Texto académico
Deslizándose por las letras
Eduardo Ochoa Hernández
Ma. De Lourdes Toscano Paniagua
Nicolás Zamudio Hernández
Filho Enrique Borjas García
Gladys Juárez Cisneros
Sergio Rogelio Tinoco Martínez
Alejandro Omar Negrete Pérez
Rogelio Ochoa Barragán
10. Creatividad oscura
El lado oscuro de los hombres, los deseos creativos de herir a otros, tales como crimen e injusticia. Todo mundo habla de que la creatividad es buena para conducirnos a los avances que deseamos en el arte, la literatura, la ingeniería, la ciencia, la medicina, la economía,…, sin embargo, no advierten la necesidad de que el hombre se forme en los deseos virtuosos de hacer el bien a la humanidad. Desafortunadamente una carencia de lo virtuoso en las mentes de los hombres, conduce a que la creatividad se emplee para la corrupción y causar dolor a los otros en un sentido de dominación. Este lado oscuro es el fracaso del sistema educativo que a su interior fomenta y es indiferente a la violación de propiedad intelectual, así como deja impune la violencia como forma de organización de poder; el resultado es obvio para una sociedad así, el depredador resta oportunidades a los otros, es el parámetro de sentido de éxito para este Leviatán.
La creatividad virtuosa implica la deificación de la existencia, se da sobre consideraciones morales en tono casi religioso, ofreciendo dignidad a la vida humana; ese último bastión del ser humano en una época en la que los dispositivos electrónicos asumen rol de plataformas creativas apoyadas por inteligencia artificial. La creatividad es un principio de la naturaleza y es, por definición, reconstrucción en todos los sistemas biológicos. La creatividad adherida a la bondad espiritual es buena para el creativo, asociando propiedades positivas biológicas y mentales como la flexibilidad, apertura, coraje o altas energías ego; un alto nivel de autorrealización, fomenta la prosperidad económica y la salud mental. En resumen la creatividad virtuosa resulta vital para el progreso moral, científico, técnico, artístico, literario y material de las sociedades.
Sugerimos prudencia respecto a los efectos de la creatividad, podemos darnos cuenta de las consecuencias destructivas sobre el medio ambiente y de la sociedad en la introducción de tantas innovaciones tecnológicas; las prácticas antidemocráticas de aplicaciones de control de masas en medios de publicidad; nuevos esquemas de fraudes financieros; estos creativos son las personas de las que más debemos temer. Esta creatividad negativa saca lo más oscuro del hombre, son formas creativas de hacer a otros y atraerlos como formas inmorales de progreso. La aplicación de la creatividad para manipular a otras personas o vivir de las ganancias a expensas de los demás sin tener en cuenta posibles consecuencias negativas para las personas interesadas. Ejemplos clásicos, son la publicidad de productos milagro, que en realidad perjudican la salud; privatizaciones de servicios bajo la tesis de que un liberalismo sin regulación es la mejor opción. Otro ejemplo son promesas de campañas políticas que juegan con la intención de voto, desde el factor “ahora ya es tiempo de”, cuando en realidad, solo pretenden creativamente simular mediáticamente buenos resultados.
Obviamente es más oscura la aplicación creativa con intención de hacer daño a otros, siendo su objetivo máximo conseguir el mayor beneficio egoísta. Esta malévola creatividad está presente no nada mas en la guerra, la política, el crimen, los negocios; sino también en la vida íntima de las instituciones educativas. Suele la malévola creatividad ser aplaudida por un lado por los vencedores, pero para la mayoría que padecerá sus efectos es desesperanza. La investigación sobre la creatividad suele para su estudio dividirse en los elementos persona, producto, proceso y literatura; alrededor de ellos la discusión científica suele indicarnos que los procesos no son intrínsecamente buenos o malos, sin embargo, en ellos se esconde el lado oscuro que motiva a la humanidad a conseguir ciertos productos inmorales.
Los aspectos negativos de los procesos creativos son ciertas señales de inflexibilidad clara que revela en las personas involucradas sus reales intenciones, produciendo cambios de perspectiva en un orden divergente. Si bien es cierto que los procesos no son ni buenos ni malos en sí mismos, es claro que bajo ciertas circunstancias llevan más o menos automáticamente a la interrupción e intolerancia cuando la incertidumbre de conseguir ciertos beneficios egoístas amenazan con no lograrse.
Un aspecto que resulta evidente, es que la creatividad positiva experimentada en el pasado justifica un real bloqueo para buscar más creatividad, es decir, las personas tienden a reproducir mecánicamente lo que fue exitoso en el pasado, llevándolas a lo largo de una línea de tiempo a defender esta posición, que a la larga destruirá producto y persona[1]. Por ejemplo, en las instituciones educativas frecuentemente se aferran a soluciones del pasado, hablan de calidad educativa, pero siempre ella requiere creativamente renovar nuestro paradigma en el campo educativo y después se podrán modificar indicadores y normas como algo sistemático en su ajuste, reclamando mejorar el marco ético y de eficacia sobre la realidad. La exigencia de nuevos productos morales anticipa y sugiere la atención de una nueva dirección en los procesos institucionales, favoreciendo así el mayor beneficio a la sociedad.
Los cambios de todo acto creativo implican que la actitud de la persona demuestre que sus deseos están en el sentido positivo del cambio real. La creatividad se vincula a las alteraciones cognitivas, parecidas a la esquizofrenia y la inestabilidad del humor, una forma moderada de trastorno bipolar[2]. No es una enfermedad, por ejemplo, pudiera pensarse en la creatividad literaria encontrada en músicos, escritores y pintores que se han suicidado, pudiera pensarse dar una línea de correlación que la vincule con algo malo. Una posible dinámica de la relación creativa son los cambios en la mente, es que el creativo puede profundizar en el inconsciente con procesos controlados, pero que le implicará para cada viaje cognitivo mayor complejidad y sensibilidad, lo que sugiere que sin descanso y reposo entre cada viaje creativo, puede conducir a temer seguir viviendo[3]. Tenga presente que la esencia de la creatividad va contra la muchedumbre conformista, y que el desarrollo de una identidad progresista personal, implica ser diferente a la multitud, lo que a la larga el individuo padece toda clase de persecuciones, desprecios, traiciones, sabotaje de procesos, censura y casi siempre se le invierte en publicidad dirigida a distorsionar, pintándolo de que es un loco desadaptado que pone en peligro a todos. Así que la sociedad multitud, organiza abyectos que pretenden destruir al creativo, a veces llegan a ser tal las humillaciones que el suicidio en una sociedad patológica, es más un desafío a la multitud ante la inconformidad de someter su espíritu[4].
Desde luego, que hay otra explicación, que el proceso pueda salir mal en lo deseable, rompiendo con lo convencional, llevando al creativo a cruzar con su identidad la línea de la prudencia y se convierte su actitud en patológica, llevándolo a ser un inadaptado, neurótico, antisocial, criminal y cruel; esta consecuencia negativa se cree se da en las personas por no tener firmes los valores virtuosos que se persiguen con cada acto creativo[5]. De esto nos podemos dar cuenta cuando los procesos creativos siguen un cause de intención egoísta y criminal. Cuando alguien se desvía de la norma, es que está intentando crear ideas nuevas, no necesariamente que es un criminal en potencia, la rebeldía en el acto creativo es la energía necesaria para mantener vivo lo virtuoso bajo el ataque de la multitud. El creativo no es impulsivo neurótico, es impulsivo subversivo contra la mediocridad.
La creatividad no ocurre en el vacío, hacemos hincapié en que se da en un contexto social de desafíos, producto de juicios objetivos observables en términos formales, técnicos, culturales, artísticos, científicos, educativos o literarios; sin embargo, la observación objetiva del consenso en sociedad es lo que motiva al creativo, de estos juicios considera admirables a otros creativos y digno su propio esfuerzo. La discusión moral de los desafíos dentro de cualquier sociedad es fundamental y esencial para que sea semillero de creativos. Una ciudad con diversidad cultural, apertura democrática y foros auténticos de discusión florece en su economía y en su dinámica creativa, como consecuencia de un cambio vertiginoso necesario y alimentado por su sociedad[6]. Cuando nos referimos a foros auténticos, nos referimos a que están los que tienen que estar, sin el verdugo del gobierno administrativo, al contrario el gobierno democrático, alienta y apoya la discusión real. Baste recordar que Hitler y Stalin llegaron a asesinar a todo aquel que pensara diferente sobre su propaganda gubernamental a la luz de someter a juicios autónomos de conciencia. No es que estos dos autoritarios no fueran creativos, solo que su creatividad oscura resquebrajó en el tiempo ante los hechos corruptos que estrictamente agrietaron sus sistemas de gobierno. En resumen, creatividad sin deseos virtuoso auténticos, simplemente la llamaremos creatividad oscura.
Sugerimos que la mejor forma de sembrar una creatividad virtuosa, es con la educación, pero aquella que se enfoca en la sabiduría producto de la lectura de obras en la literatura de ficción, filosófica y científica, además, discute las diversas formas de progresos ideológicos, técnicos, científicos, sociales, artísticos en los que se aprende edificando razones, argumentos, sistemas de conceptos, estéticas y juicios documentados. De manera que los estudiantes y profesores como consecuencia flexibilizan su manera de pensar, interiorizan las buenas causas implicadas para el bien del hombre, creando así para si principios que gobernarán el flujo de su creatividad como algo virtuoso.
[1] Amabile M. Teresa & Pillemer Julianna (2011). Perspectives on the psychology of creativity. Journal of creative behavior. p. 1-25 Recuperado de: http://www.hbs.edu/faculty/Publication%20Files/Perspectives_Soc%20Psych%20of%20Cre_Amabile-Pillemer_JCB_v07_12%2011%2011_08f9e648-8326-41a5-a93d-7f1d45c3d00c.pdf
[2] Kaufman C. James (2014). Creativity and Mental Illness. United Kingdom: Cambridge University Press. Recuperado de:
[3] Cropley H. David & Cropley J. Arthur (2013). Creativity and Crime. United Kingdom: Cambridge University Press. Recuperado de:
[4] Sternberg J. Robert (2006). The nature of creativity. Creativity research journal 18(1):87-98
http://web.iaincirebon.ac.id/ebook/indrya/Kreativitas/Referensi/Sternberg_Nature-of-creativity.pdf
[5] Cropley H. David, et al. (2010). The dark side of creativity. United Kingdom: Cambridge University Press. Recuperado de:
[6] Glaeser Edward (2011). El triunfo de las ciudades. Taurus.