasis que les da fundamento, es necesario abordar sus premisas lingüísticas si pretendemos elaborar una propuesta literaria penetrada de una cultura académica vigorosa, que desafíe el sentido mecanicista de la literatura industrializada que hoy inunda la educación en línea. Al presentar un breve análisis de las formas de criticar la literatura, pretendemos impulsar nuestros proyectos de escritura apegados a recursos literarios, superando el discurso espontáneo del lenguaje de sentido común. Las teorías literarias argumentan con categorías distinguibles a la luz del lector (en la realidad), la obra (contexto, código argumental, narrativa, modelo de conocimiento, estilo), el soporte de lectura (medio portador del mensaje, acceso, distribución) y el escritor (perfil psicoanalítico e ideológico del literato). El escritor es un motor creativo motivado y puede ser analizado con o sin su referente histórico. Mientras la obra es un producto que una vez publicada cobra autonomía del escritor, donde su corpus es estudiado en la manera que sus códigos crean significados. El lector se analiza desde los puntos de vista del cómo aporta su experiencia lingüística para llenar huecos al texto, para dar sentido en su lectura en un marco sociológico particular.


Leer es asumir una posición teórica sobre el texto, ya sea formalista, de inmersión, estructuralista y funcionalista, en la que un análisis del texto, se da en función del marco teórico que lo define.


El formalismo se concentra en el texto que constituye la obra (texto autónomo), hace de las palabras de la obra su materia de estudio gramatical, fraseológica, psicológica, estética y en general un análisis detallado de la tradición escrita en la que se apoya el escritor; trabajo que aspira a articular conceptos  de carácter literario en argumentos casi científicos y en los que las poiésis de su abstracción intelectual refleja el texto. El análisis de texto es trabajado como una proeza creativa que expresa significado en cuanto a ser una fórmula argumental (lógica de operadores discursivos) y en cuanto a ser un proceso de carácter metafórico o poético. Esta corriente no hace referencia a la obra con sus referentes al contexto en que fue escrita, por otro lado, sí atiende el significado del texto como un aparato orgánico, donde sus piezas son vitales para su significado, orden y coherencia que contiene su sistémica literaria. El discurso es visto como una trama gobernada por el tiempo que acumula hechos (narrativa). La obra no es vista simplemente como escritos de efecto emocional y racional, se estudia también sus funcionales textuales en el aparato de significación presente en la obra, es el estilo del diseño en la intención de producir significado. En cuanto al arte se analizan su originalidad, estética de sus frases, la presencia de la poesía como recurso de seducción y fijación de emociones, es decir, la psicología presente en el texto. El texto es analizado desde su perceptible terminología especializada, sus referentes teóricos desde donde habla y mantiene coherencia conceptual y además, si el discurso explica, describe, demuestra o seduce. Cuando criticamos la obra desde esta escuela formalista, un texto  es desmantelado en su prosa, en el arte de su creación, se habla del cómo el contenido es enlazado, como técnica argumental y como expresión poética. Se señalan errores de inconsistencia conceptual, de estilo y se realzan las mágicas creaciones dignas de complejidad y belleza para comunicar al lector los mensajes de la realidad o de la ficción. No se enjuicia si el texto atiende la realidad o la ficción, si precisa cuál fue la intención literaria en cuanto a valores humanos, agudeza, honestidad y espíritu filosófico de su propuesta. Al explorar el texto literario se pretende revelar el método, ideas y formalismos que lo entretejen y crean formas estéticas con el lenguaje. Un estudio literario de una obra es la concatenación de todos los factores estilísticos que dan estética al texto, es decir, son los recursos literarios que no aportan en sí una función práctica, sino únicamente nos hacen ver la realidad o las realidades de un modo más allá de la literalidad de las palabras. El estilo ejerce sobre el texto frescura que renueva el compromiso del lector con el texto, produce en nuestras mentes una narrativa ligada por emociones.


El estilo no es una forma normal de la psicología común en el habla cotidiana, es una propuesta artística que renueva en nuestra consciencia las maneras de percibir lo práctico y las sensaciones del acto de vivir el conocimiento. Con el estilo la obra puede hacerse más lenta, dotar al discurso de las menores fisuras temporales en su narrativa, o hacer manifestaciones verbales aumentadas, es decir, la carga literaria o neutralidad emocional dependerán del estilo. La narrativa para no ser texto crudo (texto sin responder a un entramado temporal en su discurso), deberá poseer recursos literarios de transgresión emotiva  dentro del discurso formal del contenido (formal, entendido como lenguaje proposicional). Lo literario equilibra los extremos del lenguaje y su centro para producir significado. Los extremos de lo decible son  las matemáticas (proposición) y poesía (metáfora), en el centro está el lenguaje de sentido común, improvisado y lleno de idiomáticos. Es decir, hablar desde el texto, es interpretar algo colocado en los extremos de lo decible, en el interior de la cultura que habla como referencia y los efectos de las rupturas, colisiones y grietas  en el choque de teorías y sistemas epistemológicos. Se rechaza la industrialización de producción de argumentos y se intenta revelar las funciones estéticas presentes en los textos (modas).


Las obras literarias son matemáticamente modeladas como sistemas dinámicos, con una incertidumbre irreductible, estructuradas por capas de abstracción en función de terminología especializada y de un cambio constante en sus estilos. Sintaxis, ritmo, argumento, estilo, son funcionales textuales que dan origen a capas superiores de abstracción del texto, tales como conclusión, introducción, resumen, planteamiento de problemas, desarrollo discursivo, sumario, glosario, tesauro, títulos, argumentarios, etc. El acto de consciencia de escribir que creó la obra en sí, surge y se materializa en signos en función de las ideologías del escriba. Los términos, nos referimos a los significados que gobiernan los sentidos que expresan las palabras, afirman la manera y profundidad en que hablamos de algo, además, muestran los intereses del escriba que apropió los términos en el más libre  juego de valores  en los que integró un juego de puntos de vista.


La teoría de inmersión explica cómo los lectores reciben un texto. Las obras son tomadas como realidad cuando cobran existencia en el acto de lectura. Desde esta teoría el lector no es un agente estático, pasivo o concreto, es más un individuo dinámico que aporta al texto su experiencia para dotarlo de significado. Cada frase es decodificada en función de los intereses del lector, los huecos en los textos el elector los llena en automático sin que podamos determinar de qué manera lo hará.  Los huecos son resueltos con el contenido de nuestra consciencia, tengamos presente que la mente es la fuente del acto de producir significados a un texto. Las proyecciones que provoca un texto en el lector son inmersiones, algo parecido a lo subliminal, efecto que provoca residuos en el lector, es decir, de acuerdo con Harold Bloom[18], se trata de una  aseidad de la  influencia, es construir el texto desde la capa simbólica a la capa sublime. La inmersión es de acuerdo con el físico teórico Heisenberg: “el observador cambia la cosa observada”. Cuando los teóricos de la literatura afirman que un texto ofrece una variedad de significados, según los gustos y los prejuicios de los diferentes lectores” pag. 13[19]. 


La inmersión es un estudio psicológico de los efectos que produce un texto en un lector, el propósito es alcanzar en los textos una variedad de narrativas que construyan palabra a palabra el interés del lector en el texto, no se trata de relajar su rigor, sino de crear caminos literarios alternos para llegar a algo parecido a la complejidad de la imagen que quiso expresar el escritor. Siendo las palabras representaciones de alguna realidad imaginada,  los teóricos de la inmersión estudian su recepción en los lectores, para a partir de este conocimiento diseñar estrategias literarias que recreen estas portadoras de inmersión. La literatura de ficción ayuda a los lectores a desarrollar la capacidad de crear imaginarios. El lector conforme lee ajusta sus puntos de vista, por ello leer siempre es aprender algo nuevo, la lectura nos reconfigura nuestros propios recursos argumentales, cada frase ajusta nuestra expectativa e interpretación textual. 


Los textos son objetos de laboratorio social, que crean comunidades de interpretación. Los textos literarios no son lenguaje común (vaguedad), dado que refieren a realidades más profundas que el lenguaje normal, la metáfora y la proposición sostienen en sus entrañas mensajes más allá del sentido superficial. Un texto es un corpus de frases, parágrafos en torno a un metaargumento (argumento índice de la obra), cuyas unidades de información el lector encadena en su lectura para descubrir otros niveles de significación, razones y emociones son vías  para acceder a estos mundos objetivos de hechos mentales, el lector entonces hace el conocimiento, no lo encuentra, es decir, el aprendizaje como desarrollo gradual está definido por las necesidades del lector. 


Los textos en línea poseen gracias al hipertexto el atributo particular de vincular de manera inmediata un mayor sentido  en cuanto a que se relaciona con el origen y desarrollo de sus concepciones. Un lector eficaz es la evidencia de la competencia superior de la literatura con que interactúa, el hecho que los lectores respondan a palabras, frases, parágrafos, sean o no literarios, nos plantea la necesidad de modelar teóricamente el proceso psicológico de inmersión más allá de los códigos. En el proceso de recepción de un texto, su posible inmersión estará en función del esfuerzo del lector y nadie más es responsable de la voluntad de ser y de saber, el texto no es nada sin la aportación de sentido que realiza un lector.


La teoría estructuralista, viene a renovar el debate sobre el autor, lector y la obra escrita, de tal manera que revoluciona conceptos de función de verdad en el discurso literario, expone un nuevo sentido para la idea de escritor basado en el punto de vista de un profesional que despliega textos en función de otros textos. El mito de la obra de texto producto de un escriba en una burbuja aislada se cae ante los argumentos de los estructuralistas, que afirman que el autor ha “muerto” y que la verdad  no es la función de la obra literaria, sino la creación de nuevas realidades. El escritor mezcla de manera original textos para producir nuevos textos, la fuente de un texto no es el individuo humano sino el acervo universal de textos. Se precisa que el lenguaje  es un sistema de signos, la lengua es la imagen social del lenguaje y el habla es la creación particular de mensajes de un individuo dentro del sistema de signos. El habla de un escritor es una forma particular de utilizar palabras para producir mensajes desde una realidad a otra. Los estructuralistas además, precisan que icónico es un signo semejante a lo que refiere; por indicador los signos están referidos a sus causales, y símbolo, signo que se relaciona de manera arbitraria con su referente. Esta teoría  asume que la obra literaria tiene más valor por el hecho de contener más conocimiento que organiza la información disponible que en los textos no literarios, sus métodos aumentan el rigor de las estructuras de información que crean sentido, desde el fonema hasta el más alto nivel de abstracción como lo es la textualidad. Los estructuralistas ponen a tambalear la idea de que el lenguaje sea literatura, al asegurar que la estructura del lenguaje no es idéntica  a la estructura del habla de la literatura, que literatura es más que gramática. La narrativa no depende de la estructura del lenguaje, sino de la capacidad de manejar tiempos en el discurso para hacer coherentes los eventos, personajes, diálogos, psicología y el conjunto de ficciones que dan cuerpo a la obra literaria. Así, la sintaxis como mecánica de frases expresa el estilo de las reglas narrativas. La estructura de las frases es la unidad funcional del lenguaje narrativo, la secuencia de operadores lógicos no es la única presente en su construcción, además, hay una secuencia lógica del manejo del tiempo, determinado por la arquitectura biológica del cerebro que auto organiza los mensajes en función de emociones y en segundo plano en términos de razones. La proposición como frase evaluable en términos de falso y verdadero, constituye la unidad narrativa en la ciencia y la tecnología; así como la metáfora es la suprema  en la poesía.  Metáforas y proposiciones elevan los efectos de inmersión del lector, organizadas en una narrativa o secuencia de texto, que autorregula en significado a sus palabras en forma de contexto. La categoría historia  refiere al discurso de eventos de una narración de ficción; el discurso por otra parte, es un texto donde se es consciente de la voz que está hablando, del tiempo y el modo.  Rolanh Barthes  asegura que la inspiración de los escritores no es técnica,  viene del habla de otros textos.


La teoría literaria funcionalista, enriquece la discusión sobre el texto, al dividirlo en sustancias y planos de expresión, el contenido es visto desde este marco teórico como un sistema orgánico, donde sus elementos corresponden a funcionales textuales, por ejemplo, las figuras de los funcionales introducción, conclusión, resumen, minitexto, marco teórico, métodos y materiales, …,  permiten dar forma al metadiscurso, hacen posible textos complejos en estructura, proporcionan los funcionales para un espacio de expresión de significados, administrados en el tiempo de lectura, que provocan que la ausencia de una unidad funcional desvanezca  el todo orgánico de un texto. Por ejemplo, al cancelar el funcional de métodos y resultados que juegan en el artículo científico un paradigma sustantivo de exploración de la realidad, también anulamos el modelo de conocimiento, es decir, orgánico posee el atributo de unidad de contenido autónomo, concreto y autosuficiente para ser un modelo epistemológico válido. Modelos modernos orgánicos, podemos citar al blog, al mensaje SMS (sistema de mensajes cortos), chat’s, que son formas de contenido con funcionales que definen su propuesta orgánica. Por ejemplo, los funcionales del texto de mayor abstracción tales como, proposición, vaguedad y metáfora; o los categorizados oración, frase, párrafo, parágrafo, títulos, subtítulos, citas, referencias, índices, hojas de copyright, epígrafes, autor, editorial, fecha, lugar de publicación, declaración de derechos de autor, …, claramente son dos dimensiones de funcionales textuales, los primeros operan a nivel de producir conocimiento estructurado y los segundos, son las estructuras de información que empaquetan y definen la figura orgánica del texto. 


Otra clase de funcionales textuales que son de menor abstracción a los dos anteriores,  son los operadores en el discurso, que juegan el rol de dar coherencia y complejidad discursiva a un texto literario. Al más bajo nivel funcional, aparecen los conceptos lingüísticos verbo, sustantivo, proposición, artículos,…, como generadores dentro de una gramática que los hablantes profundizan en sus posibilidades para producir significado. 


3.1.2. Códigos de ética en la escritura


La ingenuidad de pensar que escribir es un dictado directo de Dios a nuestros oídos, sin duda, este prejuicio de escribir con “propias palabras” ocasiona frustración al novel escritor. Es necesaria una formación organizada entre adecuación, coherencia y cohesión del texto, para agudizar la percepción, la reflexión y la experiencia del habla escrita; desde luego que el lenguaje común nos proporciona recursos discursivos para expresar las ideas, sin embargo, aseguramos que no es suficiente para la creación original de textos con valor literario y científico. El lenguaje de la ciencia, la literatura, las matemáticas, la tecnología entre muchos otros, nos ayudan a ver más profundamente en la realidad, estar en contacto con ellos, es aprender a pensar a hombros de gigantes, escribir es una cierta reorganización de nuestro pensamiento dentro de la lectura atenta a otros textos. El ensayo es el medio para esa reorganización, es vivir su confección dentro de un proceso de escritura que nos exige más rigor para nuestras ideas, más sensibilidad para con la vida y más poesía para con la experiencia de vivir lo humano.


El valor del ensayo para una sociedad, radica en que refleja la voz interior de una sociedad que nace en la condición individual de quien observa, describe, conceptualiza, argumenta, siente, seduce los sentidos de su existencia y comparte su vida a través de la palabra escrita. En la escritura del ensayo, el escriba es el personaje central del texto. Esta individualidad es el estilo que garantiza originalidad de la obra escrita, es el atractivo para el lector que con respeto y no con sumisión lee hurgando en las razones de una inteligencia que explora intentando agotar la existencia, que creó el ensayo y se preguntó sobre lo que es necesario decir y con qué palabras reflejar su mente en letras.


El ensayo es la actividad de producir significados a un ritmo marcado por la sensualidad con que vive el escritor, en otras palabras, es un análisis existencial del contenido de la experiencia de las maneras insertas de nuestro ser en el mundo, y de resueltos e irresueltos de nuestros infiernos más profundos bajo la piel. 


El sentido en el ensayo se despliega como una manera de concebir las propias ideas a la luz de las ajenas; reconocer en términos axiomáticos, de lo humano y de la propia condición socrática: saber solo, no saber nada. El ensayo es una batería de preguntas con la inteligencia de llevarnos a la frontera de lo decible, por un lado los límites de la proposición matemática, y por otro, la metáfora haciendo de la poesía un viaje profundo a nuestro yo. Si bien el ensayo es un paso que no agota la realidad, la existencia o el consenso de verdad, aseguramos apreciable lector, que sí provoca ver con nuevos ojos y sentir con un nuevo corazón a los que lo crean y lo leen.


La existencia y sus sentidos no aparecen como lenguaje simple, son las palabras cuya gramática es la vida y son producto de una interpretación transformada a la luz teórica, práctica e inspirada por la entelequia pulsión de un explorador. Es una psicología de lo imago, es decir, de la imaginación comunicable por medios simbólicos, la imagen creada dentro de la razón, las emociones y el arte de lo humano. La realidad es un conocimiento creciente sobre alguna parcela compartida por las inteligencias humanas. La realidad es creada con ayuda de la tecnología escrita y el resto de las tecnologías materiales, como plataformas de observación, medición, análisis y lógicas de lo real. Los asuntos de la realidad son conceptos que se mueven en el nivel de lo eficiente, lo medible, lo relevante y lo controlable; mientras los asuntos de la verdad, son conceptos que en complejidad tejen argumentos que aspiran a ser tan sólidas hipótesis que resisten hasta los más rigurosos escrutinios del grado asertivo que expresan. La verdad es la correlación entre lenguaje y realidad, sea lo que sea eso llamado realidad. Entre las páginas de los ensayos queda como testigo el acto de escritura como creación de ImagLec3 de lo real y de lo literario, testigo de la paciencia de un juego de resignación, autocensura, toma de decisiones y provocadoras ideas de quien no se engaña a sí mismo.


Lo literario es un espacio de prosas en las que una unidad narrativa alberga esferas de una ficción sin igual, de una reinvención de la psicología humana y de personajes como nacidos de una esquizofrenia controlada por estados de imaginación. El ensayo literario se mueve por dentro del lenguaje, se concibe como el espacio infinito de significados y se expresa como vivencia de las posibilidades del ser. Mientras el ensayo científico tiende a estar por encima del lenguaje, lo observa como herramienta de correlación con un orden supuesto fuera de la mente, es decir, conocimiento a posteriori que emerge de pruebas de razón. El ensayo literario es una suerte de viaje de ficción que compite con la realidad al grado de crearla, resultado de la búsqueda del escritor de inevitable consciencia mortal. El ensayista científico identifica estados de verdad (premisas) en la literatura propia (artículos, revisiones, tesis, ensayos, suplementos, patentes) de las comunidades epistémicas (comunidades que comparten marcos teóricos de observación) y métodos de exploración de la realidad.


El ensayo científico es el planteamiento que justifica un problema compartido por una comunidad de conocimiento, el reconocimiento de las variables que intervienen, su correlación y los vacíos teóricos de explicación; son los sustantivos de este tipo de ensayo, que para un novel es la antesala de aprender a pensar como lo hace un científico.


El ensayo literario es una voz vencida o heroica que acusa de ser en el mundo una conciencia con la agudeza desde sí, para hablar sobre la realidad que visita su imaginación. No es un profeta el que lo escribe, es un valiente que dominó sus temores a leer, como dice Manguel Alberto:


“Desde siempre, el poder del lector ha suscitado toda clase de temores: temor al arte mágico de resucitar en la página un mensaje del pasado; temor al espacio secreto creado entre el lector y su libro, y de los pensamientos allí engendrados; temor al lector individual que puede, a partir de un texto, redefinir el universo y rebelarse contra sus injusticias[20]”.


Quien pretende escribir ensayo debe desarrollar su conciencia crítica en cada paso de su flujo de texto, es decir, construir argumentarios para cada nuevo proyecto de razones en el que la lectura es la tarea esencial del oficio del ensayista, por ejemplo R. Martínez Conde lo expresa de bella manera así:


“Leerle es confirmar el tiempo, la realidad y la vida, y confirmarnos a la vez a nosotros mismos como referente y destinatario (de todo lo cual habremos de salir purificados) de un discurso tan alto como los árboles más verdaderos y tan necesario como el mar que nos acuna; tan grave como pueda exigirlo el hombre que sufre y tan alegre como pudiera expresarlo una mujer feliz[21]”. 


En el análisis de texto se aborda la idea de argumentario como modelo documental de premisas (estados de verdad), con el fin de ser la plataforma desde donde el escritor reflexiona a hombros de gigantes. Al leer otros textos que hablan sobre nuestro objeto de estudio, voces que dedicaron la vida para explorar y explicarse alguna realidad, conseguimos hablar de grandezas que se nos revelarán al superar mucho de lo que ignoramos. 


El escritor de ensayo rompe las reglas de los sistemas racionales con que otros autores explican la realidad, su escritura es un actuar lógico en el que no hay fórmula, los modelos de referencia de esta lógica son los propios textos que leemos. La lectura de textos nos educa sobre las maneras de escribir, recursos argumentales y estilos que podríamos apropiarnos sin tocar la semántica de los discursos. Las técnicas de la escritura están presentes en los propios textos que leemos, sin embargo, el deseo de argumentar, de narrar, de ensayar debe en principio estar presente en el escritor, de lo contrario es hacer escritura que resultará irracional. Nadie nace escritor, sin embargo, no hay escritor que no lee, ser creativo en la producción del texto es resultado de formular palabras sobre lo imaginado dentro de un entorno de otros textos. La formación académica es necesaria para producir un escrito como una actividad intelectual y un procedimiento técnico que añade palabras y frases en un flujo dentro de estructuras complejas del pensamiento. Las estructuras complejas del pensamiento están en los textos de esos grandes ensayistas consolidados a lo largo de la historia. Hay aspectos al margen de la educación escolar que solo leyendo podremos hacernos de ellos. 


Los talleres de escritura creativa, comúnmente no son transferencia de información, son más bien compartir la experiencia de la actividad literaria. El presente texto es de este tipo, el cual no pretende exponer una receta, sino una experiencia literaria que pueden vivir los noveles en la escritura del ensayo. Escribir es para nosotros descubrir lo profundo del pensamiento, otras realidades, las posibilidades insospechadas de lo que se puede hacer con proposiciones, metáforas, parágrafos, argumentos y conclusiones en un tejido con texturas de prosas distintas. El descubrimiento es producto de vivir con intensidad la crisis en la búsqueda de significados, de sistemas de explicación y de escribir imitando fórmulas presentes en otros textos, el proceso de este descubrir es lo que permite encontrar nuestra propia personalidad en el habla de nuestros escritos o llamado estilo. 


Nuestra postura de educar en la escritura del ensayo, es reconocer que el talento es resultado de aplicarnos en un proyecto de escritura en constante lectura intertextual, es decir, como resultado de vivir la lectura entre muchos textos. El novel tiene que estar dispuesto a hacer del acto de escribir la búsqueda de sentido de su propia existencia, en este flujo de texto compuesto de cada jornada de trabajo, nos formamos como pasos buscando libremente desde el campo de las letras la reflexión y el talento como desarrollo de una vocación necesaria para conocernos a nosotros mismos. El escritor de ensayo tiene presente que escribe como un desafío intelectual y como una necesidad de despertar pasiones en su ser. El ensayo no está pensado en dar gusto al lector potencial, antes debe resolver para el propio ensayista el cultivo del gusto por la palabra escrita. La escritura se convierte en compañera, colaboradora y en un medio de apropiación del conocimiento. No es difícil lograr sentir así a la escritura, cuando de ella notamos nuevas realidades, conceptos y cultura que antes ni siquiera podíamos ver. Un día en la lectura de una novela, otro, en la lectura de un poema, otros en la lectura de artículos científicos; escribir todos los días, practicar como un deporte o tocar el piano; caminar más lento cuando se nos revelan musas o conocimientos para conocernos; todo lo científico, cada parcela de la tecnología, cada tragedia, cada risa, cada mirada, cada traición, cada injusticia, cada sueño puede ser literatura, pero antes deben ser de nuestro interés para no quedarnos en la superficie de las apariencias. 


La escritura es un medio de comunicación para expresarnos, pero escribir ensayo es un medio para conocernos hasta el punto interior de renovar de golpe quienes somos; en este proceso de palabras escritas, la energía que los mueve viene de la voluntad más profunda de conocer y ser. Un taller de escritura de ensayo puede ayudar al novel, siempre y cuando esté convencido de formarse en la palabra escrita con la necesidad clara de existir como voz original que habla al mundo. 


En las calles de Morelia, Michoacán, como en otras muchas ciudades podemos observar pintas clandestinas fuera del universo de los signos, son una manifestación subterránea que revela la necesidad de muchos jóvenes grafiteros de decir su malestar, de denunciar su falta de oportunidades, de decir no soy una sombra que solo existió en la estadística gubernamental. Pensamos que el ensayo para ellos puede llegar a ser la voz propia para ganar un lugar digno en el mundo. Los efectos de la escritura son muchos, nuestro interés es promoverlos con toda nuestra existencia.


Cuando al día siguiente tenemos un encuentro con lo que se escribió apenas un día atrás, sentimos muchas veces que aquello que se escribió era bueno, pero ya no parece tanto. Este efecto nos advierte que la escritura es un proceso de revisión constante en la búsqueda de huecos en nuestro discurso, fallos de gramática, palabras inadecuadas para nuestra intención semántica y el perfeccionamiento de nuestra habla al grado de reflejar nuestra personalidad. Estar frente a una página en blanco, es sentir la experiencia de estar al borde de un abismo de posibilidad, que solo la escritura lo puede revelar, es la llave secreta que insospechadamente hace que los dedos en el teclado prolonguen la conciencia y los sentidos que damos a la existencia. 


Una hoja en blanco no es nada, y ese nada, si nos atrevemos a escribir puede convertirse en la afirmación del sentido de nuestra existencia; de lo contrario, el vacío nos habitará y padeceremos vivir como en una novela sin historia, en una canción sin letra, en una demostración matemática sin axioma o en un programa de computadora sin algoritmo.


En el estudio de la escritura del ensayo, pretendemos que los textos que lo acompañarán en este mágico viaje, podamos discutirlos lo suficiente para que construyamos un terreno común para aprender la escritura del ensayo. La página vacía es nuestro punto de partida, pero para nada le consideramos novel escritor de mente vacía. Hablando como producto de ávida lectura, nos dirigimos al novel escritor con el ánimo de dedicarles el tiempo y el valor de despertarles curiosidad y el desempeño constante de un lector que reingresa a hojas en blanco con letras viejas para ideas nuevas y que explora en caminos de literatura original. Ensayar a secas, es por propia vida razonar, teorizar, conceptualizar y resolver la carencia de imaginación profunda, esa que provoca innovación en nuestra mirada sobre el mundo.


La madurez como progreso en la escritura del ensayo, se logra como herencia de nuestro compromiso con el conocimiento, es decir, perseverancia lectora y escrita de relaciones entre textos que ilustran el aprender a ser otros verdaderamente más vivos como acto de conciencia.


El ensayo crea un conflicto que nace al plantar nuevas ideas y sentires en nuestro ser, nos quedemos vacíos al destruir nuestros prejuicios, el vértigo de lo nuevo cerca al individuo, lo fractura hasta renovar su visión, el tiempo de su escritura desvanece la falsa salida de cortar y pegar texto (es decir, el recurso del plagio).


El autor de un ensayo no habla con sus palabras, sino con las palabras de su cultura, la de todos los que comparten su lengua y los que decodificarán sus significados. Aprendemos de muchos textos, recogemos de ellos muchas ideas, este texto es una invitación a que se inaugure como autor respetando lo dicho por otros, citando y haciendo referencia a sus obras. El mal oficio de considerar ideas huérfanas y venidas de ninguna parte, son actitudes inmorales que debemos superar en nuestra escritura para no crear ensayos vacíos.


El ensayo vacío en su intimidad, es un texto que le faltó confianza a su escriba para tomar el riesgo de expresar su idea a la luz de la de los demás, este es el primer desafío a superar. Octavio Paz como ensayista, poeta y humanista en “El Arco y la lira”, resalta la importancia de expresar conocimiento original para que algo se llame poema o ensayo. La originalidad es una innovación reconocible a la luz de otros textos; es la merecida cualidad necesaria para quien vive originalmente la experiencia de ser escritor, y explicado esto con sencillez, es la transformación a paso corto y lento en la inexorable impureza de la imaginación que nos persigue, palabra a palabra, derrota a derrota debemos levantarnos sobre hombros de gigantes de la literatura, como terreno común que nos disfraza el punto final de cada avance.


3.1.2.1. Plagio, citas y referencias


Páginas y palabras trasladadas, son fragmentos de texto traídos de otros textos a nuestro ensayo, si es un parafraseo este se vincula en el cuerpo del texto con una cita, que hace referencia en una sección del mismo nombre (listas de referencias), son los documentos fuentes que apoyan su decir. Si es una cita textual, es decir, letra a letra una copia fiel del texto fuente, el texto se entrecomilla y de la misma manera se cita y se hace su referencia. Para el caso de citas textuales no se debe abusar de este recurso, de acuerdo con el manual de estilo APA, no debemos usar más de 250 palabras como máximo para no caer en violación de propiedad intelectual. De acuerdo con la ley Federal de Derechos de Autor, las citas textuales no deben ser ilustraciones, sino texto que justifica su presencia mediante un análisis crítico del mismo, es decir, debemos argumentar sobre el texto para que la ley nos ampare la copia parcial de un texto.


El derecho a la libertad de expresión, está regulado en los artículos 6o y 7o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los cuales señalan que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, así como que es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. 


Para no incurrir en faltas al artículo 117, título V, capítulo primero de la Ley Federal de Derechos de Autor, se restringirá la publicación de cualquier obra que tenga copias de otras obras de forma total o parcial.

Artículo 151. No constituyen violaciones a los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes, productores de fonogramas de videogramas u organismos de radio difusión la utilización de sus actuaciones, fonogramas, videogramas o emisiones, cuando:

 I. No se persiga un beneficio económico directo;

 II. Se trate de breves fragmentos utilizados en información sobre sucesos de actualidad;

III. Sea con fines de enseñanza o investigación científica, o

IV. Se trate de los casos previstos en los artículos 147, 148 y 149 de la Ley Federal de Derechos de Autor.

Artículo 148. Las obras literarias y artísticas ya divulgadas podrán utilizarse, siempre que no se afecte la explotación normal de la obra, sin autorización del derecho patrimonial y sin remuneración, citando invariablemente la fuente y sin alterar la obra, solo en los siguientes casos:

I. Cita de textos, siempre que la cantidad tomada no pueda considerarse como una reproducción simulada y sustancial del contenido de la obra.

II. Reproducción de artículos y fotografías, ilustraciones y comentarios referentes a acontecimientos de actualidad, publicados por la prensa o difundidos por la radio o la televisión o cualquier otro medio de difusión, si esto no hubiere sido expresamente prohibido por el titular del derecho.

III. Reproducción de partes de la obra para la crítica e investigación científica, literaria o artísticas.

IV.Reproducción por una sola vez, y en un solo ejemplar, de una obra literaria o artística, para uso personal y privado de quien la hace y sin fines de lucro.

Las personas morales no podrán valerse de lo dispuesto en esta fracción salvo que se trate de una institución educativa, de investigación, o que no esté dedicada a actividades mercantiles.

V. Reproducción de una sola copia, por parte de un archivo o biblioteca, por razones de seguridad y preservación, y que se encuentre agotada, descatalogada y en peligro de desaparecer.

VI. Reproducción para constancia en procedimiento judicial o administrativo.

VII. Reproducción, comunicación y distribución por medio de dibujos, pinturas, fotografías y procedimientos audiovisuales de las obras que sean visibles desde lugares públicos.


De acuerdo al artículo 162, Título VII, de los registros de derechos de autor, de la Ley Federal de Derechos de Autor, las obras que se encuentran en proceso de obtener un registro o sin él se consideran protegidas por la Ley Federal de Derechos de Autor.


El plagio de la obra de texto es pronunciado, por ejemplo, la ministra de Educación de Alemania Annette Schavan fue removida de su cargo, después de que fuera revocado su título de doctora por comprobarse el plagio en su tesis. De acuerdo con la Real Academia Española plagio es copiar obras ajenas haciéndolas pasar por propias[22]. Para la ley es inaceptable la copia calca de párrafos o frases sin citar su fuente, sin embargo, sus efectos en la educación son devastadores, el investigador de la UNAM Manuel Becerra Ramírez en “El trabajo académico, plagio y derechos de autor” concluye[23] :


“Definitivamente la academia no gana nada con el plagio, solo produce simulación, engaño y estancamiento o retroceso académico”. 


La experiencia del plagio derrumba carreras, en muchos el plagio es simulación de nuevos textos por ejemplo Rodolfo Santander J. (1999) Escritos. Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje, nos. 19-20, pp. 205-232[24] es producto de un cortar y pegar del texto Desarrollo moderno y nihilismo”, Elementos, no. 38, vol. 5, enero-marzo de 2000, pp. 9-19[25], disponible en http://www.elementos.buap.mx/num38/pdf/9.pdf, que proviene casi íntegramente del texto anterior publicado.


Sea el plagio copiar obras ajenas o simular un nuevo texto, esto es grave para una sociedad. Las tareas escolares asignadas a los estudiantes relacionados con producción de textos, están haciendo agua entre lo generalizado del plagio, por ejemplo el 61.1% de los estudiantes españoles reconoce practicar cortar y pegar contenido Web (plagio) como recurso para trabajos escolares[26]. Algunos atribuyen este efecto a los recursos de Internet[27], nosotros consideramos que es una crisis en la formación en la ciencia del texto, en materia de teoría literaria, epistemología y técnicas de escritura en un contexto ético escolar. 



Cortar y pegar como síndrome de frustración del acto de escritura


La letra escrita que nació muerta, es ese copiar literalmente, pasándonos por autores del texto que es presentado en la actividad académica. Es citar la referencia, entrecomillar fragmentos de menos de 250 palabras y no aportar nada para justificar su presencia en nuestros textos, una crítica que justifique su empleo. Es mantener la misma secuencia de frases de un párrafo, solo presentando traducciones o parafraseo citando o no la referencia. Es cambiar por sinónimos unas palabras por otras manteniendo semántica y flujo de la oración igual a la original. Es parafrasear sin reconocer la fuente de autoría, sin embargo, parafrasear es correcto mientras refiera al sentido del autor y se realice la cita y referencia correcta al texto fuente. Es referir datos ajenos sin citar la fuente, o es citar y hacer referencias en el texto sin que estos correspondan en lo individual con lo que se menciona en el texto.


La letra escrita que nació muerta, la reconocemos cuando un escriba nos dice: ya terminé de escribir mi texto, solo me falta ponerle referencias y citas para que cumpla con el requisito académico que se me exige. Internet influye en el plagio en la medida que lo hace más rápido en el cortar y pegar, sin embargo, pocos saben que Internet es una herramienta poderosísima para revelar actos deshonestos como estos. En seguida listamos una serie de aplicaciones para valorar un texto en términos de su originalidad literal.


3.1.2.2. Herramientas libres para detectar plagio


Google, Google Scholar, Yahoo entre otros. El análisis de originalidad lo podemos realizar frase a frase en los navegadores de Internet; hay dos maneras, cuando queremos evaluar una frase como copia al carbón (copia literal) y cuando la evaluamos por semejanza en la combinación de sus palabras. Por ejemplo, para el primer caso, coloque la frase a evaluar en el navegador Google entre comillas, de encontrar registros de una copia a nivel internacional, desplegará la evidencia de plagio. En el caso de semejanza de una frase la navegación se realiza con frases sin comillas, desplegando desde la mayor coincidencia a la menor para que juzguemos su originalidad. Tenga presente que las revistas y libros ahora mismo se están digitalizando en escala mayor con lo que cada día será más difícil burlar la identificación de plagios.


Plagium (http://www.plagium.com). Si requiere trabajar con párrafos y en diferentes idiomas, este es un recurso en línea excelente para evaluar originalidad como indicador de baja coincidencia de plagio.


SeeSources (http://www.plagscan.com/seesources/analyse.php). Este sistema rastrea documentos en la Web similares al incorporado en el análisis de la herramienta anterior. Tiene la desventaja de requerir inspección a mano de las coincidencias reportadas dado que no nos informa del número de palabras por frase que coinciden. 


Lo más grave del texto cortado y pegado sin cita o referencia, es que los estudiantes ahora mismo generalizan esta práctica ante la falta de recursos de control de los profesores[28]. Un esquema de sanciones, códigos de honor, comités de evaluación de originalidad son políticas que se implementan para regular el plagio de texto académico. Sin embargo, el formar en el manejo de herramientas informáticas de reconocimiento de patrones textuales por parte de profesores y al estar enterada la comunidad estudiantil de este uso y de las consecuencias de incurrir en actos de plagio, creemos que es la solución, para que cada vez más estudiantes atiendan más el respeto a la propiedad intelectual y exijan otros cursos académicos de apoyo para dominar la ciencia del texto[29]. Esta idea es congruente con la estrategia implementada por la prestigiosa Universidad de Oxford, esta universidad inglesa para erradicar el plagio académico y revalorar la actividad intelectual rigurosa como expresión de calidad de la educación de un sistema educativo, implementó controles y sanciones para esta práctica del cortar y pegar con fines de plagio. Su éxito es tal que su editorial Oxford University Press[30], es la fuente de financiamiento principal con que sostiene todas las operaciones de la universidad. Por ejemplo se cita:


“En la actualidad, 4,7 millones de alumnos españoles estudian con un libro de texto de Oxford y más de 200 medianas y grandes empresas españolas son ya sus clientes[31]”.


Utilizar la información de la Web, es reconocer en ella premisas, teorías, hipótesis, conceptos, definiciones, datos, autores, en fin, utilizarla para argumentar la realidad, diseñando la estructura del documento a escribir, elaborando sus cuerpos de texto, citando y referenciando a las fuentes originales que hicieron público ideas y datos.


Descubrir las relaciones entre distintos textos, reflexiones en sus fundamentos, hacer inferencias intertextuales y conclusiones, son las actividades intelectuales más dignas y profesionales en la composición de un nuevo texto; atender estas competencias cognitivas es fundamental para desalentar el plagio de textos. La propia experiencia original de conocimiento, es la mejor fuente de garantía de lograr crear un texto original, para ello aquí promovemos una ruta crítica y emocional para lograr ensayos que no nazcan con letras escritas ya muertas por la deshonrada práctica del plagio.


3.1.2.3. El vértigo de la página en blanco


La manera en que vemos una página en blanco determina nuestra actitud sobre de ella, si le estimula o incita a crear algo, a descarrilar la monótona vida diaria, o a edificar una nueva experiencia, creemos que se está por el camino de las letras. La página en blanco, es la exquisita plataforma para vivir un proceso privado, donde la inteligencia se maneja en aproximaciones entre relaciones de palabras que intentan ser las más precisas para expresar el sentir y el pensar. Al escribir en la hoja en blanco, nos sorprende cuántas cosas inservibles delineamos y borramos después de un proceso más riguroso de revisión, son las mismas palabras las que nos dicen si logramos hablar con el arte de interesar a otros por nuestra imaginación. La hoja en blanco espera que las palabras en su orden sorprendan de golpe, no por su significado en sí mismo, sino porque inventan nuevas formas de explorar las realidades. Somos dueños de esa página solo una vez que en ella hemos superado la ignorancia en al menos una pizca sobre la superficie de lo investigado. La página en blanco una vez con sombras de letras en su seno, nos exige regresar a localizar si los conceptos que empleamos redujeron o ampliaron el orden de las ideas en las que nos apoyamos. 


Cuando frases en la página se observan vacías, huérfanas, secas, sin el color del discurso que nos propusimos, es momento de borrarlas aunque con ello eliminemos el registro de cómo la escritura es ir y venir sobre el texto hasta lograr escribir con valor y con el oficio de atrapar ideas. El vértigo de la página en blanco se vive en el titubeo de resolver el comenzar a escribir, de lograr la concentración, de hacer sensible la imaginación más allá de los ruidos de nuestra casa, escuela, biblioteca o cualquier otro flujo de información que compita por nuestra atención.


Dejemos en las entrañas de la página en blanco nuevas realidades en forma de texto, son el resultado de generar ideas que surgen como un bullicio en nuestra mente, de las cuales algunas son muy débiles y morirán pronto, otras observadas a la luz de la literatura se nos muestran con exigencia, nos imponen su presencia y nos dicen que ellas son las que debemos escribir. La autodisolución, es la experiencia de remover ideas por otras mejores, no superar es desafío, es atrofiar nuestra escritura, es temer a la vida; la escritura es el resultado de la cicatrización de esas fracturas en nuestras creencias. El terror al escribir se puede resolver si consideramos que el oficio donde muchos sueñan y pocos logran empapar sus ideas con el encuentro con otros textos, requiere de otras hablas necesarias para fortalecer nuestra fragilidad en la existencia. La página en blanco es el lugar de lo posible, no destruyamos lo erótico, ese ritmo con el que vive nuestro ser en la sociedad, él es el motor de nuestra escritura. Nos preguntamos al vivir la palabra escrita dónde quedó todo aquello que pensamos y no hizo raíces en nuestro texto, dónde están las ideas que no recordamos y dónde estarán las que buscó para borrar el lado oscuro del alma. El lado oscuro es vivir solo describiendo, dejando de lado persuadir la inteligencia y las emociones en busca de nuevas fronteras a lo decible. 


Cuando nos bloqueemos frente a la página en blanco, ¿cómo lo resolvemos para seguir escribiendo?, sugerimos que es en la lectura donde podemos renovar nuestra pasión para seguir escribiendo, es hacer del momento de escribir, no el momento de revisar, criticar y sufrir por el cómo lo evaluarán nuestros lectores; es hacer del acto de escribir una técnica como medio para hacer de lo imaginado algo atado a la página en blanco, es el proceso de creación. La escritura del ensayo no se puede enseñar, pero sí se puede aprender. Lograr un estilo literario no se puede enseñar, es algo que solos debemos enfrentar con aprendizaje, promovemos que el asunto central para la virtud de escribir, sea la valentía de reconocer y atender nuestras limitaciones en materia de teorías del conocimiento, de la literatura, de la argumentación, de la poesía y la ciencia. En otras palabras, la valentía que se exige para la escritura del ensayo, persigue con tal determinación las cosas que escapan a nuestro entendimiento, que ese viaje entre textos sea un convertirnos, interesados profundamente en quién somos y el contestar el por qué no debemos ser indiferentes a todo lo que acompaña a nuestra vida corta y compleja. El límite de la creación no es la técnica de escritura, sino la innovación en el escritor, es decir, el que escribe ya es un autor, pero no un escritor de ensayo. El ensayista es un creador de un espacio dentro de páginas donde cabemos muchos para ver la selección de las ideas que tomó para sacudirse la pobreza de su mirada; el trasplantar ideas de otros, sentencia su texto a elevar su escritura a hombros de gigantes. El ensayista habla con hablas prestadas de una nueva idea en la frontera de lo indecible, por falta de memoria de trabajo el que escribe ensaya imitar la riqueza de otros textos para hacerla propia, estas serán sus herramientas literarias para producir el texto. Imitar la riqueza de otros textos, es el mejor eje pedagógico del taller de escritura creativa; riqueza necesaria para escribir ensayos con la fuerza de revelar la lectura y cultura desde donde habla el escritor.


La propiedad intelectual más allá de un asunto legal, en la educación del ensayista es la libertad de pensamiento que reconoce hablar con otros pensadores, de imitar la riqueza literaria de otros textos, de apropiarse de otras experiencias de sentimiento y de reconocer el juego dentro de lecturas con el que da forma a su propuesta. La lectura de otros textos no se hace para ser servidumbre de sus ideas, para ilustrar nuestro texto, sino para la desidealización de pensamiento creído perfecto en libros sagrados con palabras de verdad eterna. 


¿Qué se oculta dentro de las sombras de letras de las hojas en blanco conquistadas por nuestra escritura?, ¿es quizá lo que intenté ser y simplemente no logré ser?


Ensayar es ir un poco más allá de lo ya dicho por otros, recorrer nuevos caminos con viejas palabras intentando la plenitud de un texto como sustancia textual. Lo textual es unir la reescritura de otras hablas apropiándonos de una unidad global de significado. La actividad de escribir cobra identidad y distinción sobre el que la escribe, es adherir ideas a nuestro ensayo, es acarrear otras experiencias a la nuestra, logrando no dejarlas deambular solas entre nuestro texto. Cuando leemos nuestro propio ensayo debemos reconocer el poder de una nueva interpretación, de ello depende decir que el ensayo está listo para dejarlo volar y sea criticado si es favorecido por lectores atentos. El ensayo es la inspiración de búsqueda de significado antes que solo seamos olvido, lápida o ceniza sin ciencia, sin título académico y ya no haya más razones ni palabras cuestionando y provocando seguir viviendo. 


Escribir ensayo hemos dicho, es valentía de reconocer que siempre es más grande la verdad y la realidad que se queda fuera de nuestro texto. Supongo apreciable lector que está juzgando el por qué seguimos expresando reflexiones sobre escritura y ensayo en lugar de abordar técnicas, le confesamos que nuestra idea de arte, ingeniería, ciencia o literatura pasa por la definición de ser inspiración profunda que nos exige de primera línea, conocer el escribir descubriendo nuestras limitaciones e infiernos por debajo de la piel.


Por ejemplo, enseguida en un solo párrafo intentamos ensayar el problema del uso de la tecnología en la educación sin sustancia pedagógica.


La tecnología en la educación no puede ser la sustancia aunque muchos se esmeren en su eslogan de equipararla con un cambio de pensamiento pedagógico. Baste con ver cuántas notas periodísticas inundan hoy los medios con avances educativos basados en la entrega de computadoras y otros artificios tecnológicos; son la evidencia de la demagogia y la incapacidad de ensayar nuevos horizontes de formación de la integridad de lo humano. Basar la educación en la escritura del ensayo, no es una forma exótica de ver la educación o un retroceso a lo clásico, es reconocer que debemos superar la formación de hombres utilitarios y serviles de ideas eternas ajustadas para el mercado económico. El vértigo de la página en blanco es tan fuerte que muchos prefieren simular, llenándolo de información que no alcanza a expresar conocimiento. 


A través de estas líneas, hasta aquí hemos buscado aproximarnos al complejo significado del ensayo, hemos renunciado a una forma reduccionista de su concepto cuando su propia naturaleza es presentar el mundo siempre bajo otra luz. Resulta difícil elaborar la noción de ensayo, pero resulta más difícil aceptar que la educación institucionalizada lo considere al margen de su importancia formativa, él es como usurpador del espacio de la contracultura.


3.2.3. Arquitectura del texto


Escribir es lograr hacer hablar a las ImagLec3 de la mente, es el encuentro entre un psicoanálisis profundo en búsqueda de descubrir quiénes somos, es lo que nos sucede al encuentro de interpretar verdad, ficción o emociones proyectadas sobre las preocupaciones más profundas que dan vitalidad a nuestra existencia. Si bien Freud orientó el sentido de las pasiones humanas al instinto sexual[32], el acto de escribir es más multidimensional, lo modelamos más en el enfoque de las relaciones sociales con los demás y los efectos de nuestras indignaciones, demuestran lo inagotable del sentido de lo humano. Escribir es la experiencia del yo en un viaje impredecible, un sentido de inferioridad resuelto como guerrero, es decir, como poeta o científico enfrentado al sentimiento de inferioridad frente a la verdad y la realidad. A diferencia de la interpretación de los sueños con Freud, escribir es interpretar ensoñaciones, esos estados conscientes dentro de las profundidades lejos de la comodidad de las apariencias y nuestros apegos. Escribir es habitar en nuevas realidades psicológicas con la conciencia en diferentes planos, con la finalidad de producir puentes de significado donde la personalidad del escritor se diluye en la prosa del flujo del texto. 


Formular escribir, exige definir el modelo de mente en términos de una auto-organización de un lenguaje. Es el grado de concentración dentro de una interferencia incesante sobre las ideas que nos dan identidad, escribir es el auto-acceso a la conciencia que emerge como constructora de significado racional, es el flujo narrativo de una mente que lejos de ser computacional es densamente emocional. Hay quien sostiene que la escritura es la consecuencia de los efectos que empujan a nuestro Yo en la sociedad, dicen que es producto del ambiente que moldea nuestro lenguaje, es la experiencia de percibir los supuestos de la ficción y lo físico, como un reordenamiento narrativo que da coherencia necesaria para ser comunicable y compartido con otros. Es una reconstrucción de experiencias para regular el conflicto en razones y sentimientos[33], escribir es el intento de reconciliar nuestro yo en sociedades bifurcadas, confundidas en su autonomía hasta creer que son legítimos los otros, pero innecesarios; el que escribe, es un testigo que recupera la narrativa de sí mismo en esos viajes que se argumenta y que se vive en historia privada sometida a juicio de conciencia.


El escritor es en cuanto a técnica, inconsciente efecto de creación; en cuanto a oficio, es honesto trabajo con la intensidad que le hablan otros textos. Además, es un viaje irrepetible de ilusión con el lenguaje dentro y fuera de la piel; es volver del texto como recién nacido al mundo convencido de que la lógica de la vida humana está lejos del equilibrio, deslizándose en estrecho margen de nuestro léxico. Escribir es entusiasmo que deja al cuerpo abandonado por la mente, solo el erotismo nuestro vincula para volver con nuevas narrativas y hacer las maniobras necesarias para no quedarnos con las manos vacías al regreso de nuestra imaginación. Escribir es la lógica de sacar significado de la imaginación sin que con ello corra peligro ella misma, es hacer referencia con el lenguaje a lo que interpretamos, presentando lo que alcanzamos como vecinos de la literatura y como habitantes de su interior. 


Nuestras lecturas son las fuentes de nuestra escritura, usadas bien, ellas pueden enriquecer nuestro discurso escrito, de una manera que aviva la intensidad de lo que se escribe. Este texto es consecuencia de muchos textos leídos que nos han dejado madurez y hambre de creatividad para liberar a muchos de sus miedos a enfrentar el universo de posibilidad de una página en blanco.


3.2.3.1. La estructura del texto


En el año de 1956 se da un encuentro de intelectuales, científicos e ingenieros llamados a la Conferencia de Dartmounth para concebir el concepto de inteligencia artificial, es allí donde se define escritura como aprendizaje sociocultural, cognitivo, expresivo y neorretórica[34]. Se[35] vincula la experiencia del lenguaje de la persona con el crecimiento personal de la escritura, con la necesidad de los discursos, la audiencia y los modelos del conocimiento vinculantes a su comunicación. La tipología textual está en función de los modelos de conocimiento, tales como ensayo, artículo, revisión, novela, poema, cuento, resumen, reseña, síntesis, semblanza, entre muchos que determinarán la proyección del proceso de etapas de escritura. Las fases del proceso de escritura responden a los recursos psicológicos involucrados y al ambiente en que se da la producción de la palabra escrita. 


Desde el paradigma cognitivo la redacción son los procesos de decisiones y selecciones vividas por el escritor, jerarquizados desde el problema hasta la solución. Se tantean los objetivos problema-solución, se escribe sobre las premisas que dan forma al problema revisando fuentes de información y una vez seleccionados los argumentos, conceptos, definiciones, términos, datos, teorías y hechos, el proceso de redacción pasa del parafraseo al empleo de maneras de razonamiento proposicional o metafórico[36]. Para revelar el punto de partida en la formación del novel escritor, le pedimos que escriba sobre algo de manera libre, haciendo conciencia del proceso de composición del texto escrito sin caer en su reflexión, de tal manera que no interrumpa el proceso de escritura. Le sugerimos dejar de ver la escritura como un producto y comience a verlo como resultado de un proceso cognitivo, de esta manera podrá identificar los efectos del ambiente del trabajo, la memoria de largo plazo (producto de la lectura) y los procesos de escritura de planificación, son poner las ideas en lenguaje escrito, revisión a la luz de los objetivos del texto y sentir su habla[37]. Precisemos antes que nada algunos conceptos necesarios para el manejo de este paradigma de proceso de escritura cognitivo. 


Memoria de largo plazo, es la base de información mental organizada en función de tópicos (temática), tareas y contextos; que es recuperada en forma de conocimiento y da cuenta de la experiencia acumulada del investigador. 

Codificación, es la tarea de componer las ideas en palabras escritas en función de objetivos planificados.

Revisión, es la reflexión de frases y oraciones en términos de los objetivos de escritura.

Planificación, es la definición del modelo de conocimiento sobre el que se estructurará la escritura, la organización de premisas recogidas de lectura de investigación (argumentario) y la clarificación de objetivos de la producción del texto.

Novel escritor, novato que escribe sin considerar las necesidades de su audiencia y sus tareas mentales son habilidades muy básicas del discurso, tales como describir, dar instrucciones y lista de ideas.

El escritor, recurre a las ideas como lenguaje; la planificación y organización del texto lo dirige a nuevo conocimiento; hace de la revisión polimorfismo, es decir, transformando a placer demostración, explicación, descripción, conceptualización, definición y narrativa de acuerdo con criterios propios de seducción de la razón y la emoción; su acto de escritura da claras muestras de automatización de procesos, concentración de la memoria de trabajo en el nivel de organización textual.

Organización textual, es el proceso de composición del texto en contexto y en función social del modelo de conocimiento; logrado esto, se dice alcanzar una textualidad, una coherencia del contenido. 

El texto, es algo más allá de secuencias de unidades lingüísticas dentro de un contenido, es el propio contenido que define género y recursos de unidades lingüísticas (proposiciones o metáforas) dentro de un contexto.

Enseñar a escribir, es imposible, es un proceso privado y profundamente de orden mental que se aprende como resultado de la experiencia.

Aprender a escribir, es posible, dado que es aprender a utilizar recursos formales para producir razones, pensamientos y evaluar su contenido. Escribir es una actividad de comunicación real y el arte complejo de producir efectos emocionales, de información y conocimientos en sus consumidores. 

Bosquejo del texto, es el dibujo del discurso en forma de mapa conceptual, es decir, es el laberinto de las rutas de producción del texto para alcanzar los objetivos de contenido y comunicación.

Escritura de palabras, es la codificación de la imaginación en un flujo de palabras con referencia a lo visto por la mente, siguiendo la sintaxis compartida por una comunidad de conocimiento y rigurosamente empleando notación y semántica legitimada por sociedades disciplinares (tales como, arquitectura, ciencias computacionales, diseño gráfico, ciencias físico matemáticas, químicas, biológicas, psicológicas, sociales, entre muchas otras).

Actividades de escritura, investigación de unidades de interpretación de otras hablas; producción de premisas; selección del tipo textual para nuestro contenido; planteamiento del problema; clarificar el formato textual; empleo de terminología especializada; aterrizar un estilo de redacción; formulación de ficciones y coherencia empírica; lograr la coherencia en el discurso entre operadores discursivos y conceptos, datos, definiciones y hechos. Además, escribir es la vivencia de resistir, es la vía digna para realizar ser quien somos ser, como descubrimiento positivo de un nuevo ser. 

Formato textual, son las piezas funcionales en el texto escrito, funcionales que lo definen dentro de algún modelo de conocimiento históricamente consolidado (tesis, ensayo, artículo, etc.), tales como título, resumen, introducción, discusión, conclusión, sumario entre muchas otras.

Formato de estilo, son la tipografía, los modos de atender notación y recursos de citas, referencias, tablas, gráficos, entre muchos detalles prácticos y estéticos, en los objetivos de nuestro texto.

Fórmulas argumentales, son complejas secuencias de unidades conceptuales entretejidas por operadores discursivos (partículas discursivas). Al orden de complejidad se le asocia el número de operadores discursivos empleados en un parágrafo con el atributo de ser coherente. La coherencia es el grado de estabilidad lógica del ensamblado del discurso. 

Conectores discursivos, son operadores lógicos necesarios para producir razones y argumentos; son conectores temporales para entretejer la narrativa y no poseen más que función lógica, es decir, carecen de base conceptual.

Razones, son fórmulas de pensamiento crítico, creadas por proposiciones, metáforas y operadores lógicos.

Argumento, son dos o más premisas organizadas en forma de proposiciones operadas por partículas discursivas que alcanzan ser inferencias para ser una conclusión.

Minitexto, es un argumento de tesis problema-solución necesario para guiar la producción del texto. Es el corazón del razonamiento eje, necesario para un texto, ya sea una tesis de grado, ensayo, poema o novela.

Párrafos, son unidades de enunciados en parágrafos organizados por secuencia de preguntas implícitas que guían el flujo del discurso que dará forma al formato textual.

Cohesión textual, es la propiedad del texto de manifestar significado interno entre ideas escritas dentro de parágrafos y a nivel del modelo de conocimiento empleado. 

Proceso de redacción, es el empleo modular y jerárquico de planificación, codificación y revisión de la composición de tramas de palabras que intentan alcanzar objetivos de contenido y comunicación. Son los objetivos los que determinarán el orden de tareas de escritura en cada jornada de trabajo.

Objetos del contenido, unidades de conocimiento enlazadas a la voluntad de conocer.


Aunque podemos hacerlo comenzar a escribir sin conocer a dónde nos conducirá esta experiencia, le aseguramos que el mejor camino para su aprendizaje, es descubrir que la voluntad de escribir es el principal ingrediente antes de dominar cualquier método de redacción que estructura el discurso bajo un modelo de conocimiento. Tener una respuesta valiente y seria sobre lo que alimenta la voluntad de escribir, es nuestro punto de partida, baste con ver la sección anterior 1) Códigos de ética en la escritura. Además, contestarnos sobre el enfoque que hemos dado a nuestra lectura, es referente necesario para reconocer si esta práctica lectora la hemos desarrollado lo suficiente para que sea considerada eficaz. 


En estos tiempos la lectura se dirige a informarnos, instruirnos y en menor medida al placer de la literatura y el arte de los argumentos. Esto ocasiona que seamos lectores de lo utilitario, si vivimos esta situación, con certeza le expresamos que su mente no está entrenada para grados de lectura compleja que exige la literatura de ficción y científica (artículo de investigación, ensayo, novela, cuento, revisión y tesis entre otras). De hecho la literatura compleja en el mundo académico, es un error considerarla sin ninguna utilidad, entre los dichos que versan en su contra están los que la consideran abstracta y sin sentido práctico. Pero por el contrario esta aporta riqueza léxica, amplía los sentidos de nuestra imaginación, enriquece el sentido de nuestra existencia y nos hace competitivos en la conquista de hablar y transformar la realidad con nuevos conceptos.


La lectura compleja, generalmente es inaudible, es decir, se lleva en silencio. Esta experiencia individual y solitaria necesita de nuestra concentración más profunda, en muchas ocasiones de un lugar privado para leer, o mejor dicho por Michael de Certeau que llamó a estos tipos de lectores “cazadores furtivos[38]”, de un lugar para susurros de la lectura. 


La lectura y la escritura para producir un ensayo, son tareas orientadas hacia objetivos relacionados con el descubrimiento; escribir el ensayo, es descubrir qué tenemos que decir al mundo, creando nuevos conceptos y denunciando lo que nos indigna a la luz de razones con el efecto de inventar nuevos criterios de referencia para nuestra sociedad. Nuestra posición es reducir el valor técnico de la escritura que priva de significado estético y social a la literatura científica y de ficción. 


3.2.3.2. Forma y contenido


Nuestro capitalismo avanzado posee una economía de conocimiento, es del tipo inmaterial, donde la forma y el contenido de las creaciones escritas resulta una forma de democratizar el conocimiento y sanear el contenido escolar que se ha empobrecido en el sentido comercial. La forma de lo escrito, no tiene ningún valor, sin embargo, cobra relevancia cuando ayuda a expresar conocimiento (contenido). La forma de la escritura expresa lo sensual, lo que está más allá de los límites racionales, es el estilo de la personalidad del escritor, el cómo vive y comunica su imaginación. Las formas materiales de las frases, dan paso al desarrollo de fuerzas emocionales y actos de valentía estética para el contenido; aunque forma y contenido están estrechamente vinculados como producto de la escritura, el contenido es criterio superior a la forma, porque pensar la forma es el resultado sensual y racional de la construcción del contenido. La escuela rusa, esa que se llamó a sí misma formalista, sostiene que el contenido es una consecuencia de la forma, entendida la forma como estructura lógica formal de un discurso, una razón o un argumento. El contenido es la organización de conceptos, el escritor con su ideología los organiza para hablar sobre una realidad. La lógica interna del contenido, es una forma de ideología del vínculo del escritor con su sociedad, esa lógica del contenido, hará o no raíces en sociedades, dependerá si acierta al momento psicológico colectivo de la búsqueda de nuevos modos de percibir la realidad.


El poder inventivo del escritor está en función de crear contenido al ensayar relaciones entre ideas, desarrollar puentes entre conceptos, actuar en rebeldía y comprobar nuevas vías para pensar y sentir la realidad. Sin importar el contenido, muchos textos comparten estructuras formales (lógicas ordinarias en su estructura). Cuando históricamente se consolidan nuevas lógicas de hacer un texto, es que surge un nuevo modelo de conocimiento, es una nueva forma, es entonces que se consolida como experiencia de conocimiento, es así como nació el ensayo. Estos cambios históricos, responden a los desafíos de una sociedad, a veces centrados en la pobreza material y a veces en la pobreza moral. En este sentido, el ensayo es una ruptura producto de desnudar el error en argumentos o revelar la falsedad de las intenciones humanas. El escritor de ensayo hereda la realidad, el lenguaje y la tecnología, además, hereda los problemas científicos y sociales; es a partir de este punto que asume como suya la tarea de ensayar los problemas de su tiempo, lo hará dentro del universo de la palabra pensada como ideas de exilio y sentimiento libertador.


Hemos dicho ya que el ensayo se interesa en descubrir, lograr esto, no es simplemente rechazar toda idea que pretenda dar luz sobre la realidad al considerarla equívoca, el ensayo es un esfuerzo no lineal donde las ideas son abordadas como fenómenos autorreferenciales, en otras palabras, es la formulación de frases refiriéndonos a sí mismas y resolviendo diferentes premisas atajando el problema como recursión de soluciones de fragmentos del mismo problema. Apoyándonos en el concepto físico de observación de Heisenberg, incertidumbre es escribir ensayo, la objetividad cambia en cada acto de lectura e influye en aquello que se observa, haciendo imposible determinar por parte del escritor las propias conclusiones a que le conduce la escritura del ensayo. El proceso de escritura recursivo es un ir y venir entre lectura y acopio de información para organizar las ideas en un discurso coherente. 


3.2.3.3. Textualidad


La intención de comunicación es equivalente a la intención textual, al plantearnos su definición también establecemos criterios de referencia para organizar, regular y estructurar las posibilidades semánticas al momento de armar los párrafos y sus mensajes. Esta intención es necesaria para que al momento de decodificar el lector con su experiencia lingüística, sea capaz de reconocer la función de cada sección de texto. Considere que la secuencia de mensajes en el texto es el acto comunicativo y el modo en que interactuamos con el lector. La intención textual dentro de un modelo de conocimiento, se organiza en términos de forma, sin embargo, el contenido es evidente que afecta al lector, justifica el tema y el contexto informativo.


El tema es la parcela del conocimiento al que enfocamos nuestra conciencia, nuestras tareas intelectuales nos exigen tenerlo claro, nos ayudará a orientar nuestra escritura dentro de límites donde discutimos el problema abordado. Para estar ciertos de la precisión del manejo de nuestro tema, sugerimos se documente, leyendo fuentes de cierto reconocimiento y prestigio, para moldear las variables que intervienen en ese ámbito de conocimiento; en este proceso se nos revela a la conciencia la complejidad de conceptos, teorías y procesos que implican abordar el tema. En este punto, podremos plantearnos la profundidad que intentaremos lograr en el transcurso del proceso de escritura del ensayo, además, nos refiere al grado de calidad de las fuentes necesarias de información para construir los mensajes en el nivel de desafío que planteamos a nuestros potenciales lectores. Es oportuno precisar que cuando escribimos como recurso racional para perforar alguna realidad, lo hacemos sin hacer mucho caso a los efectos del texto a un lector potencial, en una segunda fase, el proceso de revisión agrega recursos conceptuales, definiciones, ejemplos, analogías y esquemas necesarios para hacer llegar al lector potencial cada uno de los mensajes relevantes y estructurales de nuestro discurso. El tema tiene como valor agregado la experiencia de un camino seguido para explorar la realidad, muchas veces reflejada en forma de prólogo. El prólogo es un recurso que advierte al lector sobre el desafío que implicó construir la obra, además, se destacan explícitamente las intenciones del modo en que se presenta el tema y el esfuerzo necesario para profundizar el tema en su contenido. 


Determinar el perfil del destinatario de un texto, no debe condicionar el esfuerzo y complejidad de las razones que apoyarán el contenido de un ensayo. En un proceso de revisión posterior al proceso de discusión de la tesis del ensayo (producción del minitexto) se vinculan recursos periféricos de introducción, definiciones, analogías, ejemplos, esquemas y de ser necesario, cree glosarios, problemarios y datos anexos; entre más fuerte sea la vinculación de los recursos periféricos ocurre que nuestro texto gana en extensión y potencia mayor facilidad para su contexto formativo.


Para garantizar la calidad de nuestro ensayo, es clave que cuente por lo menos con un argumento de tesis y un argumento de planteamiento del problema. El argumento del problema es la declaración proposicional de la falta de contenido, en la relación de variables que integran el tema a desarrollar. Un argumento de tesis es un minitexto.


Argumento del problema, es el parágrafo que justifica desde varias fuentes documentales que una comunidad epistémica reconoce que nuestro tema es un problema irresuelto, vigente y relevante para la sociedad contemporánea.


3.2.3.4. Género


La noción de género en el mundo literario, es referida al tipo de discurso con el que se escribe un texto, es decir, al tipo de intención de la codificación de mensajes. Los efectos del arte de la escritura producen a lo largo de la historia tradiciones que son formas de escritura que se consolidan como modelos de conocimiento, al paso del tiempo se vuelven clásicos como el romántico, surrealista, realista, entre otros. El contenido es organizado sobre una estructura que se emplea para que los géneros periodísticos, científico, histórico, novelístico, respondan a reglas de forma, que puedan mezclar la ficción con lo real o viceversa. Los géneros nos refieren a los modos de explorar y reconocer frente a qué tipo de texto nos encontramos, esta orientación provoca en el lector una posición de alerta en su lectura para emprender la tarea del análisis del texto. Para el escritor, reconocer sobre qué género escribe, le permite ir estructurando desde el discurso el flujo de palabras, con la eventualidad de innovar la propia estructura final del texto. 


En la literatura científica el género es un discurso de explicación, demostración y descripción donde las secciones funcionales del mismo están para el lector fijas por la propia tradición del artículo científico. Entre las partes contantes de este género científico destacan título, resumen, introducción, métodos y materiales, resultados, discusión y referencias. El discurso es formado por proposiciones, argumentos, datos teóricos y empíricos donde la singularidad de su contenido está en función de lo nuevo que es reorganizado en el enfoque teórico, metodológico, técnico y de su complejidad conceptual que se hace universal. Clasificar los géneros literarios por lo que hay en ellos de constante en su forma, es un modo de categorizar las formas del discurso. Sin embargo, se presenta el problema en el terreno de la literatura de ficción, donde novela, cuento, poesía, ensayo tienen tantos puentes comunicantes entre ellos, que hacen de los criterios que los definen una empresa difícil de modelar. Quiere decir, para un novel lector de este género de ficción es más difícil orientarse entre narrativas, metáforas, prosas, nudos, atmósferas y psicologías, debido a que exigen del arte de innovar, donde el estilo es renovarse entre poema y poema, novela y novela, alcanzando siempre el estatus de singularidad en la forma de su obra.


El texto literario de ficción, parte de lo básico que define cuento y novela, clasifica los géneros en función de tradiciones, escuelas y épocas. Es por ello que los géneros literarios de ficción resultan más complejos en su clasificación. Es necesario darnos cuenta que la idea de género en la mente de un lector, es fundamental que esté clara; máxime si el perfil del texto que identificamos con este primer encuentro con la obra literaria, nos programa para leerla de manera similar a la experiencia anterior, configurando nuestro sentido dentro de los discursos para lograr una decodificación de convergencia semántica, si es científica es a base de proposiciones; si es literatura de ficción, será divergente en su semántica a base de las metáforas. Pero hablando del ensayo, no sigue este orden de ideas.


En cuanto al ensayo científico podemos decir que es género y el ensayo literario es antigénero, es decir, el esquema del ensayo científico podemos esperar que contenga el planteamiento del problema, tesis, cuerpo argumentativo y conclusiones. Por otro lado, el ensayo literario es antigénero en el sentido que innova la forma de construir sentido, sin embargo, sí posee aunque no explícitamente en muchos casos una tesis y un planteamiento del problema. El orden de las ideas en el ensayo literario no es posible predecirlo, contrariamente al caso del ensayo científico, además, la narrativa del primero, los discursos, empleo de proposiciones y metáforas es un arte de sorprender. En consecuencia, los géneros inscriben al lector en una estrategia para su codificación dentro de la lectura. 


La tipología de textos, es el resultado de categorizar una descomposición del objeto literario en propiedades, hacer conjuntos por sus similitudes y correlaciones; además, es necesario identificar las diferencias de tipo para su perfil histórico y de forma para que en sus morfologías podamos llamar por su nombre al artículo científico, el ensayo, la revisión, la síntesis, la reseña, el resumen, la tesis, la noticia, la carta, la semblanza, la patente, el informe, el poema, y tantos otros tipos de texto. Pero consideramos que el género además de incluir el conocimiento del tipo, explora la riqueza de las intenciones de comunicación, los puentes comunicantes entre ellos, es que un género como discurso puede encontrarse en varios tipos de textos. 


Los géneros responden a funciones y a acciones del lenguaje, es decir, al tipo de discurso que gobierna los prototipos de frases y parágrafos que darán forma al texto. Por supuesto que género es el modo en que el pensamiento articula el discurso, a nivel no solamente de una complejidad en el cómo se eslabonan las unidades del discurso (asunto de lógica), pero más importante aún es la estética y la profundidad emocional que expresan nuevas vías para descubrir horizontes psicológicos del quehacer literario. Entre el tipo de texto y su configuración están los modos de diálogo, argumentación, relato, explicación, demostración, descripción y poético, estos modos son medios que dispone el escritor para combinarlos libremente y producir discurso. El texto científico no solo es argumentativo, es en otro orden también narrativo, por ejemplo, en su apartado sobre el método en el que se expresa y se describen procesos. La novela no solo es narrativa, también es argumento y descripción. Cada tipología de texto si bien posee una categoría de discurso dominante, no es excluyente de las demás. 


El género además de actividad de lenguaje, es un instrumento de comunicación para lograr funciones sociales emotiva, conativa, fáctica, poética, referencial y metalingüística (modelo Jakopso[39]). Esta clasificación de los géneros descansa más sobre los efectos del lenguaje en una audiencia; responde a la psicología comunicacional vinculada con los discursos políticos, administrativos y publicitarios. Clasificar a los géneros es una pérdida de profundidad, dado que deja fuera del análisis la arquitectura del discurso.


Ver los géneros por dentro del texto, o por la función de su discurso, no abarca la dimensión social, esta es la actividad del lenguaje de la experiencia de comunicación. Es decir, los géneros en la dimensión social responden más a la experiencia y respuesta de los discursos en una sociedad históricamente definida, son organizados por sus efectos mediáticos. Destacan el discurso político, jurídico, comercial, medioambiental, entretenimiento, periodístico, divulgación, religioso, educativo, teatro y cinematográfico; juntos son producción psico-social de los imaginarios sociales dominantes en la práctica cultural. 


3.2.4. Planificación textual


Así como para muchos es un dilema vivir entre las limitaciones que somos y lo que aspiramos ser, ese mismo sentimiento se experimenta entre lo que leemos y aspiramos a lograr escribir. Cuanto más distancia creemos hay entre nuestra realidad y nuestros sueños, podemos caer en la utopía de un deber ser sin pasiones y desafíos. Escribir por supuesto que conlleva riesgos de fracaso en quien lo vive, por ejemplo, escribir con el juzgar de nuestros prejuicios como una forma de reproche, esto sepulta la propia realidad que intentamos explorar. Escribir es planificar con la capacidad activa del lenguaje (energía), es ese pulso para nombrar, describir, crear con conceptos, argumentos, definiciones y comunicarlos si tenemos el privilegio de ser leídos, además, responder con sabiduría a la crítica. La fuerza del acto de escribir, es nuestra esencia que habla de su existencia dentro del mundo creado por el lenguaje.


Nombrar lo que observamos, es conocer el lenguaje que nos antecede, si bien nuestra mente tiene una biología que hace que nuestra especie pueda comunicarse, la arquitectura de nuestro pensamiento sobre la realidad no está entrenada de inicio para tejer un discurso, estructurar su textualidad al lograr contenido y forma; sobre esas realidades, la escritura de palabras puede crear en la mente diferentes categorías de entendimiento; honrar o denigrar, seducir o repeler, amar u odiar, pero sobre todo transforman nuestra humanidad. Cuando se escribe estamos aprendiendo a pensar y a sentir, cuando nuestra escritura es limitada, nuestro soporte lingüístico puede que ni siquiera sea capaz de sostener un diálogo profundo. Escribir es ese diálogo interno que logró con arte Shakespeare, un viaje a sus propios infiernos con Hamlet; con ayuda de otras voces que desde la literatura hacen avanzar nuestras razones y argumentos, podremos aspirar a ser universales.


La visión del escritor se dirige en varias dimensiones, las de apariencia, las de acción, de discurso y pensamiento. Las de apariencia es la textura de la prosa y dada por los términos empleados en la escritura, tienen la intención de apariencia sobre el interior de la obra. La acción y el discurso ya hemos hablado que son la actividad del lenguaje y los géneros. El pensamiento del escritor crea el mundo que perfora lo que escribe, pero no siempre lo que escribe coincide con el pensamiento, puede dirigirse por la sensación física (materialista), por el sentimiento vivo (sentimental), por la experiencia del pensamiento racional (inferencias) y por la intuición espiritual (las esencias). El pensamiento es una actividad mental que construye el conocimiento, estamos en el terreno de la epistemología, es aquí donde nos surge la pregunta, ¿qué es el conocimiento? Son conceptos abstractos de contenido de lo real o de ficción, vive en el conocedor y se dirige al objeto conocible. Lo que vive el conocedor es una discusión que además puede dirigirla sobre el propio conocimiento del conocimiento (epistemología). Podemos ver al conocimiento como algún modo de creencia que es justificado, decible y comunicable. No podemos ver al conocimiento como una construcción conceptual haciendo a un lado al que lo escribe y al que lo aplica; incluso es necesario saber cuál es la arquitectura del método con el que lo produce. Del tipo de conocimiento dependerá el lugar que ocupe el escritor entre los límites de la realidad y la verdad; objetividad o subjetividad. Cada escritor en su mente se da una realidad diferente, cuando esta alcanza en una comunidad de conocimiento un consenso sólido, estamos ante una verdad provisional en el tiempo. Pensar no es sentir, aunque el sentir nos provoque pensar, el pensamiento es una forma narrativa de vivir deductiva, constructiva e inductivamente la experiencia de conocer. Pensar es aplicar un conjunto de recursos de fórmulas de razonamiento que provocan conciencia en el que lo practica, es fundamental para el escritor enriquecer este arsenal, para con esta competencia enfrentar más eficazmente sus tareas de creación de conocimiento; las tareas de escritura son una discusión, es un ir y venir entre argumentos y recursos de razonamiento, buscando la experiencia de lo humano o de la realidad natural.


Vale la pena precisar que el conocimiento no es algo abstracto, es contenido, es el resultado de apoyarnos en lo abstracto para inventar la realidad; es resultado de explorar esa realidad con una batería de métodos e instrumentales técnicos que interrogan al mundo. Con el ímpetu de la voluntad de conocer, garantizamos la energía necesaria para lograr alcanzar correspondencia entre creencias y alguna realidad. El conocimiento es el resultado de esa intención de reducir paso a paso la cercanía de nuestras creencias y alguna realidad. 





3.2.4.1. Fase I planificación textual: argumentario


El diseño textual comienza con la acumulación de ideas. Al instrumento en el que recogemos las ideas lo llamaremos argumentario[40], lo definimos como la acumulación de ideas en torno a un tema. Los ficheros organizados en tablas, son los procesos de reunir, relacionar y valorar las ideas recuperadas. La suma de ideas es un argumentario por dos vías, linealmente y justificadas, la primera es en respuesta a cómo entran en nuestra memoria las ideas de otros en un proceso de investigación documental. La suma de ideas por justificación, son la acumulación por valoraciones de la pertenencia, relevancia, vigencia e impacto de las ideas para nuestro texto. La suma de ideas pueden ser textuales o parafraseadas en sentido débil; desde luego siempre acompañadas por citas y referencias documentales.


El argumentario por descubrimiento, es un parafraseo extremo, es la elaboración en nuestra memoria de trabajo que une por asociación o inferencias las hipótesis de significado de cada texto que leímos, corresponden a premisas en forma de parafraseo débil. Estos agrupamientos de ideas pre-elaboradas a nuestro texto, son razonamientos y argumentos elaborados dentro de los actos de lectura de textos con el fin de enriquecer nuestras posturas. La actividad intelectual en esta fase, requiere que precisemos en qué consiste producir un parafraseo, razonamiento y argumento.

 

Parafraseo

Es la actividad intelectual de expresar en otras palabras la hipótesis de significado de un texto original, no tiene el fin de evadir el respeto de propiedad intelectual, por tanto, se honra la fuente con su respectiva cita y referencia. Es la actividad sustantiva de un traductor que juega con la hermenéutica de un texto, es decir, con sus interpretaciones posibles. De hecho una traducción del inglés al español, del español al español, son consideradas parafraseo débil. Cuando la propia traducción de un texto en otro incluye además una reflexión que define nuestra postura, se trata entonces de un parafraseo fuerte.


El parafraseo es una forma de trasladar el significado de un texto a otro texto, manejando parámetros semánticos, morfosintácticos y pragmáticos. La unidad de traslado corresponde a un sentido esquinante, el parafraseo no es un nuevo sentido semántico, el parámetro semántico refiere al contenido trasladado (conocimiento); el parámetro morfosintáctico, es el orden lógico estructural de las frases y sus piezas, es transformar sin que el sentido de la hipótesis del significado del texto fuente se modifique sustancialmente; el parámetro fraseológico es pragmático, da cuenta del equivalente cultural de los términos en que se traducen las ideas, son semejanzas formales que desde lo cultural son más adecuadas para su interpretación[41].


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Fig. 2. Las dos vías de producir argumentarios


La dificultad de aprender a parafrasear, pasa por un manejo adecuado de los tres parámetros ya mencionados. Le sugerimos aprenda esta actividad intelectual como un desafío de tres fases para dominar esta actividad. La primera es el reconocimiento, en esta etapa el novel debe identificar la unidad de significado, si es en el nivel de frase, conjunto de frases o a texto completo desde donde trabajará el parafraseo de un texto. La segunda, es la interpretación, una vez reconocida la unidad de parafraseo, el novel realizará la interpretación de términos y significados de unidades fraseológicas, fijando su contenido en otro texto equivalente cuidando los parámetros semánticos, morfosintácticos y pragmáticos. Y la tercera es la comprensión reflexiva, es el análisis del contenido mismo que se parafrasea, el cual arroja ideas, las cuales podemos reconocer y fijar en nuestra postura. El novel frente a esta tarea de parafrasear, generalmente comete el error de usar un cambio literal de términos y frases apoyado en diccionarios, no toma en cuenta que los diccionarios son generalizaciones y no equivalentes al uso de los términos en el contexto original que los crea. La experiencia en el manejo del contexto desde donde se habla es necesario, por ello es mejor apoyar el parafraseo en textos de literatura original. Por ejemplo, en la práctica, las bibliotecas digitales como Google Books son más eficientes para apoyarnos que en ligas de Internet sueltas que no llegan a ser documentos formales publicados, estructurados, editados y con un autor visible dentro de la propia escuela del conocimiento en que nos encontramos para realizar la tarea de parafraseo. 


El parafraseo es ponernos de pie frente a un texto, observarlo con los ojos desde un contexto de interpretación, si nuestra lectura es pobre, solo lograremos el parafraseo débil. Las asociaciones e inferencias para un parafraseo fuerte, son creaciones de interpretación a la luz de nuestra propia memoria, si la lectura no alimenta nuestra memoria lo suficiente para tener referentes de significado, le aseguramos que se frustrará y su escritura hará crisis en el orden de producir razones y argumentos. 


La hermenéutica es la habilidad intelectual necesaria para interpretar un texto en su verdadero sentido. Pero el sentido de un texto nos dice Octavio Paz, está ausente. Aclaremos esta ausencia, el texto por sí solo significa, pero no logra aportar sentido. El lector del texto es quien revela las sombras de signos de una página, lo hace consciencia, interpretación desde los signos, remueve las apariencias e intenta revelar los sentidos ocultos en sus signos. Un texto produce singular sentido para cada lector, la hermenéutica es ese estudio del arte de la comprensión y en especial la del texto[42], en ella nos apoyamos para expresar parafraseo. La palabra es creación, una habilidad intelectual inmersa en movimientos innatos de espirales de comprensión, la palabra se puede aprender, pero no enseñar, debe ser interpretada en el texto con libertad. La idea de una palabra perfecta dentro del conocimiento crítico, su universalidad de validez de sentido, son los muchos tabús dogmáticos de la escritura científica. Enseguida expresamos sobre la palabra, nuestra consistencia hecha en nuestra propia historia, así como todo contenido en una palabra es algo histórico provisional siempre en el tiempo, la palabra administrada es lógica, estadística y experiencia estética.



Leer aire y palabras


De la tierra a la palabra, un lector cerró los ojos a punto de rendirse, ¿habrá algo más allá de la palabra?, ¿cómo ver eso sin ellas?, musas, pájaros y flores flotan y forman sentidos frente al escritor, ¿están allí antes de ser palabras?, ¿qué pueden hacer las palabras por una realidad plagada de dolor?, acaso son los fantasmas de esas pequeñas esperanzas de la psicología analítica, esos que en el alma tierna les hace preguntar, ¿cómo sería yo, el héroe o el villano de esta realidad? Nuestros labios las nombran como si llegáramos a tocarlas, esas palabras desembarcan en mundos de ficción para miradas que atan al hombre al flujo de palabras, escritura de sentidos de otros mundos, ahí debajo de la realidad real, toda nuestra razón son escurridizas palabras de los misterios que esconde toda realidad para sí. En el territorio de lo imaginario, las palabras son trampas que amenazan con volvernos locos, si tenemos un poco de control sobre de ellas, el científico o poeta las ata unas entre otras, eso es conciencia, pero el poeta las ata a la posibilidad de muchas conciencias, creaciones desnudas de un adulterio literario. Cierra los ojos palabras, no me mires correr de tus cadenas, paseo por el tiempo sin tiempo de espaldas a las lágrimas palabras en mi memoria torpe, finita y traicionera. Palabras más delgadas y ligeras, solo son superficie de miseria, palabras gordas y pesadas las que doblan mis miedos y levantan mis espaldas con sus sentidos, mirar de frente a la vida en toda amorosa vigilia de noches robadas por palabras. Todo lector interpreta desde su ventana de su memoria, esa hecha de puentes de palabras y sentimientos, son esas cartas que nunca viajan con destinatario, esas memorias mías que dicen más que mis palabras. Memoria de palabras de pasos perdidos, último instante que habitaste en mi conciencia, no hay hipnosis que te haga regresar, solo los misterios del ensayo, el cuento, la novela, a veces solo ellos te traen de nuevo, niño vuelvo a ser en el vuelo de palabras. De la tierra soy, de la mente loco en tu presencia, de las letras carpintero de ImagLec3 en tus ojos. 


 Carpintero de letras 2014


La identidad de las palabras es algo que se aprende, se descubre y tensamente se padece cuando intentamos escribir, saber cuál es apropiada para dilucidar, no es posible crear reglas, pero por experiencia propia consideramos que es en la lectura donde recogemos esas experiencias históricas en el manejo de las palabras. La lectura aporta no una gramática sintáctica, además, aporta una gramática vital, esa en la que está viva la hermenéutica de nuestro tiempo. En nuestra concepción de interpretar como lo aprendimos en los estudios de primaria y secundaria, sufre una ruptura ante lo contundente de revelar que un diccionario es un referente débil para hacernos de terminologías vivas en la propia frontera del conocimiento.


Todo parafraseo, es un proceso de comprensión que toma el discurso en relación con su gramática, este proceso es técnico; todo parafraseo también es un proceso no sistémico, dado que son infinitos los muchos discursos posibles, pero sobre todo es un acto de habla, es decir, son mensajes residentes en un contexto, esta armonía nos guía sobre los sentidos que expresa el texto a parafrasear, y son además las hipótesis de sentido necesarias para crear un nuevo texto (parafraseado). Debemos estar atentos a textos con provocadoras innovaciones semánticas, tan necesarias para hacer avanzar la poesía, la ciencia, la técnica, la literatura, la filosofía, …


Como hemos dicho, la primera interpretación es gramatical, atendiendo tildes, comas, puntos, paréntesis, citas, entre otros importantes detalles, sin embargo, la posibilidad de lograr un aceptable parafraseo seguirá dependiendo de la experiencia hecha memoria desde nuestras lecturas. El parafraseo débil, es una interpretación textual que recoge la textura de la prosa, los términos, la gramática y no añade ningún camino nuevo a su nueva interpretación. Pero como dice Umberto Eco, es un tipo de traducción de decir casi lo mismo. Ese casi, es precisamente el espíritu intelectual del parafraseo, resolver esos fantasmas que habitan al texto y que hablan de tantos caminos para llegar a comprender y conocer el fondo de sus significados. En resumen, el parafraseo se cuenta como creación, como escritura, como marco que no alcanzó a ser nueva razón, es decir, no superó la razón de sus referencias de sentido. El parafraseo es vivir la tensión constante de ser fiel al contenido origen y lograr otro texto de validez universal sobre este texto paralelo. Parafraseo es un proceso de reconstrucción del sentido que refiere como hipótesis de significado el propio texto origen, es un proceso epistémico que se muda paralelamente entre lenguaje y pensamiento, es esa reconstrucción de mentes ajenas en el acto creativo de la nueva obra. 





3.2.4.2. Fase II planificación textual: organización de ideas

La planificación textual, es la tarea de instrumentar arreglos de topologías de ideas en torno a un minitexto sobre un tema o tópico de estudio. Son relaciones lógicas y jerarquías que unen las ideas recogidas en los argumentarios, son los mapas conceptuales, esos razonamientos que para su confección usan fórmulas lógicas para tejer las ideas. Esta fase de organizar las ideas, es la estructuración de razones en función de minitextos.


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Fig. 3. El minitexto como eje de organización de las ideas

Las fórmulas argumentales con que producimos razonamientos, nos determina el cómo interactuemos con la realidad. Sin advertirlo, el número de operadores discursivos en nuestra habla son el factor de complejidad que caracterizará nuestra producción de conocimiento. En la ciencia y la tecnología, el conocimiento se produce en forma de proposiciones en función de acciones teóricas y experimentales. Tales proposiciones contienen términos que adquieren significados en un sistema de referencia conceptual, a su vez la actividad intelectual se renueva en una intención clara de aproximarlos en sus hipótesis de significado a la realidad. La observación produce hechos, es decir, semántica en correlación estrecha con los mensurandos producto de la experiencia con la realidad, misma que, se considera independiente de nuestro marco conceptual. La producción de conocimiento se da bajo condiciones de justificación de nuestras premisas, en ellas, su estado de verdad no está al margen de los usuarios que las producen, la cultura de estos más allá de los procesos de razonamiento sintáctico y semántico, es orientación paradigmática que justifica y junto con la noción que tengamos de objetividad y de verdad, el conocimiento surge como un flujo de información altamente estructurado. 


Operadores discursivos. También llamados partículas discursivas, son elementos (ver http://www.dpde.es) que estructuran la lógica de un discurso (además, encima, por cierto, es decir, sin embargo, entonces), estos elementos lógicos dotan de conexión argumentativa (por una parte, de acuerdo a, …), focalizan lo que expresamos (incluso, hasta, también, tampoco) y controlan la interacción oyente y hablante (mira, ¿eh?). Los marcadores guían la interpretación del texto, además, elaboran el discurso como narrativa, como razón y como argumento. Al conocer la función de los operadores discursivos, es posible profundizar en el análisis de textos con fines de elaborar síntesis, reseña y resumen como un conjunto de estrategias funcionales en la totalidad de un discurso. Estos operadores son marcas para identificar las funciones de comunicación del discurso; son conectores para hilar el discurso; son enlaces textuales para dotar de continuidad a la totalidad del texto (locución); son partículas para crear sofisticados razonamientos y argumentos. 


Fórmula de razonamiento. Son las formas de organizar conceptos (premisas) y operadores discursivos para producir una vía crítica a la inteligencia que explora y crea la realidad con la razón altamente estructurada.


Argumento. Es un razonamiento que alcanza a derivar en una expresión de conclusión. Son la unión lógica de dos o más premisas que derivan por inferencia en una conclusión.


Las unidades conceptuales. Son proposiciones (premisas), es decir, enunciados que afirman sin ambigüedad en un universo de falso o verdadero; cuando están dentro de una sintaxis de razonamiento, operadas por partículas discursivas, forman razones y argumentos. 


En la siguiente tabla con letras mayúsculas se indican las unidades conceptuales o premisas, con ayuda de operadores discursivos se crean razones y argumentos. Sin esta habilidad, nuestro recurso intelectual de crítica será muy superficial y carente de rigor en su pensamiento. 

Tabla 1. Razones y argumentos

Algoritmos argumentales o fórmulas de razonamiento

Observaciones

A hasta B. Incluso C y máxime D. A pesar de ello Z.

Se compone de las proposiciones A,B,C, y D, de la conclusión Z

A decir verdad R, a su vez B, al contrario D. En consecuencia Z

 

Al parecer A, aún mejor C por lo tanto G.

Argumento por analogía

 A y B, pero no C, sin embargo, a pesar de todo F

 

Todos los monos son mortales, el chimpancé es un mono. Por lo tanto, el chimpancé es mortal

Estas son proposiciones que construyen argumentos válidos, basados en las formas obvias

Dado cualquier A, B es F

Cuando la validez depende de la estructura interna de las frases, una proposición es verdadera si y solo si posee una instancia de sustitución verdadera.

A es causa remota de B, por lo tanto, toda M es circunstancia de G

La palabra causa la empleamos como condición suficiente, cuando no limitamos algo indeseable

Copiar el texto es plagio intelectual, por lo tanto, transcribirlo sin permiso causa o da efecto a un hecho jurídico

 

Se conoce que T es causa de Y, sin embargo, A es la causa de W.

Argumentos por antecedentes

Todo U es P, algún no P no es U

Inferencias inmediatas

 Un A agresivo es una persona que es violenta

Proposición de una definición, no debe ser circular 

 Donde W y T participan de G, significa R

Una definición no debe ser muy específica, pero sí debe procurar ser una afirmación

W es referido al contexto F, es equívoco entender G

La mayoría de las palabras tienen significados ligados al contexto del texto

En conclusión G, A en B y solo si R

El argumento de conclusión puede aparecer al inicio de un texto, permite transferir la discusión a las premisas posteriores, para evaluar su aceptación

 A porque B, luego F, en consecuencia W, pero M, no obstante K

Los conectores son relaciones que permiten el análisis lógico del argumento, son por su número complejidad del discurso, al unir informaciones y determinar la argumentación global del texto.

A es justamente H

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)

A o B, pero no F

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)

A por el contrario, es J

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)

A o B, no K, y por lo visto H

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)

Por una parte F, y por la otra H

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)

Primero A, segundo, B. Finalmente, tercero Z

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)

Esto si A, sobre todo K

 Es una razón (no alcanza a ser argumento)


Pensar (razones en acción) y reflexionar (inferencias como posibilidad de sentido) son los compromisos de la conciencia del escritor arrojada a alguna realidad. Producir razones y argumentos es la libertad de elegir nuestras premisas. Las premisas, son obligación de elegir los criterios de verdad y, con el parafraseo creamos nuestras palabras como lenguaje que habla al mundo. ¿De dónde vienen las ideas al escritor?, no están en la conciencia en sí misma, porque esta no es contenido, de acuerdo con Jean Paul Sartre es un acto de libertad para elegir qué hace nuestra conciencia como inmersión en la realidad, con el compromiso de la conciencia con el mundo, es que creamos las ideas como distintos sentidos de la infinita posibilidad de lograr reducir lo inexpresable. Ser escritor, es comprometerse con los sentidos de su propio ser a la luz la intertextualidad de su tiempo (es hablar desde la lectura entre textos siendo moderno), es decir, en palabras de Sartre un escritor es aquello que hace con lo que otros textos han hecho de él[43]. Leer es el vehículo circular de hacernos de ideas y modificar nuestra psicología de la percepción; Dehaene Stanislas en este sentido, está convencido que el cerebro humano que realiza el acto de escribir, es el resultado de una neuroeducación de reciclaje neuronal. 


“Leer, se sabe, es un placer, y esto tampoco escapa a las lupas neurocientíficas. Incluso hay evidencia de que la lectura de textos de ficción tiene beneficios psicológicos. Un trabajo de la Universidad de Toronto sugiere que la simulación de la realidad se transmite desde las páginas hasta nuestros cerebros, lo que se traduce en cambios en medidas de empatía y de percepción de relaciones interpersonales. Y esto parece ser específico de la ficción: leer “La dama del perrito” de Chéjov induce cambios en test de sociabilidad en comparación con leer textos informativos […] Así, para el cerebro, la ficción es mucho más que un mero entretenimiento[44]”. (pág. 11)


La lectura es reconocer palabras que se reciclan y permanecen enmascaradas inadvertidas en el acto de pensar. Sin embargo, estos hallazgos de la neurociencia de la lectura confirman la importancia para el desarrollo de un novel, es un progresivo reentrenamiento del lenguaje y de los circuitos cerebrales en el lector. La imagen del cerebro RMNf (resonancia magnética nuclear funcional) demuestran que lectores adultos forman circuitos fijos, en el sentido de Vygotsky, la naturaleza humana se construye en una propagación de experiencias flexibles e inmersas en la cultura. Aprender a leer es absorber cultura modificando la arquitectura de circuitos de nuestro cerebro, en una forma de reciclaje de ideas, se modifica flexiblemente en cada reflexión lectora nuestra idea global de la realidad. La escritura es evolución darwiniana, consecuencia de la necesidad de ampliar nuestra capacidad emocional y racional de conocer el mundo.

La ventana de respuesta es una técnica que describe y se usa para demostrar la activación inconsciente de significados en el cerebro, visualizar el proceso cerebral de palabras enmascaradas inadvertidas. Mecanismos de enmascaramiento, son asociaciones conceptuales de palabras en la lectura, la activación de cada una de las palabras designadas puede ocurrir aproximadamente dentro de los primeros 100 ms[45].


Una palabra visual se enciende por solo unos instantes del resto de los milisegundos leíbles. Sin embargo, cuando la misma palabra se presenta en el cierre de la proximidad espacial y temporal con otros estímulos visuales, se pone indistinto o incluso invisible, un fenómeno perceptor llamado enmascaramiento. La evidencia conductual indica que las propiedades visuales, ortográficas y fonológicas de palabras enmascaradas, e incluso su significado, puede extraerse bajo enmascaramientos condicionales que no salen conscientemente entre los pasos del procesamiento de la escritura[46].,(Nota al pie no adjunta)[47], Esto[48] sugiere que el enmascarado de las palabras puede activar parte de las redes cerebrales inconscientemente en el procesamiento de textos. Sin embargo, no se entiende por qué no se saca a la conciencia. Las investigaciones demuestran cómo palabras enmascaradas inadvertidas activan las regiones extraestriado, fusiforme y precentral, y causan una reducción significante en el tiempo de la respuesta y en la actividad del cerebro a las palabras conscientes subsecuentes[49].


Dentro de las áreas asociadas con la lectura consciente, las palabras enmascaradas activaron el extraestriado izquierdo, fusiforme y área precentral. Además, las palabras enmascaradas redujeron la cantidad de activación evocada por una presentación consciente subsecuente de la misma palabra.

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Fig. 4. Palabras enmascaradas inadvertidas[34]


Es claro que el estudio científico de la lectura de palabras apenas comienza a darnos evidencia de que cada concepto asociado a una imagen simbólica de la palabra, en realidad pudieran ser ideas representadas por una variedad finita de ideas con asistencia no consciente de sus ImagLec3 simbólicas (ver http://www.college-de-france.fr/media/stanislas-dehaene/UPL60522_Chicago_1_ReadingInTheBrain_VWFA.pdf).


El análisis de los conceptos es esencial para renovar, organizar nuestras ideas, fortalecer e innovar en la producción de hechos, sin embargo, desde nuestra perspectiva tienen una función más profunda y delicada, es esencial para el análisis de las justificaciones de verdad, lo que permite que nuestras creencias estén justificadas en un marco teórico. Conocimiento científico, es conocimiento rigurosamente justificado, para ello, es necesario saber cómo se produce y justifica en los actos de habla de los observadores científicos, el rol que juegan las matemáticas y los recursos tecnológicos instrumentales en la actividad intelectual de producir conocimiento. 


Las matemáticas como razones puras son un recurso de enorme valía para generar conocimiento, tenga presente que dentro del realismo el propio universo es una entidad donde sus parcelas de la realidad son razonables en su totalidad. Además, las matemáticas son indispensables para la predictibilidad, el control y el procesamiento de datos, y tome en cuenta que el propio lenguaje natural en su estructura sintáctica es coherencia lógica, indispensable para que las razones en el orden semántico puedan ser válidas. 


Las tecnologías son una base de observación de la realidad, en cierta forma la crean. La tecnología, más que artefactos son conocimientos técnicos en acción, si bien se apoyan en hallazgos científicos, sus métodos de producir conocimientos técnicos no son menos rigurosos que los primeros, sin embargo, debemos distinguir que su objetividad depende de su eficacia en tareas concretas de instrumentación de aplicaciones. 


La objetividad se alcanza por consenso de las observaciones independientes de una comunidad epistémica, no porque el conocimiento evaluado sea en abstracto (sin contenido), sino porque todo conocimiento posee contenido en referencia a algo, y se debe justificar que es objetivo con referencia a la realidad (correspondencia con la realidad igual a grado de verdad). Las premisas son escritas en forma de proposición, su estado de verdad refiere al límite de la brecha entre lenguaje y realidad, no hay un solo conocimiento válido sobre una realidad, este contiene el cómo es la realidad a la que alude, pero no la reduce a cero su incertidumbre. Las formas en que se nos presenta el conocimiento son teorías, conceptos, modelos, argumentos, proposiciones, términos y datos estructurados, con ellos podemos situarnos en la realidad. 


Las necesidades de conocimiento se orientan a explicar fenómenos, manipular tecnológicamente procesos, controlar, demostrar, comprendernos, crear otras realidades sintéticas, vivir nuevas experiencias estéticas, sociales y emocionales. Al presuponer que el conocimiento es de una realidad que existe independientemente del primero, asumimos que la existencia es un proceso de reflexión y toma de conciencia. El cerebro es el hardware con el que conocemos, comprender cómo funciona en el futuro quizás implique reajustar nuestros límites sobre cómo y qué podemos generar del conocimiento. Al comprender más las vías de posibilidad de la razón, podremos ver a las acciones cognitivas como formas de producir conocimientos, agrupadas en escuelas epistémicas. 


Dentro de la dimensión axiológica del conocimiento científico, los valores epistémicos que destacan, son la honradez, el reconocimiento de la creación ajena, márgenes de precisión, poder explicativo, poder predictivo, compromiso con la verdad, liberar de mitos a la humanidad, objetividad, libertad creativa y preservar la vida. La objetividad es una aptitud de justificar mediante las mejores razones posibles un conocimiento, que será críticamente evaluado por una comunidad para su consolidación. Es decir, un conocimiento consolidado es aquel que su comunidad epistémica alcanzó un consenso de verdad, de esta manera se superan la tentativas de un conocimiento atrapado en un relativismo. 


Argumentación y minitexto


Argumentar es el proceso de elaborar un pensamiento en términos de problema-solución[50], es establecer una postura sobre un problema específico en términos de sus variables. La solución es la hipótesis inferida en forma de proposición, un tipo de frase que afirma sin ambigüedad una verdad. En la definición de texto argumentativo de Tirkkonen-Condit:


"Un texto argumentativo se puede describir como una secuencia en la que la situación de las unidades estructurales pueden ser identificadas: situación, problema, solución y la evaluación. Hay secciones de entrada de texto específicas (slots), estado problema inicial y para el final, es decir el estado deseable solución. La sección de evaluación está reservada para resultados de conjeturado de la solución sugerida, es la discusión de lo que sugiere la hipótesis de solución. La sección de la situación está reservada para el material de fondo, es decir, hechos y opiniones a la orientación de lectores para el área del problema[51]."


Podemos reconocer que en todo texto argumentativo es explícito el estado del arte (situación), el problema, la solución y la evaluación. Este criterio estructural del discurso argumentativo nos permite describir la tesis central que guía el ensayo científico, se trata de un tipo de argumento llamado de tesis o minitexto. La poesía y la ciencia combinan este recurso como superestructura de todo su discurso, es equivalente a decir que tanto ciencia como poesía buscan ampliar los límites de un conocimiento. El minitexto es la estrategia que guía todo el texto en su conjunto, es el eje de la estructura retórica que dota de sentido de coherencia a cada sección del cuerpo total del texto.


La argumentación apela a la razonabilidad, es decir, una evaluación deductiva o inductiva de las premisas que sostienen una conclusión. La definición de argumento en que nos apoyaremos, básicamente se dirige a un proceso en el que se produce una razón. Lo contrario es una forma desvirtuada de lo que es la argumentación, es pelear verbalmente con prejuicios e intenciones ajenas a perfeccionar las ideas, no debe distraerse lo que está discutiéndose con los argumentos, es decir, enfocar bien las razones y los fundamentos que le dan forma a la razón para sostener sus conclusiones, y no en los portadores de la argumentación. Cuando se discute se aportan argumentos, de lo contrario es un alegato estéril para la renovación de las ideas, debemos considerar que los argumentos están en algún marco teórico que los justifica y cuando no hay puentes teóricos entre dos argumentos en una discusión, es inútil pretender hacer versiones compactas o derribar argumentos de un discurso.


En conclusión, el argumento es una fórmula proposicional, una forma de indagación dentro de alguna realidad. Aportar argumentos, es esencial para aprender dentro de un contexto; el texto argumentativo por su naturaleza compromete al escritor con una postura de conclusiones, que hacen que el lector recree el camino de conocimiento vivido por el escritor. En el acto de argumentar están presentes los estados de verdad (premisas), es decir, proposiciones conectadas por operadores discursivos que forman una expresión lógica que deriva en conclusiones. 


3.2.5. Enunciados: unidad del discurso


Para el escritor de ensayo, su unidad creativa de producción radica en componer enunciados vinculados a la elaboración del discurso. El escritor es el responsable de la coherencia entre enunciados vinculados a un parágrafo. Entenderemos por enunciado a la unidad lingüística la cual es la partícula de sentido del discurso completo, sea una frase o serie de libros completos. El enunciado es la unidad dialógica de toda narrativa y de todo discurso. Es oportuno precisar que oración se refiere a la unidad gramática de construcción del texto (solo se evalúa su sintaxis sin relación al mensaje semántico) y enunciado a la unidad de contenido, mensaje, diálogo y argumento de la producción de la comunicación escrita[52]. Cada enunciado es producto del esfuerzo intelectual de síntesis y abstracción sobre un problema, el escritor crea significados y elabora ideas en su actividad de pensamiento y reflexión; los teóricos Flower y Hayes definen este proceso como el empleo de fórmulas de razonamiento e inferencias, complejos procesos cognitivos que están presentes en las tareas de escritura[53]. Tenga presente que todo escritor tiene objetivos propios en cada acto creativo, qué hacer y qué decir, no son instrucciones que damos a nuestra conciencia, son nuestros motivos para escribir, esos mismos que cambian en el propio proceso de escritura, que incluso en muchos casos pudieran pasar a ser inconscientes (instintivos) cuando la conciencia está enfocada en unidades de producción de enunciados. 


De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española (RAE[54]):

Oración: Palabra o conjunto de palabras con que se expresa un sentido gramatical completo.

Enunciado: Secuencia finita de palabras delimitada por pausas muy marcadas, que puede estar constituida por una o varias oraciones y termina con un punto gramatical, signo de exclamación o interrogación. La coma y el punto no rompen un enunciado.

Frase: Conjunto de palabras que basta para formar sentido, especialmente cuando no llega a constituir oración.

Párrafo: Cada una de las divisiones de un escrito señaladas por letra mayúscula al principio de línea y punto y aparte al final del fragmento de escritura.

Parágrafo: Aunque el diccionario de la RAE refiere a parágrafo como sinónimo de párrafo, para este texto no lo es, el parágrafo es un nivel de análisis del sentido temático de las frases, su énfasis es en la semántica, mientras, el concepto de párrafo hace énfasis a las reglas sintéticas del texto. 


Se percibe que un enunciado puede estar formado por más de una oración, esta complejidad le exige al escritor ir más allá de elaborar sentido con un sujeto y un predicado. Un enunciado pudiera tratarse de un sujeto y varios predicados pausados con “,” y “;”, tenga presente que las palabras individuales y oraciones pausadas, pueden ser parte de un enunciado. Gran parte de los enunciados no son oraciones[55], pueden ser palabras aisladas que justifican su presencia en el contexto de la cohesión del discurso. Los enunciados formados por varias oraciones, para su análisis, los podemos identificar por estar separados por pausas y entonaciones. La estructura del enunciado es separable por la independencia semántica de sus oraciones, además, un texto es enunciados y no oraciones en cuanto a su contenido.


El enunciado es un eslabón de una cadena de texto, como unidad de información. La secuencia de unidades de información se construyen, dividiendo las premisas del discurso y enlazándolas con operadores discursivos. Estas secuencias de enunciados son párrafos, su complejidad exige al escritor mantener unida con coherencia la secuencia, hasta lograr cerrar en términos de tópicos (pequeños temas) como resultado la formación de párrafos. El párrafo es una red gramatical de oraciones, mientras parágrafo es una red semántica de significados en función de frases, es decir, párrafo es a parágrafo, como oración es a enunciado. 


3.2.6. La partícula discursiva como cohesión del párrafo argumentativo


La secuencia de enunciados inmediatos, consecutivos para lograr el objetivo textual, deben lograr en su linealidad la coherencia explícita mediante partículas discursivas. Los enunciados son vinculados en forma de pausas y marcadores discursivos. El siguiente texto está formado por: 1 párrafo, 293 palabras, 11 enunciados, 26 líneas, 13 partículas discursivas y de los cuales 9 enunciados están relacionados explícitamente por partículas discursivas y 2 son relacionados de manera implícita. 


Probablemente, pues, la mayoría de los científicos trabajan en la búsqueda, explicación y aplicación de leyes científicas, ya que el espíritu científico crea textos con la intención de lograr veracidad y verificabilidad. Así, los enunciados científicos son proposiciones que pueden ser verificadas como verdaderas o falsas, por otra parte, son enunciados confirmatorios de la experiencia de la conciencia bajo una forma coherente de lógica formal. Además, la verificabilidad de estos enunciados es efectuada por operaciones estrictamente racionales. Bien es cierto que, hay en el discurso científico otros tipos de enunciados, por ejemplo, enunciados acerca de mensajes que comunican información de una realidad. De hecho, debemos considerar que no todas las afirmaciones pueden ser verificadas o demostradas, entre ellas, están las que crean significado sobre lo que se describe. En realidad, las proposiciones que alcanzan el estatus de generalización hipotética, llamadas simplemente hipótesis, son enunciados de perfil teórico, las cuales guardan una sólida verificabilidad histórica de su correlación por experiencia empírica. El texto científico, por el contrario, respecto al poético, es un sistema de auto verificación entre investigación e investigación. Es decir, el texto poético no es sistemático en cuanto a probar el conocimiento que aporta. Existen, pues, enunciados científicos de referencia a hechos; tautológicos en cuanto a que su forma lógica es verdadera, independiente de su contenido, y de definición que agrupa y unifica términos especializados. Además, todo análisis de verificabilidad de enunciados científicos pasa de un juicio lógico en el contexto del discurso a un razonamiento de correspondencia entre lenguaje y realidad. El análisis de enunciados científicos se da en el nivel de sintaxis del ensamblaje entre ellos, la coherencia semántica de términos y proposiciones, sin embargo, exige de su coherencia, que esta sea con respecto a algún marco teórico de explicación[56].


El primer operador pues, relaciona este párrafo con el anterior, el resto cohesiona linealmente los enunciados. El rol de la puntuación es crear un sistema que orienta la lectura y hace explícita cada intención del escritor como unidades de procedimiento. Es decir, operadores y puntuación direccionan el tiempo en el proceso textual de la lectura. Por ejemplo, la coma expresa sintagma; los dos puntos enunciados oracionales; punto y coma cláusula textual; punto y seguido marcan las unidades enunciado y, punto y aparte denotan párrafo.


3.2.7. Puntuación, instrumentos para organizar las ideas


Los signos de puntuación marcan ritmo del discurso y modifican en mucho lo que las palabras dejan o logran expresar. Distinguir la puntuación adecuada, es necesario para lograr elaborar el puntuar del lenguaje escrito como un flujo de conexión que produce la prosa. La prosa a diferencia del verso, no es métrica, no es musical, no es cíclica o periódica. La prosa es el flujo de significados en la mente narrativa, en ciencia es narrar y argumentar, además, es el tejido resultante con que se ensaya, se realiza la crónica y la poesía. La prosa es el efecto que actúa en el lector al experimentar simultáneamente forma y contenido. 


Al puntuar el texto, también creamos la prosa para matizar, definir intenciones, clarificar, precisar, indicar, pausar, jerarquizar enunciados y modular el ritmo del discurso. Desde luego que puntuar es determinar el cómo se interpreta el texto, el escritor se auxilia de esta puntuación para transmitir con claridad el flujo de las ideas. Por ritmo en la prosa, nos referimos a que la puntuación diseña como flujo de nuestros pensamientos y administra nuestra respiración para lograr fluidez y encapsular emociones. 


La coma “,” 


La coma fragmenta, pausa, delimita en el flujo el propio texto. En las entrañas de los enunciados, la coma tiene la función de numerar las ideas; delimita ideas asociadas por adición (oraciones) y vincula las ideas numeradas. Cuando las comas numeran pueden terminar con etcétera o con puntos suspensivos (…). Cuando la coma separa ideas, se emplea la conjunción “y” para expresar el cierre de la adición. Usar una coma con el conjugado (y,) se realiza cuando el sentido del texto cambia de la naturaleza anterior al punteado con comas. Además, cuando deseamos que la numeración no sea un conjunto cerrado, la numeración no se apoya con el conjugado (y), concluyendo la numeración simplemente con un punto. Divide ideas independientes dadas en oraciones dentro de un mismo enunciado. Las comas también hacen explícito el empleo de partículas discursivas para relacionar a los enunciados. La coma es un recurso para separar el mensaje de un vocablo y agregar complementos. Además, la coma agrega énfasis a los vocablos y hace elisiones verbales o sustantivas.


Ejemplos:


En mi oficina habitan objetos tales como libros, sillas, escritorios, computadoras, libreros


La educación superior, sus estudiantes, profesores, autoridades, y su historia son parte viva de su tradición.


En mi libro de matemáticas hay objetos geométricos, algebraicos, numéricos, lógicos. 


Para escribir requiero además de voluntad: gramática, fuentes de información, invertir en jornales de lectura y un lenguaje formado por ideas.


Las computadoras nos ayudan a la versatilidad del flujo de producir el texto, pero escribir, implica el análisis de las ideas, el software no nos puede ayudar en estas tareas.


Libro, digital o de celulosa, sobrevivirá independiente del soporte de sus símbolos. 


En aquel invierno de ilusiones de fuego, no fui prudente para hacerle saber mi sentimiento.


Palabra a palabra, dentro de las sombras del texto.


En mi trabajo, les molesta que lea; a mis compañeros profesores, también. 


Los libros en mi casa recuerdan mis esperanzas; en la oficina, los desafíos, en la biblioteca la ignorancia de mi pueblo. 


Impreso el libro, todas las críticas son un nuevo proyecto de escritura.


El amor por la verdad, es decir, el motor científico necesario para grandes empresas de la razón; pero en su ausencia solo es indignación. 


Sí, en aquellos libros dejé mi vida.


La coma es el ritmo del devenir lógico, aritmético, categorial, de ideas …

Dos puntos (:)

El empleo de la puntación de dos puntos, es un señalamiento al lector sobre la importancia del texto al que precede. Es una señal de apertura sobre precisiones, aplicaciones, citas o extensión de ideas. Después de los dos puntos, se inicia con letra minúscula si no se trata de una cita o lista ordenada de varios párrafos. Los dos puntos son también un cierre elegante dentro del discurso. La función de unir o asociar dos enunciados. Los dos puntos se emplean como señalización de una explicación y remplazo de los porque. Dos puntos son un recurso para encabezar títulos sobre los que se hablará.


Ejemplos:


Encontramos modelos de pensamiento: poema, tesis, ensayo, novela, cuento, patente, revisión, semblanza, síntesis, reseña y, por deducción, cada tipología de texto es la respuesta a un modo de pensar y sentir. 


Leer para revelar existencia, dejar que los libros te inviten, vive la inmersión de sus ImagLec3: es ser extranjero, siendo uno mismo un nuevo ser. 


En la escritura en esos tiempos de profesor: la profesión se tornó fascinante, casi podía tocar el crear un mundo nuevo, lo aburrido se vuelve sumamente emocionante. 


Descubrir la apoptosis: significa en la nueva biología la posibilidad de reprogramar los rangos de vida de las especies. 


En los libros, en muchas ocasiones: no observamos a ellos como modelos de escritura. 


Pues bien: nadie reconoce su responsabilidad.


Esto es: los números son una forma diferente de ver la realidad.


En resumen: escribir es pensar y reinventarnos a la luz de la creación.


En efecto: leer no se enseña, sino, se aprende.


Ramas de las matemáticas:


Algebra. Cuerpo o campo cerrado bajo una operación binaria.

Probabilidad. Numerar el comportamiento aleatorio.

Conjuntos. Propiedades de asociación, agrupamiento, operaciones con números.

Lógica. Estudio del formalismo de demostraciones e inferencias. 


Punto y coma (;)


El punto y coma es un vinculante yuxtapuesto entre ideas, es el alto total de la voz de la lectura. Este puntuado atenúa el ritmo de la lectura, funciona como numeración de contendedores separados por comas; cada sección si es de longitud corta se usa por lo general la coma y si los enunciados son de extensión larga se emplea el punto y coma. Además, segmenta oraciones relacionadas como una forma de consenso entre ideas, sin que con ello pierda énfasis cada idea, como sí ocurriría si se empleara la coma. Se usa como la no repetición del verbo de la oración previa. Cuando un sentido del pensar es acumulativo, el punto y coma realiza esa suma de ideas, advirtiendo que son estrechas respecto del parágrafo. Pero, también se emplea con elegancia para puntuar distintos tipos de apreciaciones. El punto y coma relaciona hechos y efectos en el discurso, matizando los significados asociados. El recurso del punto y coma le dice al lector que debe encontrar en el texto la asociación de una explicación. No se confunda con los dos puntos, donde cada oración son ideas con una distancia categorial importante; los dos puntos abren el discurso, el punto y coma lo enlaza, lo hace coherente y organiza los segmentos del párrafo. Si se empleara en lugar de punto y coma, el punto y seguido, romperíamos aquellas ideas con fuerte relación en una explicación como unidad. Cuando la suma de información está fuertemente relacionada en su semántica, se nos exige el empleo del punto y coma. Pero, para el caso de tener duda del empleo de una coma en lugar de un punto y coma, tenga presente, que la primera no es suficiente para el énfasis necesario que une ideas distintas que convergen para un mismo fin de explicación; la segunda opción crea una anatomía de explicación por varias vías alternativas para los fines de argumentación. En fin, la coma iguala la naturaleza categorial de la información que vincula, mientras, el punto y coma advierte la diferencia. El punto y coma, además, nos ayuda a pasar del sentido general al particular. Así, cuando se nos presenta la necesidad de contrastar conceptos, empleamos el punto y coma. La presencia de punto y coma en nuestros hábitos de escritura, es la evidencia de que somos democráticos para incluir otras posturas opuestas a la nuestra. Si bien cada escritor puntúa a su manera; perfeccionar el arte de signos de puntación nos ayudará a encontrar nuestra personalidad como escritores entre escritores. Emplee el punto y coma, en el puntual de un explorador que profundiza siempre como convicción sobre lo profundo de una realidad. Por último, el uso del punto y coma con maestría, logra hacer que una idea en apariencia diferente habite en otra. 


Ejemplo:


Los errores en el tecleado del texto; usted es más paciente, pero el escritor profesional, las erratas no son más que pruebas de originalidad y pausas para afinar el pensamiento.


En este libro encontré un verso; entrando por la puerta su musa, ojos de luz como vereda.


Fue para aquel poeta, ese evento fracturado, la lágrima de Lucas Fierro; ignorado por el público en la presentación del poemario. Sus ojos con movimientos rápidos; miró su libro e ignoró cuando dijo: - Hoy todos prefieren atender lo opuesto a este poema, ellos eligen; el poeta ha muerto en este tiempo.


Leer un libro de principio a fin, ellos aseguran que es el único modo de analizar cuento, poemario, ensayo y novela; otros, en cambio, creen que con fragmentos de las obras se puede lograr el gusto por la lectura de facciones; sin embargo, otros más, señalan que es en la diversidad de la lectura donde se afina el gusto por la literatura.


La muerte celular programada, provoca que la biología se pregunte sobre la posibilidad de detener el envejecimiento; aunque no todas las especies poseen este recurso evolutivo; no cancela el hecho de que sea una falla o una ventaja evolutiva. 


Todos los hombres, habitantes conscientes de su tiempo; los michoacanos que como ejemplo, salen a las calles a expresar que los animales son nuestra responsabilidad y mejor compañía.


El universo es creador del espacio y el tiempo conforme se expande; el tiempo es eterno, no transformable y creación de nuestra mente. 


La semana nos regala desafíos y placeres; uno de esos días realmente perfectos, es cuando abrazo tu humanidad mientras duermo.

http://es.noticias.yahoo.com/una-errata-reproducida-durante-siglos-cambia-la-censura-183644362.html 


Punto (.)


Es el límite de los enunciados, oraciones, párrafos, argumentos e ideas. Nada como un punto gramatical representa a lo dogmático en la actividad de discutir, argumentar, explicar, demostrar y seducir. Debemos ser conscientes que un punto fuera de lugar puede dejar al pensamiento mutilado, al verso expuesto a lo irracional y la novela fracturada en su historia. Imaginemos al pensamiento como fragmentos de vida, entonces el punto sería las marcas históricas de un hasta aquí. Es una pausa, la más grande en la lectura, la marca insigne de un pensar completo. El punto es un signo, el más pequeño, el más anclado en el texto, el más discreto poder de delimitar las ideas; pero, también, es la cerradura de enunciados, cuentos, novelas y el fin de nuestra existencia. El punto es esa interrupción necesaria para pensar, para secuenciar los párrafos, su ausencia deja abierta la puerta del habla.


Punto y seguido


Cuando deseamos separar premisas, ideas, argumentos y secciones de texto: el punto y seguido es la promesa de una vida aún por venir. Si bien cada oración o enunciado pueden terminar con un punto y seguido, su alcance semántico es prolongado más allá de su posición en la trama del texto. Es el punto y seguido el que garantiza cierres parciales en las ideas y al mismo tiempo prolonga la complejidad de las mismas. El punto y seguido es parte de la estructura del párrafo, juega el rol de conducir nuestro discurso, eligiendo un orden de ideas dentro de una infinidad de posibles caminos, es el escritor quien administra el punto y seguido, transmitiendo la sujeción del orden de las ideas elegido. El punto y seguido le da el poder al escritor de conducir el nudo de la historia narrada, la precisión de cuáles son las premisas en el discurso, y donde está la conclusión. El punto y seguido también resuelve el tamaño de los párrafos, en su interior prolonga el tiempo para el lector, si bien el escritor, es libre de emplear el punto y aparte, recuerde que un enunciado cambia en mucho si decidiéramos pausarlo con puntos y seguidos; su empleo cambia la idea, sin ser irreverentes, le sugerimos produzca los enunciados como unidades de un lenguaje cuyo léxico no son palabras sino ideas. 

Punto y aparte

 

Es con lo dicho hasta aquí, es el punto y aparte el signo de ruptura entre ideas. Resolver cómo damos forma al meta argumento, es decir, al conjunto secuenciado de argumentos; el punto y aparte es el juicio del escritor que considera cuando una idea está probablemente redondeada respecto de sus objetivos de escritura. Este punto y aparte, hace del texto un cuerpo de párrafos, una combinación de ideas, giros en la narrativa de ficción y puntualiza la ruta crítica de los métodos científicos. 


El punto final


Es quizás este signo el más incierto de todos, cuando comenzamos a escribir como acto de pensamiento, nadie sabe por anticipado dónde terminará por poner el punto final a su contenido. Es el punto final, la aspiración de un escritor, la vergüenza de no encontrarlo y la cobardía de cerrar el texto antes de llegar a la meta. 


Son el punto y seguido, aparte y final los que estructuran la vereda de lo pensado, crean tópicos (segmentos pequeños de tema), agrupan en parágrafos argumentos, los analizan y resuelven su discusión y conclusión. En el cuento, novela y la vida misma del hombre, la responsabilidad de poner puntos finales a una historia como segmento de la realidad, es crear en la mente del lector la idea de un final provisional en la imaginación del hombre. A veces es la propia historia narrada la que nos exige un punto final, ese transitar a otra empresa de la vida. Si bien el punto además, tiene funciones de indicar abreviaturas y series infinitas (…), podemos concluir, que es un símbolo muy poderoso. 

 

Cuando ponemos puntos y aparte y, más aún, punto final: estamos ante la fase de revisión de los escritos, releer para mejorar el texto, alcanzar sus objetivos, defectos, limpiar lo más posible las erratas, anotar vacíos de contenido, ajustar enunciados demasiado largos, reconfigurar frases con algún estilo elegido, eliminar redundancias, estrechar párrafos, eliminar textos huérfanos (no pertinentes), matizar con todo ello la propia prosa. Además, la de afinar el manejo de los términos empleados. La revisión del texto es el intento de controlar el rigor lógico del discurso, el perfil estético y emocional de sus letras; para tal tarea, el ajuste de la puntuación sin duda que termina con la virtud de saber dónde y cuándo colocar el punto final. 


Puntos suspensivos (…)


Es el equivalente del infinito, sugiere la imposibilidad de cerrar una realidad, nos advierte que las palabras no pueden cerrar el significado, es la insinuación de una continuidad de información, ensayo o relato. Son tres puntos seguidos que invitan al lector a incluir con libertad una continuidad implícita; son una pausa larga para poder renovar la energía necesaria para continuar leyendo. Es un recurso que da a entender que se abrevió un texto, un habla se silenció y que estuvo presente. Los puntos suspensivos también advierten al lector que debe sobreentender que se continúa un diálogo ya no presente explícitamente en el texto. Pero en la literatura de ficción, puede expresar inseguridad, indefinición, sospecha creando suspenso. Suspenso, que puede expresar con puntos suspensivos: humor, ironía, ira, dramatizando el discurso. Los tres puntos son un signo que equivale a la palabra etcétera. Cuando los tres puntos van dentro de corchetes […] se advierte al lector que se suprimió parte del texto referido. 


Signos de interrogación (¿?)


Los signos de interrogación crean enunciados que invocan incógnitas y hacen de la entonación un sentido interrogativo. Debe emplearse siempre los dos signos, el de apertura y el de cierre; cuando una oración termina con un signo de interrogación, si a la vez es un punto y seguido o aparte, se omite el punto. Después de una oración interrogativa se puede emplear la coma, dos puntos, el punto y coma, para estos casos la siguiente letra será minúscula. Cuando en seguida de una oración interrogativa se comienza con mayúscula, es implícito que hay un punto y seguido al término de este enunciado interrogativo. El lector cuando está frente a una interrogación, es interpelado, guiado sobre lo que discutirá o anticipado sobre la profundidad de la observación que pretende nuestra exploración en la realidad. Los enunciados interrogativos los hay retóricos, disyuntivos, derivativos, además, formados por varias interrogaciones. Se suele emplear (?) entre paréntesis el signo de interrogación de cierre para advertir ironía o duda. Las interrogaciones nos auxilian para expresar además de duda, asombro, intriga y señalar el flujo del discurso. El flujo del discurso que explícitamente contiene preguntas dentro del cuerpo del texto le señala al lector la búsqueda de las propias respuestas exploradas por el escritor. 


Ejemplos:


¿Qué hace que muchos estudiantes no tengan apetito por los libros? 


¿Quién ha vivido la literatura?, no se pregunta sobre sus aportes para definir su existencia en el mundo.


¿Cuándo ocurre el quiebre entre quienes cortan y pegan, y entre quienes piensan y sienten al escribir?

 

¿Cuál de todos, después de leer este texto, tendrá la suerte de escribir con valentía?


¿Escribes cuando piensas o lees cuando escribes?


¿Por qué pretendes escribir sin consultar fuentes diversas de información?


¿Qué rol juega la lectura en la escritura?, ¿el oficio de escribir es solo propio de una profesión?


Signos de admiración (¡!)


Estos signos son muy ricos para expresar intensidad en las emociones de asombro, sorpresa, indignación, ira, … ; son exclamaciones oracionales e interjecciones que dan contraste a los actos verbales como ¡carajo!, ¡ay!, ¡eh!, es necesario colocar apertura y cierre en todos los casos de enunciados exclamativos. También están presentes en exclamaciones retóricas para dar énfasis a nuestras inclinaciones argumentales. La sintaxis de estos signos es igual que para los interrogativos[57].


Ejemplos:


¡Ególatra!


¡Estamos perdiendo lo sustantivo!


¡La contraloría! ¿qué haremos?


¡Es hermoso poder tener la libertad de escribir!


¡Ruedan lágrimas por ausencia!, el vacío son las ruinas de tu experiencia. 


¡Ojos abiertos! En la ciencia es caminar con la sorpresa, paso a paso. 


¡Si la poesía es estar vivo, la vida es infinita posibilidad!


¡Escribir sin temor a pensar donde todo es libertad!


Paréntesis ( )


Junto con las comillas, guiones medios, corchetes, los paréntesis se emplean para colocar un texto en segundo nivel dentro del texto principal. Los paréntesis, suelen dejar un asunto en suspenso y en segundo plano de narración. Los paréntesis agregan datos y precisiones complementarias al discurso principal, además, de que son un recurso en algunos estilos para incluir citas a referencias documentales. El lector marca un alto en los paréntesis para continuar en el flujo de la lectura, esos altos son asuntos colaterales o de ampliación al discurso principal. En la lectura los paréntesis bajan el tono de la lectura y anuncian información conectada a la idea en curso. También se suelen encerrar entre paréntesis partes de una palabra para referir a dos modos, plural o singular, y de género. El punto de terminación de una frase entre paréntesis, espera fuera de ellos hasta terminar el enunciando del primer plano del discurso; los paréntesis no aceptan en su interior el punto y aparte, además, del punto y seguido. 


Ejemplos:


Lo(s) exhorto a declarar su patrimonio.


Escribía y cometía fallas (me pregunté por qué).


Corchetes []


Son en su empleo algo equivalente a los paréntesis.


Guiones ?


Los guiones pueden ser largos? o cortos- (el guión largo en Microsoft Word se inserta con símbolo avanzado). En cuento y novela el guión largo da más profundidad a la narrativa, crea enunciados aislados del narrador, separa frases similar a los paréntesis para indicar que es otro personaje el hablante. Dos guiones largos encierran frases de otros hablantes insertos en una narrativa. Expresan los guiones largos los estados de ánimo de algún personaje, es decir, guían el diálogo de conversación de los personajes. Esta última función de los guiones largos en los diálogos, desde el lector, el guión largo señaliza pegado a la primera palabra de enunciados, el habla de un personaje a la vez; es una marca de cambio de interlocución entre los hablantes en un diálogo. Cuando un guión largo anuncia a un interlocutor y termina su intervención, se concluye entonces con un punto y aparte. Para el caso en el que el interlocutor termina su intervención y continúa el narrador con su habla, se cierra la intervención con otro guión largo. 


Ejemplos:

 

Todos reunidos discutieron sobre el texto, pero el señor Fierro ?aturde con su silencio?, llegada la tarde se alcanzó un consenso.


Lucas expresó su enojo:

?¡La impresora no respeta la tipografía!, esto es frustrante.


Entre los pasillos de la biblioteca pasan tantos mal entendidos, que el bibliotecario dice ?los libros y los lectores esgrimen literatura y competencia?, su perspectiva es que los hombres compiten en la crítica y habitan los mismos espacios de la literatura. 


?Este momento de confusión me provoca un gran dolor de cabeza.


?Has colmado mi paciencia, amigo ?dijo Fierro al borde de su silla?. No escribiré más hasta que defina si la política de la revista será explícita.


Las comillas “”


Las comillas se emplean para incluir una cita textual recogida de otro texto. Para expresar que el término no es empleado en un sentido absoluto, es decir, para reflejar duda.


Cursivas y negritas

El empleo de las letras cursivas puede sustituir a las comillas para títulos de obras, nombres científicos y frases relevantes. Para el último caso también se puede emplear letras negritas para resaltar conceptos claves en la discusión dentro de argumentos. 


La barra (/)

Cuando un poema es escrito de manera horizontal, se auxilia de la barra para señalar los finales de cada verso.


Pasamos por el mundo sin darnos cuenta,/ sin verlo,/ como si no estuviera allí o no fuéramos parte/ infinitesimal de todo esto./ No sabemos los nombres de las flores,/ ignoramos los puntos cardinales/ y las constelaciones que allá arriba/ ven con pena o con burla lo que nos pasa./ Por esa misma causa nos reímos del arte /.


A partir de la puntuación, podremos junto con las partículas discursivas lograr la prosa como tono de nuestro texto. El fundamento para el uso de los signos del puntuado expuesto aquí descansa en la obra “El buen uso del español” (2013) de la Real Academia Española. 


El texto como reflejo de nuestra personalidad, lleva impreso el ritmo zanjado de un camino para el lector, no solo es comunicar el contenido, además, expresa nuestro propio erotismo para vivir el flujo del texto. Puntuar el texto, es hacerlo a nuestro estilo de ser; una forma de inspiración más allá de lo utilitario. El texto es el resultado de nuestra propia censura, la elección fina de las palabras empleadas para pensar y sentir; antes de concebir puntuar como un espectro de respiración, probablemente considere que es el arte como estilo, para comunicar el pensamiento provocado por emociones y razones. Es producir nuestra propia música, ese estilo de puntuar, es la armonía de nuestra prosa que hemos logrado su compás, pausas como movimiento entre universos de naturaleza diferente. 


En esta fase de planificación del texto, organizamos estilo, ideas, ritmo y articulación del flujo de la lectura. Es ahora el momento de trabajar con las razones, los argumentos y el análisis lógico del tejido del texto.



3.2.8. Fase III planificación textual: producir el discurso 


Cuando el discurso está hecho, debemos identificar en el:


Tema: parcela del conocimiento sobre la que se discute.

Propuestas: argumentarios que fundamentan.

Cortesía: orden para expresar posiciones a favor y en contra. 

Puntos de vista: categorizar los enfoques argumentales.

Conclusiones: aunque no sean un consenso, es el aprendizaje de las razones ofrecidas que redefinen el tema en densidad de conceptos.


Según sea la lógica que estructura la intención de un discurso, es que los clasificamos así:


Discurso de persuasión: es la vía racional que aborda conflictos o diferencias con el objetivo de aproximar posturas de los que discuten estados de verdad, validación de premisas y fundamentos. Nos permite revisar, reconocer y categorizar los diferentes enfoques de explicación. Se dice que es una discusión crítica cuyo sentido es alcanzar un consenso de objetividad, es decir, unificar criterios de verdad con el fin de producir un consenso racional sobre la verdad y la realidad. 


Discurso de investigación: es la exploración racional a lo desconocido, es un acercamiento hipotético y empírico para hallar, verificar evidencia o refutar hipótesis, con el objetivo de generar nuevo conocimiento. Sus argumentos deductivos o inductivos están intentando demostrar por medio de inferencias sobre los causales de la naturaleza, sobre sus comportamientos de probabilidad y sus determinísticos que verifican la realidad. Su finalidad es la búsqueda de la verdad, su instrumento lingüístico por excelencia es la proposición y la formulación de criterios para la evaluación del grado de verdad de razones. 


Discurso de seducción: es la invitación a ser habitante de una atmósfera emocional; es esgrimir emociones dentro de una realidad particular; es crear pulsiones necesarias para mantener el motor que nos motiva para grandes empresas. Es un diálogo poético inmerso en experiencias emocionales cuya estética abre nuevas vías a la realidad. Su instrumento lingüístico por excelencia es la metáfora. En conclusión, su finalidad expresa las diferentes formas del arte de vivir éticamente nuestra humanidad. 


Discurso literario: está compuesto por el entretejido de historias, donde razones y emociones crean ficciones que permiten que vivamos nuevas formas de ser, de sentir y explicar lo que nos hace humanos. Aportan novedosas psicologías de personajes; dan argumentos sobre los significados que dan forma a la existencia social humana; expresan la imaginativa que crea nuevas realidades a partir de las profundidades del lenguaje; su poética reinventa nuestras maneras de ser, sentir y pensar. Tiene como fin el placer, reducir la violencia y persuadir sobre los valores necesarios para la civilización.


Discurso de instrucción: aporta información sobre técnicas y procedimientos, además, está organizado en pasos y fases para transferir ayuda sobre actividades con objetivos y fines prácticos. Palabras como debe, haga, active, presione, verifique, gire, desplace, identifique, calcule, reste, multiplique, direccione, donde “k” es, entre muchas otras, tienen como objetivo transferir conocimientos técnicos y desarrollar habilidades prácticas individuales o en colaboración.


Discurso de negociación: conversar sobre puntos de vista, posturas teóricas y prácticas para alcanzar fines comunes. Resolver con argumentos que acerquen y no discrepen a las partes en conflictos de interés, con el fin de alcanzar el mejor acuerdo para convivir en armonía y consenso. 


Discurso de debate: es la memoria de una lucha argumental por imponer, persuadir, seducir, con propósito de que las partes difundan sus posturas, conocimientos e informaciones, que al final permitan hacer juicios sobre posturas irreductibles en el mayor de los casos. 


Discurso didáctico: es el compromiso dialógico más allá de la transferencia de información, es decir, tiene la finalidad de producir experiencias de conocimiento teóricas y prácticas con un fin curricular formal o informal. Es la conversación entre docente y estudiante en la que ambas partes hacen del contrato didáctico entre docente-literatura-estudiante bajo fines de aprendizaje y enseñanza el propósito final.


Dependiendo de las necesidades de comunicación, el texto responderá de algún tipo de discurso, es decir, las intenciones comunicativas emotiva, conativa, referencial, metalingüística, fáctica o poética son funciones del lenguaje, son las interacciones entre el sistema de comunicación:

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Fig. 5. Modelo de comunicación


Las funciones del lenguaje son la forma de interacción entre las piezas del modelo de comunicación. Cuando el propósito es el referente se persigue la objetividad y la relación entre lenguaje y realidad (contexto). Esta intención comunicativa formula razonamientos en correlación con los hechos observados por otros y el escritor. La relación mensaje-referente es un acto cognoscitivo que tiene como fin producir conocimiento científico y técnico fundamentado, justificado y verificable. Se emplea en él, con maestría el uso de las proposiciones y el manejo de mensajes de contenido hipotético. 


Cuando la intención es comunicar la experiencia emocional del emisor, se informa sobre las valoraciones emotivas en función del referente. La relación es mensaje-emisor. La metáfora y la trama histórica se conjugan para expresar las muchas experiencias a las que somos sensibles y se traducen en vivencias de intensa inteligencia emocional. 


Si el propósito es transformar al mensaje, no en un medio, sino en un fin, el medio poético resalta aspectos de seducción, conocimiento y el arte de vivir. La relación estética y ética de esta intención comunicativa relaciona fuertemente al mensaje consigo mismo, crea subjetividades por dentro del lenguaje, con ayuda del corpus de metáforas.


La función fáctica tiene la intención de construir dialógica, relación bidireccional del cambio de emisor y receptor con el fin de acuerdos, debates, consensos y discusiones en las que emisor-receptor están fuertemente influenciados mutuamente. 


En cuanto a la función metalingüística, el sentido es precisar el uso sintáctico y semántico de los términos desde donde se habla, el enfoque está en el código. Esta función comunicativa construye sistemas conceptuales que justifican el cómo se emplea el código en un texto, donde la forma del significado se distribuye dentro de un sistema de conceptos o según sea su distribución dentro del relato.


3.2.8.1. La estructura párrafo 


¿Qué es un párrafo?


Los párrafos son los bloques de construcción de los trabajos de escritura. Muchos definen párrafos en términos de longitud: un párrafo en término de este criterio, es un grupo de por lo menos cinco enunciados, un párrafo es la mitad de una página de largo, un párrafo es más de tres líneas continuas de texto secuencial, etc., en realidad, la unidad y la coherencia de las ideas entre las oraciones es lo que constituye un párrafo. Un párrafo se define como un grupo de sentencias que forman una unidad de significado. La longitud y la apariencia no determinan si una sección en un documento es un párrafo. Por ejemplo, en algunos estilos de escritura, particularmente estilos periodísticos, un párrafo puede ser solo una frase larga. 


En última instancia, un párrafo es una sentencia o grupo de sentencias que apoyan una idea principal que hace implícita una pregunta que pretende contestar. En este apartado, nos referiremos a esto como la "idea horizontal", debido a que controla lo que sucede en el resto del párrafo. El párrafo en su análisis es a nivel de gramática, por otro lado, hablamos de parágrafo cuando el análisis es a nivel de semántica. 


¿Cómo puedo decidir qué poner en un párrafo?


Antes de poder comenzar a determinar cuál será la composición de un párrafo en particular, debe decidir primero sobre una tesis de trabajo para su manuscrito (un minitexto o argumento de tesis) del cual se enfoca a: ¿cuál es la idea más importante que usted está tratando de transmitir a su lector?. La información de cada párrafo debe estar relacionada con esa idea, en otras palabras, los párrafos deben recordar a sus lectores que hay una relación recurrente entre el minitexto y la información de cada párrafo. Las funciones de trabajo del minitexto, es ser una semilla de las ideas, crecerán con la escritura como forma de pensar en un nivel de complejidad superior. Todo el proceso es una progresión natural orgánica de una semilla, donde hay relaciones directas y familiares entre todas las ideas en el texto.


La decisión sobre qué poner en sus párrafos comienza con la germinación de una semilla de las ideas (minitexto), este proceso de germinación es más conocido como modelo problema-solución. Hay muchas técnicas para la escritura de un texto, cualquiera que sea la que elija, esta etapa del desarrollo del párrafo no se puede omitir si se pretende escribir con elegancia y coherencia. El minitexto es al párrafo cimiento del edificio que puede llegar a ser la construcción de un rascacielos; tiene que haber una base bien planeada que apoye lo que está construyendo. Cualquier grieta, inconsistencias u otras corrupciones de la fundación del minitexto pueden causar que todo tu trabajo se desmorone.


Por lo tanto, vamos a suponer que usted ha hecho un minitexto para desarrollar su tesis. ¿Qué más se debe tener en cuenta al comenzar a crear párrafos? Cada párrafo en un documento debe ser[58]:


1. Unificado. Todas las frases en un párrafo deben estar relacionadas con una sola idea central (a menudo expresada en la oración principal del párrafo y que emula la pregunta que motiva el párrafo).


2. Claramente relacionado con la tesis del minitexto. Las oraciones deben referirse a la idea central, o de tesis.


3. Las frases coherentes deberían organizarse de una manera lógica y deben seguir un plan definido para el desarrollo de la argumentación.


4. Refiérase a preguntas de control para analizar el orden de los párrafos. 


Este proceso de escritura tiene como desafíos lograr la cohesión, conexión, enlaces, coherencia y secuencia; es un proceso de revisión fina de un texto en el que intervienen las teorías del discurso, los enunciados, las oraciones, la puntuación y la corrección de lo ya escrito. El tipo de texto por mucho determinará la intención, el destinatario y la estructura discursiva que comparte un diseño por capas: mapa conceptual, textualización, revisión y edición; y probablemente la más compleja es la revisión textual. Flower y Hayes modelaron al proceso de escritura como cognitivo, sobre las bases de un proceso de escritura interpretado como composición mental jerarquizada de procesos dentro de otros procesos, por tanto escribir es buscar un objetivo en una red de funciones textuales: título, resumen, introducción, desarrollo, conclusión entre otros[59]. El escritor no fabrica ideas sino las descubre cuando desencadena de otros textos un pensamiento creativo, lo hace con inferencias sobre la memoria de largo plazo del escritor. La lectura y el plan de escritura hacen eficiente al escritor para acumular procesos de escritura, sin embargo, las unidades del discurso (los enunciados), requieren lograr una secuenciación coherente con el proyecto de nuestro discurso, para ello debemos recurrir a dos conceptos, narrativa y prosa. 


Las Figuras 5 y 6 nos ilustran la dinámica del modelo de producción de cuerpos de párrafos, modelo que aspira a lograr alcanzar legibilidad, estilo, coherencia y contenido en su modalidad de conocimiento. 


La extensión de un párrafo argumentativo parece ir creciendo en los textos conforme aumentamos nuestra escolaridad. Esto es en realidad cierto, la medida de la complejidad de un párrafo es la relación con el número de enunciados que lo componen, a mayor densidad de enunciados, su lectura tiene efecto de exigencia de mayor complejidad. Si el párrafo es de naturaleza narrativa, normalmente son de gran extensión, pero de muy baja complejidad en términos comparativos con el del tipo argumentativo.

De alguna manera ya expresamos que el texto argumentativo se elabora a partir de dividir un tema en tópicos, tan pequeños para ser elementos de control para la construcción de párrafos. En un escritor novel, es común que sus párrafos apenas sean formados por un enunciado. Nuestra experiencia nos dice que al eslabonar enunciados, su número es directamente proporcional a la complejidad del discurso expresado como combinación lógica de proposiciones. Desde luego que a mayor eslabonamiento de enunciados, el párrafo resultante usualmente será de entre 24 y 40 renglones. En nuestra opinión un novel escritor del texto argumentativo, debe comenzar con fórmulas argumentativas de baja complejidad y con un objetivo de comunicación claro para cada párrafo. 


En un sentido alternativo, la investigadora Pérez J. María, discurre que la extensión de un párrafo también puede considerar su ruptura en función de evitar el cansancio agobiante de un párrafo extenso[60]. La longitud del párrafo, le dice al lector cuál es el desafío para su memoria de trabajo, cada párrafo es una unidad de comunicación que será necesario interpretar por parte del lector. Sin embargo, los párrafos muy cortos producen también un efecto perjudicial para la comprensión, dispersan las ideas degradando su vinculación[61]. Las dimensiones de interpretación de un párrafo, son lo que afirma, lo que informa y la justificación de su verdad, un lector eficaz buscará siempre identificar la presencia de estos componentes. 

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Fig. 6. La prosa del texto




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Fig. 7. Círculo de escritura


Las unidades del procesamiento de los párrafos en el enunciado, serán procesados en la memoria de trabajo. La extensión del enunciado se recomienda en varios manuales de estilo, por ejemplo, los de “El país”, Chicago, APA, entre otros, sea de una extensión máxima entre las 15 y 30 palabras. Esta recomendación de longitud para escribir enunciados, no debe tomarse a la letra, considere como una media de la extensión de sus enunciados capaces de ser procesados por una mente biológica. La legibilidad de un párrafo, es una medida de longitud de enunciados y el número de los mismos que forman ese párrafo. Ya sean enunciados cortos o largos, además para su legibilidad requieren de una puntuación adecuada y operaciones de partículas discursivas con coherencia. Legibilidad, es la reconstrucción semántica de un texto, cuando esta comprensión está en el nivel del cuerpo de párrafos, para ello, la mente creará para orientarse una imagen estructural del discurso. Legibilidad es el grado que un texto es comprensible en el flujo secuencial de la linealidad de la lectura del texto. Es, pues, el análisis de las estructuras de premisas y conclusiones, narrativa y combinación de periodos de lectura ininterrumpida. 


Por supuesto que si la carga de información de un párrafo es grande en términos de complejidad, esto podría bloquear la lectura de un novel con poca experiencia en el campo de estudio. El lector eficaz no memoriza literalmente enunciados, conserva la noción de sus hipótesis en forma de imagen conceptual que se modifica conforme progresa en la lectura. De acuerdo con el investigador del departamento de psicología de la Universidad de Harvard, Stiven Pinker[62] , la memoria de corto plazo en la lectura retiene no más de 7 unidades de información (premisas) durante periodos de tiempo de 20 segundos. Pero leer no es solo recordar[63], es proceso de interpretación que produce una nueva explicación, esta última se traslada a la memoria de largo plazo, con lo que posibilita leer obras de gran extensión. Estas explicaciones son la macroestructura para procesar lecturas en varias jornadas en el orden de los días o semanas.


Un párrafo es un encadenamiento lógico de enunciados, generalmente su primer enunciado es el tópico temático al que refiere, debe cada párrafo justificar su unidad en términos de una razón o argumento. Un párrafo contiene dos dimensiones esenciales, la idea principal o afirmación; la dimensión de información que son los juicios que fundamentan; el valor de verdad en el que justifica la pertenencia de la información. El párrafo está definido por una pregunta de control, a su vez es coherente con la tesis eje del texto en desarrollo; además, el párrafo es un cuerpo de texto guiado por tópicos y propagación. Si bien los tópicos dan coherencia vertical entre párrafos, de manera horizontal la propagación extiende el habla como un desarrollo. 


En un sentido de sistema, los párrafos son cerrados o abiertos. Los párrafos cerrados obligan entre un punto y aparte a saltar entre distintas naturalezas de lo que se discute. En cambio, los párrafos abiertos enuncian una continuidad entre párrafos de manera explícita. El que sea cerrado o abierto es una mezcla de saltos de categorías de perfil argumental, para ambos debemos evaluar su rol en la construcción textual que organiza el propósito del texto en función de un eje de tesis o minitexto. Es decir, los párrafos responden también al orden de apertura, desarrollo y desenlace de un ensayo. La apertura son párrafos que introducen histórica, técnica y terminológicamente a la tesis que se discutirá. El desarrollo define la esencia de los conceptos con los que se discutirá, la justificación de las ideas que apoyan la tesis y las escuelas del pensamiento involucradas, todos ellos, en forma de cadenas de párrafos.


Cuando nos referimos a la coherencia de los tópicos que guían la secuencia de párrafos, es el equivalente a decir: se debe guardar dependencia en la función de los párrafos con el marco contextual definido por el minitexto. La coherencia en la secuencia, es una estructura de tópicos subordinada, organizada como sistema conceptual, disgregada o un modelo radical en el que se innova para sorprender al lector. Una manera de ensayar un diseño de la discusión de un ensayo, es modelar diferentes oraciones que definan los tópicos a desarrollar para cada uno de los párrafos, el siguiente ejemplo pretende ilustrar este diseño.


Minitexto del ensayo: 

Investigadores de primera línea como Anne Case y Christina Paxson[64] reconocen que la pobreza cuando se combate con nutrición (abatir el hambre), se refleja en la estatura de los niños en su adultez, sin embargo, el estar potenciados para mayores coeficientes de inteligencia (CI) producto de la nutrición, no se traduce en más medallas olímpicas, patentes, literatura y nuevas tecnologías; es debido a que la comida no hace una mente productiva; por ello, el historiador y premio Nobel de economía Robert Fogel mostró que el suministro óptimo de calorías para una población no es suficiente para sacarlos de la franja de pobreza alimentaria para siempre, puesto que, son incapaces de realizar trabajo creativo; en este sentido John Strauss descubrió que no necesariamente la salud y la nutrición son directamente proporcionales al incremento de la productividad de los trabajadores, concluyendo que a lo mucho mejoran en 4% su productividad[65]. Cuando las estadísticas nos han mostrado que no hay cambios significativos entre mejor comida y salud respecto al ingreso de los individuos, la ciencia traduce esta realidad, asegurando que hay otros factores más importantes a considerar si realmente se desea la justicia social. La pobreza no es abstracta, son personas concretas que saben lo que hacen, generalmente individuos que realizan mecánicamente labores manuales. Se sabe que en los hogares que han repuntado en su poder de ingreso, no mejoran la calidad de su nutrición, es decir, compran con el criterio de lo sabroso[66]. Regalar despensas de comida con contenido de calidad nutricional, no mejora las condiciones de pobreza[67], de acuerdo con los datos del Poor Economics en estudios comparativos entre más de cien países, los pobres invierten lo poco que tienen en alcohol, tabaco y fiestas, como un resultado de no poseer competencias intelectuales para manejar a su favor el conocimiento científico, técnico y literario[68].


Los enunciados de control regulan el flujo del ensayo, como guía, sin embargo, no son la organización rígida, siempre debemos considerar la libertad de improvisar sobre el propio flujo del texto.


?¿Funciona la política de combate a la pobreza sin una educación eficaz?

?¿Qué impacto real representa para palear con la pobreza mejorar la asistencia alimentaria?

?Servicios de salud gratuitos, ¿realmente provocan índices menores de pobreza?

?¿La creatividad, la innovación, es parte formativa en el sistema educativo público?

?¿La violencia es el reflejo de una falta de capacidad argumentativa para la paz?

?El desarrollar una mente creativa, exige dotar a los ciudadanos de experiencias de conocimiento que le convenzan de un progreso real.

?La literatura no es solo una experiencia de placer, es además, un regulador de la violencia en términos de que expresa la existencia humana como función del arte de vivir. 

?Una educación centrada en el proceso de escritura, formaría ciudadanos reflejo de las verdades que construye, de las decisiones documentadas que procesa y en la intimidad del escriba y sus musas reflexionará sobre el cómo es la vida con mayor lucidez y fraternidad con su otredad. 


El párrafo es el producto psicológico de conocer, es el efecto y consecuencia de las experiencias de nuestra lectura intertextual, son esas vivencias de conocimiento que constituyen para el escritor posesión de conocimiento. Los párrafos son transgénero, resultado del adulterio literario y de las formas democráticas del consenso de la razón entre los hombres. El párrafo es auto censura que el escritor aplicó en su revisión sobre ¿qué pretende decir el párrafo? En lo que a su contenido, el párrafo desde el punto de vista estilístico, confirma el cómo presentar la realidad a la que alude. El párrafo pertenece a un libro en el sentido que su justificación sea precisa, entonces, esa prosa fácil de traducir para ayudar al lector a alcanzar el contenido expuesto en sus entrañas, es una suerte de trasunto de los movimientos de la conciencia, del trabajo fino de la lengua que asevera sin impunidad su propia versión en el vaivén del discurso. 


3.2.8.2. Estructura discursiva argumentativa


Las partículas discursivas o también llamados conectores, enlaces, marcadores, operadores podemos consultarlos en el diccionario de partículas discursivas del español “DPDE” (ver http://www.dpde.es). Su función en el discurso escrito, es el de configurar el flujo del habla en términos de vías de razón y emoción:


Argumentar: configuran la coherencia entre proposiciones, operan los enunciados en términos lógicos ( eso sí; al contrario; además; encima; sin embargo).


Modalización: expresa lo que se afirma, no es absolutamente falso, ni absolutamente verdadero, es en modo inductivo (a lo mejor; probablemente; aproximadamente; se esperaría; al parecer).


Estructuradora: secuencian categorías vinculadas en partes (por una parte; por otra parte; primero, segundo,..; finalmente; último; por lo tanto).


Focalización: descarga énfasis sobre el discurso, por implicación, por ser evidente o se alude por máxima verosimilitud (mejor dicho, incluso, hasta, sobre todo, propiamente dicho).


El lugar en que marcadores del discurso aparecen en el flujo de un párrafo; es una movilidad restringida al orden lógico, la intención, la función argumentativa, por ejemplo el empleo de normalmente, así, o sea, generalmente, raramente, con más frecuencia, escasamente, ocasionalmente.


Los efectos entre enunciados secuenciados, deben considerar lo que se intenta justificar: a decir verdad; al parecer; por el contrario; por lo visto; notaremos que unen secciones de discurso, por otro lado, los enunciados involucrados participan en las intenciones del discurso, presentando, destacando, introduciendo o concluyendo. Los marcadores del discurso también son afectados por las condiciones del contexto. Podrían jugar roles de matiz, tome en cuenta, que estos marcadores contextuales añaden derivaciones para formar protocolos de cortesía o formales. La cortesía es definida por los marcadores como modalizadores, sobre todo los derivados del adverbio mente, como posiblemente; seguramente; prácticamente; verdaderamente; en efecto; por supuesto; la verdad; en realidad; de verdad; sin duda; o los reformulares en cualquier caso; en todo caso; en rigor; en efecto; claro; desde luego; o los focalizadores de atenuación no sé; que yo sepa; por así decir; por decirlo así; digamos, digámoslo así; casi más; o menos. 

Atenuar en el discurso, es considerar el modo de que nuestra vinculación argumentativa es negociable para su acuerdo, el hablante deja claro que no es concluyente su discurso, ya sea por fines de cortesía, autoprotección o por restar fuerza a lo dicho por encontrarse una investigación en curso, es decir, relativizando juicios al avance de la evidencia. Podemos mediar nuestros argumentos: por ejemplo; tú; todo el mundo lo dice; creer; parecer; imaginar; bueno; bien; vale; venga; seguidos de atenuadores al parecer; por así decir; digamos; por lo visto; a lo mejor; igual; no sé, no; atenuando lo dicho previamente como asertivo. No es fingir compromiso con el habla de nuestro discurso, es dejar la puerta abierta a nuevas variables independientes de los argumentos ya vertidos en nuestro texto, por ejemplo empleando los marcadores al parecer y por lo visto. 


La cortesía en el discurso, nos ayuda a comunicar un orden de ideas que no sea amenazante para el lector, mitiga toda posible reacción de abandono del texto antes de que esté fuertemente encausado en nuestro argumento de tesis. Cuando deseamos intensificar nuestros argumentos, la estrategia es emplear: claro; desde luego; por supuesto; naturalmente; evidentemente; indudablemente; desde luego; estos refuerzan lo que está comprometido en nuestra habla, refuerzan nuestra tesis y nos ponen en peligro sobre nuestras afirmaciones. En término medio podríamos referir a nuestras afirmaciones con modalizadores de sinceridad: a decir verdad; la verdad; con toda franqueza; con sinceridad; sinceramente. 


3.2.9. Metáfora 


La metáfora es una forma de declaración moral, divergente de significado, estética en cuanto al rol orgánico semántico y rítmico de su sustancia. Hay prosas con fuerte carga de metáforas como la de Virginia Woolf, no es exclusiva de la poesía, tampoco está ligada a la métrica, a la retórica figurada o la musicalidad poética. Si bien la métrica es parte de la poesía como lo es la rima, hay poesía que es muy buena sin ellas, el poeta muchas veces decide no estar atado a las cadenas de la métrica. La metáfora es parte organizada de la poesía en cuanto a la imagen que crea y en cuanto al poder emocional que expresa. Conforme el poeta determina dónde termina una metáfora para que no pierda su función orgánica, al escritor de prosa le es totalmente indiferente dónde termina el enunciado. 


La metáfora en la prosa agrega cargas finas de emociones, pero su escritura es menos estricta en cuanto al empleo maestro de cada palabra. La metáfora en la poesía es el arte preciso de escoger cada una de las palabras en el equilibrio fino de razón y estética. La metáfora es un lenguaje figurativo que hace de la ambigüedad: sugestiva forma de seducción. Además, las metáforas son exploraciones de enorme valentía a los sentimientos más profundos que vive el hombre; pero, su mensaje es conocimiento paralelo al acto de vivir de cada ser humano. La sensación de inmersión emocional en los versos formados por metáforas, claramente distinguen a este tipo de enunciado divergente en cuanto a significado, como una especie de libertad total para interpretar enriqueciendo la experiencia emocional del lector. 


Metáfora, es también la repetición de los efectos de detalles minúsculos de cierta medida: palabra a palabra, piedra a piedra hacemos el camino… la metáfora es esa pauta rítmica que toda narrativa requiere para energizar el acto de continuar leyendo, inclusive, dentro del discurso argumentativo compensa el texto con sensaciones culturales que permiten disfrutar del momento de la lectura con declaraciones de orden moral. 


El orden moral es el ámbito del comportamiento humano, que es a la vez histórico, estético, filosófico, psicológico y científico. La experiencia humana es resultado de decisiones referidas a toma de valores, juicios y acciones. 


Un pulso, un sentir,

 Oleaje de sílabas húmedas.

Blanco. Octavio Paz


Lleno de mí, sitiado en mi epidermis

por un dios inasible que me ahoga,

mentido acaso

por su radiante atmósfera de luces

que oculta mi conciencia derramada,

Muerte sin fin. José Gorostiza


La metáfora encierra muchas veces a proposiciones, que están allí, no para alcanzar objetividad, sino para expresar que las razones puras no alcanzan a decir nada sobre el orden moral. Las proposiciones empíricas no deben aún en la poesía ser inconsistentes, haría que el poema se derrumbara. El poema sostiene su propia hipótesis, explora un problema, fragmenta su análisis y discute su verdad moral. La distribución del poema en una página se mueve con pausas y habla, su ritmo el lector interpreta, su contenido lo crea a partir de sentimientos y razones de referencia personal, cultural e histórica. El significado del poema está en manos del lector que no se conforma con definiciones de palabras, crea su interpretación de la experiencia humana enunciada en sus versos. Ver un poema como una forma arbitraria de interpretación, es un error, ese extremo significaría que la cultura no es necesaria para su lectura. El texto escrito como poema, es la experiencia poética ausente de referencias materiales, es interpretable por cualquier lector sensible y atento a codificar su significado en un contexto cultural. El poema es ficción en tanto crea nuevas experiencias vinculadas o no con la realidad. 


La ficción es la creación de una mentira tan bella que compite con lo fáctico, el orden moral prevalece sobre las referencias reales de proposiciones objetivas, la verdad que pudiera interesar es la moral, por ella se mueve el poeta por innovadoras vías de creación de significado. La manera en que aparecen proposiciones en la poesía en verso o prosa, refleja el orden moral que interviene para crear los significados de valor social. La literatura contiene información ficcional, su diseño es teórico y su sentido es objetivo dentro de una atmósfera literaria. La obra literaria es común que no se ajuste a ningún referente histórico fáctico, son propuestas que reconfiguran el mundo hasta alcanzar crear uno totalmente autónomo donde solo el lenguaje vincula la ficción y lo fáctico. Novelas y cuentos crean situaciones de ficción particulares con tal atmósfera de realidad, que más de algún lector prefiere pensar que son reales con fines de interpretación. Las verdades en la literatura responden a culturas particulares o intentan alcanzar a ser transversales en su sentido universal. 


La forma se sostiene en un poema a manera de metonímica (pequeñas piezas de tropos), el estilo del poema siempre nace y muere con él, pretende su lenguaje borrarse frente a lo que expresa, es una regresión estética que sorprende en su realidad moral. Sugerimos leer al poema viviéndolo en sentimiento y pensamiento atento a sus detalles. Cuando la palabra irradia dentro de una metáfora y justifica su necesidad, es decir, no es un adorno, es en la metáfora realidad distinta, tropo de abanico de significados de diferentes ImagLec3 que confeccionan impulsos emocionales, desquebrajo racional que justifica que cada poema inicie en nueva página. El poemario son páginas trasladadas a otras muchas realidades, son creaciones personales moviéndose al margen de los sentidos de la cultura. 


3.2.10. Proposición


En la ciencia el discurso es un sistema de afirmaciones en el lenguaje, son proposiciones analíticas en término de sus conceptos. Una proposición a priori está justificada en su grado de demostración teórica, es decir, es una forma de experiencia justificada en la lógica de verdad axiomática. Cuando el contenido fáctico de una proposición es a posteriori, se recurre a la correlación sobre lo que afirma y su referencia experimental que justifica su experiencia. En un argumento tanto las premisas (estados de verdad) y la conclusión son proposiciones categóricas dentro de un sistema de términos derivados de un marco conceptual.


Las proposiciones son eslabonadas por operadores del discurso (puesto que; porque; pues; en tanto que; por la razón de que; dado que), produciendo con ellas razonamientos, que pueden derivar en argumentos si alcanzan a comprometerse con una conclusión. El orden de las proposiciones intenta demostrar una verdad deductiva o inductiva, conclusión anunciada por operadores lógicos: por lo tanto; por ende; así; luego; por consiguiente; podemos inferir; por esta razón; podemos concluir, en fin.


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Fig. 8. Modelo de argumento


Si el argumento es deductivo, la forma del razonamiento concluye en una proposición que para ser verdadera, las premisas deben ser en principio también verdaderas; es decir, se produce el contenido de la conclusión a partir de las premisas. En otras palabras si premisas y razonamiento son válidos, la conclusión no puede ser falsa. 


Ejemplo, identifique premisas y conclusión en el siguiente texto:

 

a) Las novelas no tienen que ajustarse al orden fáctico, por lo cual algunas de sus ficciones no implica que no sean creíbles. El lenguaje no puede separarse de su sociedad real, ni salir fuera de sus conceptos culturales. Por tanto, lo fáctico y lo cultural conviven en nuevas ficciones.


b) Para concluir, en lo que referimos a la tragedia educativa, diré que estoy de acuerdo con los defensores de libros elaborados por los propios profesores. Pues, una verdad clara es que el escribir es pensar profundamente en la propia experiencia del conocimiento. 


Observe que todo lo dicho en la conclusión de alguna manera está expresado en las premisas. La validez del encadenamiento es un procedimiento lógico independiente del contenido, es esa la forma del razonamiento determinístico, en la forma de demostración a partir de las premisas. 


En otro caso, si el argumento es inductivo, su conclusión es un estado de plausibilidad entre el espacio falso/verdadero. La proposición de conclusión no es del todo parte de las premisas que le justifican, la verdad de las premisas no garantiza la verdad de la conclusión. La verdad se mueve en términos de probabilidad y de la validez del contenido de la conclusión. En este caso es factible inferir por analogía, es decir por razón de semejanza; la fórmula de razonamiento es la estructura lógica que sostiene los términos del contenido de cada proposición que afirma o niega algo. 


Ejemplo, identifique qué argumento es deductivo o inductivo.


a) Todas las portadas de libro destacan el título, autores y editorial, además, expresan en su diseño gráfico el posible contenido de la obra. Por lo tanto, algunas portadas son ambiguas en cuanto a su contenido.


b) El perro tiene células y es mortal; el gato se reproduce y es mortal; el perico respira y es mortal; por consiguiente, todos lo mortales son seres que respiran, se reproducen y tienen células. 

 

c) El libro de español tiene éxito en Morelia; el libro de español en Uruapan resultó esclarecedor y motivante, por lo tanto, el método de narrativa de experiencias de aprendizaje resulta eficaz.


d) El texto argumentativo es preciso y su decir es sólido, mi ensayo está hecho de una narración que combina metáfora y proposición, por ende, debe ser menos preciso. 


Ya hemos relacionado a las proposiciones con enunciados que refieren a premisas y conclusiones, son esos que podemos determinar su valor de lo que afirman en término de verdadero o falso. 


Ejemplos:


a) El próximo gobernador será un científico.

Análisis: es proposición, su validez está en función de un espacio histórico y contexto.


b) La computadora actual es electrónica de nanotecnología de procesamiento.

Análisis: es proposición, su valor de verdad lo podemos determinar documentando la tecnología del microprocesador moderno.


c) Juan quiere ver un musical.

Análisis: no es proposición, dado que el que habla deja tal ambigüedad que no hace posible determinar quién es Juan, qué musical, con el fin de determinar un valor de falso o verdadero.


d) Ricardo es inteligente en la escuela.

Análisis: no es proposición, al no estar definido el criterio de inteligencia, su vaguedad no alcanza a permitir una evaluación objetiva.


d) Todos los números primos son divisibles solo entre él mismo y la unidad. 

Análisis: es una proposición, es demostrable realizando las operaciones de generalización para determinar si es falsa o verdadera.


e) El gato que come, no está enfermo.

Análisis: no es proposición, todos los refranes no tienen valor de verdad.


f) Si la profesora es matemática, no sabe hacer novela.

Análisis: es una proposición, dado que es factible probar su verdad sin ambigüedad.


Para reconocer una proposición, podemos revisar si hay en el enunciado palabras que afirman: no; sí; es; está; contiene; hace; opera; solo; son; siempre que; solo si; es falso; es verdadero; y todos los verbos: estudia, corre, firma, copia, escribe, … que indican una acción que es posible verificar la verdad que invocan. 


La proposición está en función de un contexto en el que implica que reduzca su vaguedad y ambigüedad a tal grado que estreche la condición de falso o verdadero. Escribir ensayo científico, es por tanto, componer un discurso objetivista mediante proposiciones, razones y argumentos. Es un texto que podemos volver sobre sus enunciados para analizar el rigor de sus premisas. Escribir el arte de las razones que hacen de nuestro pensar formas innovadoras de explorar la realidad fáctica, es ensayar explicaciones estructuradas a partir de otras investigaciones y marcos teóricos-prácticos de referencia. Es una reorganización de conocimiento en torno a un problema, la tarea de escribir el ensayo científico, es eslabonar ideas dispersas, revelar errores y justificar razones. La lectura y la investigación son las herramientas esenciales para distinguir propiedades de las esencias y derivar sus efectos asociados. En este breve marco de la argumentación, distinguimos la importancia de reconocer si un enunciado es proposición simple o compuesta. En el mundo de los enunciados los hay expresando emociones, información, instrucciones y describen algo, mientras no afirmen en el sentido de verdad o error, estas no serán afirmaciones con funciones proposicionales.


Proposiciones compuestas, implican más de una proposición por enunciado, cuando un enunciado es una sola proporción, diremos que estamos frente a una proposición simple. Las proposiciones que llamamos premisas, son portadoras de valores de verdad, las reconoceremos como afirmaciones proporcionales, es decir, son oraciones declarativas. Este tipo de afirmaciones pueden ser negativas o positivas, universales o particulares:


Todas las células biológicas contienen DNA. Universal afirmativa

Nadie que lee para aprender se conforma con un texto. Universal negativa

Algunos cuentos extienden la atmósfera de su historia. Particular afirmativa

Ciertos genes no participan, están dormidos. Particular negativa

Existen mecanismos para regular la proliferación celular. Existencial afirmativa

Las células inmunológicas no concurren en funciones. Existencial negativa


Las afirmaciones proposicionales cobran sentido dentro de un ámbito de conocimiento, son estados de verdad acerca del mundo; estas afirmaciones cuando se les quiere sean correlación con el mundo, son generadas por preguntas de conocimiento, son formulaciones precisas que interrogan al mundo y nos ayudan a inferir una verdad sobre de él. Además, las proposiciones científicas son sustentadas por un cuerpo de tesis de investigación, en forma de axiomas o hechos demostrables por observación experimental. 


La afirmación es muestra del carácter del escritor para arrojarse al mundo, solo él en su intimidad apuesta a la convergencia de la proposición, estas afirmaciones expresan la imaginación creativa; la reducción o ampliación de la realidad; el interés por revelar sentidos más allá de la literatura revisada; es reflejo de la abundancia o escasez bibliográfica; refleja la escuela del pensamiento desde donde se habla; hace obvio el estado de nuestras creencias; es el producto del trabajo de reducir al mínimo la vaguedad y la ambigüedad para alcanzar generalización y extensión en el mundo empírico. 


La Real Academia Española considera a la afirmación como “la acción y efecto de afirmar o afirmarse”, es asegurar que algo es verdadero o falso. Para afirmar hay una gran variedad de recursos, como las palabras “sí”, “es”, “son”, “está”, “me”, “hace”, “no”, “nunca”, “nadie”, “tienen”, “ningún”, entre otras. 


Afirmación gratuita. Es cuando explícitamente no se da razón a la propia afirmación. Es una forma elegante de reducir la dureza de la afirmación[69].


Los que no sienten vergüenza por el estado de la educación. Sus juicios de razón no son sus deseos más profundos.


Afirmación asertiva. Es la honradez de expresar afirmaciones basadas en referencias como estados de cosas justificadas en la investigación científica[70]. Enunciados asertivos son  afirmación cuyo contenido de la proposición es un cierto consenso de una comunidad de conocimiento. Es hablar solo si sabe el qué por investigación, para que la aserción sea verdadera o falsa sus implicaciones deben estar justificadas. Cuando construimos nuestras razones empleamos premisas que resultan por asunción evidentes, consolidadas en el discurso de una disciplina, es decir, sus supuestos son compartidos por una comunidad de conocimiento al grado que deja de ser necesario hacer citas y referencias sobre su afirmación. Las afirmaciones asertivas de alguna manera son las que son asunciones de algún modo garantizadas. Este modo es común su empleo en marcos teóricos, hipótesis, definiciones.


El razonamiento conducido por reducción al absurdo. A menudo una afirmación de este tipo comienza con “asumamos por un momento”, “supongamos por argumento que”, “aceptemos provisionalmente que”, todas estas afirmaciones son experimentos mentales que intentan resaltar lo evidente de una premisa ya consolidada. Tenga presente por afirmación como la tarea de asegurar, dar certidumbre y certeza, es decir, dar crédito a nuestra palabra en términos de la lógica del habla del escritor.



La apoptosis es un término descriptivo que define un tipo de muerte celular con diversas características morfológicas[2-16]. 


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Considere por un momento que la razón no alcanza para guiar nuestra vida emocional.


Afirmación filantrópica. Es la asunción que pretende ayudar a destrabar la falta de acuerdos, deja abierta la puerta a aseverar un campo común para tejer razones a favor de la sociedad.


Es tal el impacto manifiesto de violencia, que la educación sin propósitos claros para la sociedad ya no vale la pena discutir más.


Afirmación incierta. Que no es posible por medios científicos reducir lo borroso, dudoso e inseguro de lo que afirma. Es una proposición que el grado de su incertidumbre es tan grande que hace al parecer imposible hacerla firme.


Dios es la metáfora perfecta.


La existencia de un segundo código en el ADN justifica que alguien deliberadamente programó la vida. 


Afirmaciones utópicas. Proposiciones del mundo abstracto, promesas de verdad que tienden a la demagogia o al modelo teórico de explicación. 


La energía no se destruye ni se crea solo se transforma. 


Sin literatura que hable desde nuestra cultura, solo somos lectores espectadores de la vida.


Con más policías y mayores penas de cárcel, es posible reducir la pérdida de autogobierno emocional (sentir vergüenza) de los ciudadanos. 


Afirmaciones falsas. Afirmación construida de tal manera, que tiene el rostro de verdadera, pero en el fondo demagogos y publicistas sin ética, las venden como verdades indiscutibles. 


Hacemos un llamado enérgico a que los funcionarios públicos detengan la corrupción. En sus manos está el destino de la sociedad.


Comer nutrientes de calidad es directamente proporcional para romper el círculo perverso de pobreza y desigualdad. 


Afirmaciones erróneas. Cuando la interpretación de las referencias que le dan sustento pierden objetividad. Son escritos con la convicción de que manifiestan verdad, sin embargo, la falta del uso riguroso de los términos que le dan sentido o falta de experiencia en el contexto del habla provoca estos actos involuntarios del escritor.


La masa inercial es igual que la referida en el sentido gravitacional. 


Afirmaciones deshonestas. Marco ético corrompido por redundancia, contradictorias, halagadoras, sexistas, afectivas; inoportunas; intimidantes; son solo unas de las muchas que persiguen un fin sociópata. 



3.2.10.1. Criterios de verdad en la afirmación


Los siguientes criterios los emplearemos para evaluar la calidad de nuestros discursos argumentativos, formados por afirmaciones, inferencias y estructura lógica formal y contextual[71].,(Nota al pie no adjunta)[72],


Argumental[73]. Es una figura consistente en que sus elementos se relacionan unos con otros de modo y manera determinados. 

Completud. ¿El sistema de razonamiento abarca todas las premisas involucradas para el sistema deductivo? Este criterio evalúa la pertenencia de premisas en un razonamiento.

Consecuencia. Se evalúa el conjunto encadenado de premisas en forma de validez deductiva, la conclusión se observa como un criterio preexistente a la verdad del encadenamiento de afirmaciones. 

Consistencia. Se evalúa la razón y su coherencia en términos de la naturaleza de sus afirmaciones dentro de un contexto. El conjunto de proposiciones no deben tener contrariedad.

Contradicción. Los enunciados afirman sin que sus premisas contradigan el empleo de sus operadores discursivos, es decir, el conjunto de premisas y operadores discursivos irremediablemente corrompen el razonamiento. 

Cuantificación. Empleo no adecuado de términos como algún, ningún, todos, la mayoría son, al menos uno, se observaron exactamente, una mala cuantificación o significado de los cuantificadores del universo provoca que generalizaciones o particularizaciones resulten falsas.

Decidibilidad. Se observa que los términos del conjunto de la razón, tengan pertenencia, sean capaces de alcanzar analíticamente un sistema formal de sus enunciados. Es un proceso humano analítico que juzga la existencia de conocimiento (contenido) en una razón. 

Deliberación. Ponderación de pros y contras en la cuestión razonada, un error común es quedar en un discurso de dicotomías. 

Demostración. El cuerpo de conocimiento, esas razones justificadas y referenciadas en un orden rigurosamente lógico, deben resistir pruebas de inducción o deducción, según sea el caso, para evaluar la plausibilidad de la conclusión. Cada cadena de premisas, es una derivación deductiva, axiomática e inferencial que da como resultado la solidez del discurso científico. 

Dialéctica. Las afirmaciones eslabonadas dentro de un discurso de discusión, controversia o conversacional deben llegar a justificar su implicación en contexto y definición de los términos empleados. El diálogo no debe romperse por falta de coherencia entre las premisas de los interlocutores, debe guardar especial relación con la comunidad potencial de razón. 

Eficacia/validez. Eficiencia del algoritmo argumentativo, es decir, su forma lógica para profundizar con la razón en alguna realidad debe ser compleja. El encadenamiento de fundamentos debe sostener la totalidad del conocimiento que expresa, de esta manera persuade la razón sobre su rigor de verdad.

Explicación. Empleo de argumentos válidos dentro de una comunidad de conocimiento, que son encadenados racionalmente para fortalecer ideas en torno a enunciados legaliformes y empíricos.

Falacias. Formas de razonamiento que tienen como fin provocar el engaño, distraer realmente el camino a la verdad.

Identidad. El empleo de razones equivalentes.

Inferencia inductiva. La conclusión se sostiene por reglas de inferencia, cada contenido de las premisas debe ser implicado, auto explicativo y su plausibilidad es dada en términos de probabilidad. Las reglas de inferencia inductiva derivan su verdad a la conclusión, donde las premisas respaldan, corroboran, confirman, etc. Es una especie de razonamiento en que se reciclan definiciones en otros enunciados, es una lógica adaptativa del discurso. 

Juicio. Es juzgar analíticamente si algo es verdadero o falso, es comprometer nuestra habla en cada razón o argumento. Es superar en el discurso la descripción o la batería de sentencias: debe, haga, calcule, escriba, relacione, ensamble, recorte, pegue, conecte, vea, reflexione, etc. 

Justificación. Las premisas necesarias que exige el problema, están presentes en nuestro razonamiento. Es pasar de saber algo como definición, a conocer el cómo se fundamenta su decir.

Solidez. Es el grado de resistencia a pruebas de rigor de nuestro decir en sentido formal. Su vaguedad que entraña indeterminación fue resuelta para alcanzar solidez.


Los términos son palabras que en el sentido lógico remiten a nombrar un algo, ente o cosa como variable conceptual; además, los puede haber también lógicos y cuantificadores, los primeros son esos que conectan la estructura lógica intraproposicional y los segundos, extienden individuo o individuos, propiedad o propiedades, clase o clases. La interpretación de los términos es relevante para el análisis semántico de las razones y sus relaciones. 


En la lógica científica las relaciones entre términos crean formulaciones en los principios de identidad, no contradicción y el principio de tercero excluido. El principio de identidad establece que todo ente es idéntico a sí mismo, equivalente en su clase y distinguible entre clases. La no contradicción implica que una cosa que posea un atributo, no puede al mismo tiempo no tenerlo. El tercero excluido formula que algo es o no es, donde no hay una tercera posibilidad. Es así como la lógica es el paso obligado en todo análisis de texto, actividad que nos exige dominar un lenguaje como sistema de signos que transmiten con ayuda de sintaxis conocimiento de infinita sofisticación. 


3.2.11. Análisis de texto


Producir un texto, lo podemos ver como palabras, razones, argumentos, tesis, conceptos, leyes, axiomas, psicologías, páginas,…; texto trasladado a un orden reorganizado desde otros textos. Escribir es a partir de la lectura revelar las esencias en la frontera de la verdad documentada, es un modo de conocer correlaciones, causalidades necesarias para justificar lo expresado como verdad, es decir, esencias en esencias. En las ciencias fácticas y sociales escribir no termina con el punto final, es un proceso que genera un borrador, el cual tendremos que revisar en el orden de sus ideas, estilo y precisión de sus afirmaciones.


El análisis de revisión no es maquillar el cómo en el texto hablamos, es mejorar el texto en cuanto a sus objetivos desde una perspectiva del contenido y la forma. La investigadora Harris considera que el proceso de revisión es alcanzar psicológicamente una redacción madura[74], es decir, es el esfuerzo por lograr coherencia en el manejo de la terminología, las marcas del discurso, las inferencias entre argumentos, el empleo del puntuado, la ortografía y la eliminación de redundancias, ideas confusas y errores propios de los planes de la redacción. 


3.2.12. Revisión


El proceso de revisión es un esfuerzo psicológico de alcanzar la confianza en un texto, paso obligado antes de ser publicado. La revisión conlleva la reformulación de términos, de enunciados y de parágrafos completos, por error los noveles creen que la revisión es reconocer cómo suena el texto, cuando de fondo se trata más de un proceso de desarrollar el alcance de las ideas. Sopesar las justificaciones y fundamentos desde donde hablamos sobre una realidad, es revisar comparando términos, operando enunciados y rearmando la lógica del discurso para reducir la brecha entre el texto planeado y el borrador obtenido. Revisión es releer, guiarnos con el planteamiento del problema para detectar puntualmente errores sustantivos y de maquinado. Revisar el texto es el oficio de hacer más riguroso, claro e inteligible el borrador del texto escrito, es un proceso de distanciamiento temporal del escritor con su texto, para dar oportunidad psicológica de poder controlar nuestros prejuicios a la luz de crear un nuevo conocimiento. La revisión en el nivel de la estructura analiza título, introducción, argumentos, resúmenes, síntesis, semblanzas, ejemplos, glosarios, conclusiones,… en búsqueda de mejorar su función de comunicación. 


La revisión no comienza al final de un borrador, es un proceso recursivo a cada proceso de escritura; hacerla al final del borrador es para lograr una textualidad simultánea entre sus argumentos, esa organización de contenidos que transmiten una experiencia de conocimiento. La revisión en cualquier caso requiere que el texto repose fuera de nuestra mente, con ese tiempo entre la redacción del borrador y el alejamiento del escritor, evitamos el efecto de palabras enmascaradas inadvertidas, es ver al leer lo que queremos comunicar y no lo que logramos comunicar en el texto explícito. 


La revisión es una tarea de corrección que muchas veces la efectúan personas distintas al escritor, en ella se darán consensos sobre decisiones desde el lector y desde el autor. Es común en revistas especializadas y editoriales de prestigio que este proceso de revisión lo hagan un grupo de profesionales en la materia. De regreso al concepto de proceso de revisión, es importante destacar el criterio de dispersión conceptual y de la extensión del contenido en función del cansancio por la lectura, es decir, es un proceso de lo general a lo particular en el que muchas veces se toman decisiones de presentar un texto en forma simplificada con intención de volver más ágil la lectura, o extender el contenido para ganar precisión y rigor en el sistema de explicación. La reorganización del orden de los argumentos es también una tarea de revisión, se presenta en los casos en que es necesario el cambio de orden de párrafos para su eficaz intensidad de comunicación, coherencia lógica o estilo. Además, es marcar frases sueltas, palabras inadecuadas, ampliar las razones, ajustes expresivos, el manejo de la tercera persona, … 


Criterios de revisión:


Precisión de los conceptos. Se evalúa la consistencia del sistema de conceptos en el marco teórico de referencia.

Párrafos estructurados. Se ajusta la secuencia de párrafos y la estructura interna de proposiciones e inferencias.

Reducir la complejidad del texto. Con el fin de facilitar la comprensión del texto se agregan definiciones, glosarios, ejemplos y analogías. 

Referencias. Justificar las premisas con citas y referencias pertinentes y relevantes.

Longitud de enunciados. Valorar la extensión de los enunciados.

Puntuación. Evaluar el manejo del puntuado en el texto.

Terminología. Manejar un lenguaje especializado para no reducir rigor y precisión en el discurso. 

Enfoque del escrito. Evaluar el objetivo del texto en términos del problema objetivo del texto, justificación derivada de su pertenencia y relevancia; además, que la información no divague con los fines del contenido. 

Armazón del texto. Evaluar la estructura que agrupa las partes del texto, datos, conceptos, definiciones, analogías, …

Párrafos. El secuenciado de los párrafos, su extensión, su autónoma temática y sus enunciados subordinados a frases de control.

Términos. Regular la abstracción del léxico, el contexto en que se emplea y la audiencia a la que se dirige. 

Argumentación. Si las razones emplean premisas con un respaldo sólido dentro de una comunidad de conocimiento, si la energía del rigor es adecuado para comprometernos con lo que expresamos. 

Formato. Tipografía, ortografía, esquemas, modelos ideográficos, índices, tablas, ilustraciones, notación científica, matemática, formato de citado y referencias.



Los funcionales textuales clásicos:

Título

Datos de autoría

Dedicatoria

Epígrafe

Resumen

Índice

Agradecimientos

Capítulo 

Anexo

Referencias





3.2.13. Ensayo como estructura


Un ensayo debe tener un argumento, debe responder a una pregunta o una serie de preguntas relacionadas, tratar de probar algo, desarrollar una "tesis" o un pequeño conjunto de puntos estrechamente relacionados por el razonamiento y la evidencia, sobre todo con ejemplos aptos y citas que confirmen en particular su argumento con sus fuentes. 


Suele ser el caso que el tópico del ensayo sea asignado por un objetivo curricular, su primer esfuerzo debe ser la formulación de preguntas sobre el tópico que se tratará de responder. A continuación, intente desarrollar el pensamiento al leer y escribir notas de referencia e hipótesis provisionales. 


No tratan de escribir un ensayo de principio a fin, sino que escriben lo que parece más inteligente para ser escrito, incluso si no están seguros de si es así. A pesar de escribir con tanta libertad, mantienen el propósito y la organización general del ensayo en mente. Algo así como un esquema constantemente y que conscientemente evoluciona, pero que no puede tomar cualquier forma escrita más allá de los dispersos recuerdos de uno mismo.


Los ensayistas revisan extensivamente, en lugar de escribir un solo proyecto y luego simplemente estudian sus frases una por una, atienden a todo el ensayo y el proyecto y la nueva redacción reordena la secuencia de sus piezas de mayor tamaño, añaden y borran secciones, toman en cuenta lo que descubren en el transcurso de la composición. Dicha revisión se alcanza a menudo poniendo el ensayo de lado por unos días, permitiendo que la mente funcione indirecta o inconscientemente, mientras tanto, y por lo que es posible ver el trabajo en curso de manera más objetiva cuando regresen a él.


Una vez que tienen un proyecto bastante completo y bien organizado, revisan los ensayistas sus sentencias, con especial atención en sus proposiciones, para asegurarse de que el lector será capaz de seguir las secuencias de ideas dentro de las oraciones, de frase en frase, y en el apartado del párrafo. Otras dos consideraciones importantes en revisión de sentencias son dicción (exactitud y pertinencia de las palabras) y la economía (el menor número de palabras sin pérdida de la expresión clara y el pensamiento completo).


Las etapas específicas del proceso de escritura del ensayo las modelamos así:

















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