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3. Afirmaciones  

3.1 El pensamiento de inferencias es esencial en la formación científica


Formar al estudiante de ciencias en la universidad, es hacerlo en el estilo del pensamiento científico, implica dominar la gramática generativa de piezas de texto de disertación (fundamentos, evidencias, hechos, justificaciones), la adquisición del lenguaje en la semántica de la disciplina y comunicar el pensamiento con mensajes escritos precisos para que seres humanos con habilidades básicas de inferencia puedan descodificar la información. De hecho, investigaciones recientes en neurociencia muestran que las estructuras del cerebro rastrean patrones gramaticales en el texto independiente de la visión aritmética, es decir, realizan cálculos lógicos como lo predijo Chomsky[1] y lo confirmo el mecanismo de gramática interna dado por Ding en 2015[2]. La habilidad de inferencia básica está implicada críticamente en la adquisición del vocabulario y las reglas generativas de un lenguaje que produce proposiciones, cláusulas, y sentencias de conclusión (el habla del científico). Escribir y leer es el modo por excelencia para adquirir la sintaxis en la manipulación de la información científica que posee reglas estrictamente formales. Los niños tiene habilidades epistémicas que les permite aprender estas reglas y su robustez es extraordinaria. Una gran cantidad de investigación en ciencias cognitivas y lingüística tienen como objetivo explicar esta robustez a partir de una base axiomática biológica en el genoma. Está claro que el tipo de habilidad inferencial es esencial para adquirir conocimiento científico, más aún para generar nuevo, pero las habilidades de síntesis que interrogan a los textos son las responsables de aplicar la teoría del conocimiento (epistemología[3]), esta habilidad es aplicada notablemente esencial para la formación intelectual de las personas. 


La formación científica del estudiante universitario requiere darse la oportunidad de aprender a pensar. De esta forma, cualquier aprendizaje que tenga lugar dentro de los procesos de textualización se vuelve accesible para el análisis, ya que el aprendizaje a través de la escritura se puede estudiar a través de la lente que ofrece los conceptos que el estudiante logró agenciar desde la normatividad asertiva[4]. Sin embargo, la atención se centra en el contexto expresado en el texto. En los textos de reflexión crítica, los estudiantes son libres de reflexionar sobre los diferentes aspectos de la tarea de escritura, generando un repositorio de notas libres. Así, se hace posible ver lo que los estudiantes como escritores conceptualizan lo que vale la pena hacer en el acto de escribir los textos y cómo los estudiantes, a nivel textual, trabajan con la metarreflexión crítica en el proceso de textualización. El modelo analítico de texto sirve como una forma de utilizar conceptos de la teoría de la actividad como recurso para analizar el contexto dentro del texto. El contexto se define como un fenómeno relacional, imposible de separar del texto, y es el vínculo con el aprendizaje lo que se destaca a través de la interpretación de la teoría de la actividad como orientada al texto. Deseamos enfatizar que hemos utilizado la teoría de la actividad como heurística. No tenemos la intención de desarrollar los conceptos de la teoría, pero pretendemos hacerlos accesibles como marco para la discusión de otras teorías vinculadas al aprendizaje (como escribir teorías donde los documentos de revisión que son los datos del quehacer académico universitario).


Aunque el conocimiento de la sintaxis es altamente formal, los seres humanos manifestamos tales conocimientos desde el primer día que nacemos y lo hacemos de manera confiable reconociendo las propiedad del espació, categorizando los objetos de la realidad, intentando calcular la probabilidad de que algo ocurra, contando hasta 4 como patrón infalible y utilizando los operadores lógicos de sí/no, y/o. Los bebés no necesitan clases y reglas de sintaxis para distinguir los componente lógicos de la sintaxis. Hacen de manera innata la conexión de reglas formales de la sintaxis. Ciertamente no son introspección sobre estas reglas, ni acceso a demostraciones teóricas que podrían justificarlas para analizar un expresión en términos de tema y predicado. Lo que el bebé hace es muy complejo, pero él realiza esto innatamente confiable y poco reflexivo. Gigerenzer propone ver esto como inferencia, pero no como una optimización ideal[5].


El conocimiento de la lógica es otra capacidad epistémica estable necesaria para la capacidad de razonar, es parte de un conjunto de disposiciones para extraer inferencias deductivas que son verdad provisional. 


Proposición 1


Las lenguas y sus hablantes reciben la influencia del entorno en los planos culturales, comunitarios, grupales y circunstanciales.


Proposición 2


2 + 5 =7


Proposición 3


En las ciudades, las distancias sociales establecidas por las grandes estructuras dificultan la interacción cara a cara, característica del ámbito de las relaciones personales.


Proposición 4


La energía no se crea ni se destruye solo se transforma. 


Una sentencia expresa una proposición P solo en un contexto de uso. Por lo tanto, las sentencias constituyen una proposición o premisa si esta posee solo dos estados posibles en su validez: falsa o verdadera; pero además, contiene información conceptual, evidencia y definición lógica de lo que afirma. Las proposiciones son las portadoras de la verdad. Expresan ideas teóricas (metaconceptos) o empíricas (evidencia: conceptos primarios), diferentes sentencias pueden expresar la misma propuesta P. P es portadora de verdad y falsedad, expresadas por sentencias que tienen valores y objetos de creencia. Son propuestas hipotéticas P, expresables por diferentes frases. Estas entidades P, podríamos referirlas como “propuestas” sobre lo verdaderamente posible. 


La validez lógica se define en términos de la forma de un argumento o la estructura del mismo. Pero la validez modal no es así. Enseguida se discute esta relación que tiene que ver con una lógica clásica o formal, y una lógica extendida, es decir, a la que se le agregan conectores u operadores: lógica modal. Aun así la lógica clásica está relacionada con la validez en la lógica modal. 


Ninguno de nosotros razona perfectamente. Esta afirmación es verificable. Así que tal vez no podamos reconocer a priori todas las consecuencias lógicas de todo lo que aceptamos como una afirmación P verdadera. Aun así, hay buenas razones para concluir que un razonador ideal puede hacerlo. Supongamos que un razonador ideal entiende las premisas y las conclusiones de un argumento. Entonces parece que no se requiere más prueba empírica para que ese razonador ideal descubra la forma lógica  de ese  argumento, suponiendo que tenga una forma para descubrir si los argumentos de esa estructura son lógicamente válidos. Por lo tanto, al menos en el que respecta a los razonadores ideales, hay buenas razones para respaldar la discusión estándar de que una consecuencia que no puede ser reconocida como tal a priori nunca calificaría como consecuencia lógica. Podemos concluir, necesariamente, la sentencia P es una consecuencia lógica de la sentencia S, solo si un razonador ideal que tiene tanto S como P puede saber a priori que P es una consecuencia de S.


Una sentencia expresa una proposición solo en un contexto de uso. Por lo tanto, las sentencias constituyen un argumento lógicamente válido, solo en un contexto de uso. Esto presupone que su premisa expresa una afirmación que trabajo su tesis por un proceso riguroso de justificación. Una sentencia intenta expresar una cierta manera de virtud apoyada en criterios sobre lo verdadero y lo existencial. Lingüísticamente una proposición es una construcción que intenta construir una referencia a lo lógicamente real en su propuesta. 


¿Qué significa sin embargo, que una proposición este seguida lógicamente de otra? Se suele llamar a esto cadena de razonamiento o cláusula, es decir, proposiciones implicadas lógicamente en una relación de sentencias. Esta es una lógica de predicados, se dice que una sentencia P se deriva de otra sentencia Q sí y solo si cada interpretación de los objetos, sus propiedades y sus relaciones hacen que Q sea verdadera y P también lo sea. Dado que nuestras proposiciones tienen estructura sintáctica, también podemos proporcionar interpretaciones para ellas; estas serían funciones a modo de prótesis de objetos, propiedades y relaciones; la propuesta debe estar semánticamente implícita. La identidad de una premisa no basta para que el argumento tenga una forma lógica válida. Es decir, la consecuencia lógica es la preservación de la verdad en virtud de la forma…, se suele pensar que requiere que el argumento preserve la verdad de la necesidad. La necesidad es una de las características más antiguas que determina correctamente la consecuencia lógica. La verdad de las premisas de un argumento válido exige la verdad de la conclusión de ese argumento. Aristóteles, Leibniz y Tarski están entre los muchos que han enseñado que un relato adecuado de las consecuencias lógicas contendrá la necesidad como componente. La razón de ser de esto no es difícil de ver. Deseamos que la lógica garantice que cuando las premisas de un argumento válido sean verdaderas, la conclusión también sea verdadera. Y queremos que esta garantía se mantenga sin importar cómo haya sido o puedan haber sido las cosas. 


La característica más importante de la consecuencia lógica, tal como la entendemos, es una relación modal que se mantiene entre las sentencias que implica y la sentencia implícita de la conclusión. Las premisas de un argumento lógicamente válido no pueden ser ciertas si la conclusión es falsa; tales conclusiones se dice que siguen necesariamente sus afirmaciones, en el sentido de que esta es la característica más destacada de la relación de consecuencias, o en todo caso, nuestra comprensión ordinaria de esa relación, se desprende incluso de los significados más superficiales de los textos sobre el tema. Al referirnos a consecuencia lógica, hacemos énfasis en la relación premisas-conclusión:


Si A es una consecuencia lógica semántica de un conjunto de premisas Imagenen un lenguaje L, se escribe a través de la teoría de modelos (atribuir interpretaciones semánticas a expresiones puramente formales):

Imagen

Si A es una consecuencia lógica de la forma sintáctica de conjunto de premisas Imagen en un sistema formal S (formado de axiomas, reglas de inferencia y proposiciones lógicamente deducibles de los axiomas o teoremas) se escribe a través de la teoría de la demostración:

Imagen


En los argumentos lógicamente válidos, la necesidad lógica es una especie de necesidad metafísica con lo que existe en el universo. La validez modal se define en términos de necesidad y la validez lógica se define en términos de forma, así que son dos conceptos diferentes. En general las premisas y conclusiones de los argumentos modalmente válidos tienen sus condiciones de verdad esencialmente ancladas en conceptos. La deriva semántica que se produce cuando una palabra cambia gradualmente de significado, hace que las sentencias de las cuales es parte cambien también de significado. Debido a que las sentencias pueden cambiar de significado respecto a las condiciones de verdad. Dado que una proposición no puede cambiar respecto a sus características esenciales, las sentencias hemos dicho solo tienen condiciones de verdad en un contexto de uso. De un contexto a otro las sentencias pueden diferir en sus condiciones de verdad, por ello, podemos decir, que una sentencia no tiene en si condiciones de verdad en su esencia, estas están dadas por el contexto.  El hecho de que las sentencias tengan condiciones de verdad solo en un contexto de uso, evidencia que estas no poseen en sí mismas su condición de verdad. 


Un argumento modalmente válido, tiene en sí mismo sus condiciones de veracidad, donde podemos deducir que: cualquier sentencia es verdadera y falsa solo por sí misma, en ausencia de contexto. Si las sentencias están acompañadas de las condiciones de verdad, decimos que esa sentencia expresa una verdadera propuesta y se constituye en una proposición. 


En conclusión, si una sentencia tiene implícitamente condiciones de verdad solo para un contexto de uso, decimos que en ella hay una propuesta o afirmación que plantea una cuestión aunque de manera contingente. Cuando nos referimos que los argumentos modales válidos no son simples sentencias en sus premisas y conclusiones, sino proposiciones, decimos que una proposición es verdad en un mundo posible. Un mundo posible es un espacio de significado dado en sus propios estados de verdad definidos. 


Las teorías, son desde esta perspectiva, sistemas de argumentos modales, es decir sus locales (premisas) son proposiciones dentro de ese espacio de significado, en otras palabras, en ese mundo válido posible desde sus propias reglas lógicas. La verdad de los locales (proposiciones) debe garantizar de alguna manera la verdad de la conclusión. 


3.2 ¿Necesitamos de las proposiciones? 


Afirmar que necesitamos proposiciones en nuestra narrativa del lenguaje y mente; es dejar de lado lo más importante. En podemos argumentar necesarias para nuestras teorías semánticas y los relatos tradicionales de las proposiciones dentro de las teorías clásicas de Frege y Russell; pero sin duda lo más importante es la visión de las proposiciones como conjunto de mundos posibles. 


¿Por qué los científicos y filósofos creen en las proposiciones? La respuesta es que realizan una variedad de trabajos donde no está claro qué haría esos trabajos si no hubiera proposiciones. 


En primer lugar, las sentencias en los lenguajes naturales (tomadas en relación con contextos de expresión) parecen codificar fragmentos de información. Los oyentes competentes parecen capaces de extraer la información codificada de las expresiones de oraciones de los hablantes. Si las frases en contexto expresan proposiciones, estas simplemente se pueden identificar con el contenido de la información de las sentencias sin importar si están en inglés o español. Al hacerlo, podemos dar sentido a la idea de que diferentes sentencias pueden codificar la misma información en relación con el contexto, logrando la misma proposición. Dado que leer un sentencia (oración se leude llamar en el español) es una cuestión de comprender la información que codifica, también podemos decir que entender una sentencia relativa a un contexto, es una cuestión de comprender la proposición que expresa afirmación. Además, podemos identificar el significado de una sentencia en relación con un contexto.


Además, las sentencias tomadas en relación con los contextos son verdaderas o falsas. Son tan, presumiblemente, en virtud de la información que codifican. Una vez más, si identificamos proposiciones con sentencias de información codificadas, podemos decir, las sentencias son verdaderas o falsas en relación a la semántica del contexto. Así que aquí las proposiciones juegan el papel de ser la información codificada por las sentencias en relación con las cosas que determinan su una proposición es relativa al contexto. Asegurar que las proposiciones desempeñan este último papel, plantea que a menudo son las principales portadoras de verdad o falsedad, y explican y expresan que lo son dentro de un espacio de significado.


También se cree que las proposiciones son las cosas que poseen atributos modales como ser posible, necesario e imposible. Ellas mismas son al forma material en la escritura de decir evidencia, hechos o suceso. Ciertamente parece que los principales portadores de la verdad y la falsedad son también cosas que poseen atributos ontológicos modales (sobre criterios de lo que existe). Al fin hablamos de algo que es verdaderamente importante para el discurso objetivo de la ciencia. No basta con que posean interpretación lógica, sino que ademas deben no ser contradictorias con los datos más próximos a la realidad.


Luego de que creemos, dudamos, asumimos y sospechamos, las proposiciones son las cosas a las que tenemos que asumir una actitud de juicio sobre el criterio de verdad al que responden. Nuestra perspectiva a partir de lo que afirma una proposición, son las visiones que representan al mundo de ciertas maneras subyacentes en sus capas de realidad. Las proposiciones sugieren que las experiencias perceptivas tienen condiciones de precisión o inexactitud. Pero esto sugiere que las experiencias perceptivas tienen condiciones de precisión. Esto lleva a muchos pensar que las experiencias perceptivas tienen contenido que es accesible para la precisión. U esto a su ve lleva a creer que el contenido de una proposición es un existencial que representan al mundo. La relación entre los contenidos propositivos de las experiencias perceptivas y de las sentencias del lenguaje natural, son ciertamente controvertidas en que son algo simétrico entre lo que expresan y lo que la realidad en sí misma es. 


Para los filósofos las proposiciones dan cuenta de los mundos posibles desde la lógica, ofrecen una manera atractiva de probar los mundos imaginados, con respecto a los mundos fácticos del orden material. Los mundos posible son sintéticos y pueden ser identificados con conjuntos posibles consistentes en estructuras de proposiciones (teorías). Hay varias maneras de definir la integridad y consistencia, pero la idea detrás de un conjunto de proposiciones es que se complementan en forma de cláusulas (cadenas de sentencias segmentadas por operadores modales). En cuanto a la coherencia, la idea es que los miembros del conjunto de las cadenas de proposiciones podrían haber sido conjuntamente verdaderas. 


Así como afirmar, como creer, son una relación entre un individuo y una proposición. Está ampliamente acordado que para explicar una variedad de fenómenos necesitamos algunas nociones del contexto que nos dé algo como el registro de la conversión de al comunidad de conocimiento hasta el momento en que llegamos nosotros a ella. Los novel en la conversación de alguna disciplina, no tiene contexto, por ello las proposiciones les pueden parecer de lo más ajeno y extraño a sus vidas, pero con una lectura lenta y lecturas regulares del contexto pronto reconocerá que son las proposiciones la materia de datos necesarias para construir las ideas (argumentos). 


Hemos mencionado que las proposiciones sirven como el contenido semántico de las sentencias en relación a un contexto, pero no hemos dicho que de misma forma son parte de la estructura que configura todo tipo de teorías semánticas (como las presentes en la física, química, biología,…). Las cláusulas son razonamientos que designan proposiciones, por lo tanto, el acuerdo estándar de los científicos es que una creencia válida a demás de ser valida su forma lógica, también debe ser válida su forma semántica. No todas las formas de razonamiento lógicas son en referencia simétricas con el mundo real. Esto debe tenerlo muy presente si es parte de la comunidad universitaria científica. 


En síntesis, las proposiciones son piezas de información lingüísticas que hacen referencia en su verdad a conexiones ontológicas con la realidad. De no establecerse dicha conexión, estas solo son sentencias. Las proposiciones codifican premisas, hechos y evidencias; todas en relación a un contexto conceptual que captura los criterios de significado normativo de una comunidad de conocimiento. Las proposiciones son las principales portadoras de verdad o falsedad, son poseedores de atributos modales de posible, necesario e imposible. Las proposiciones son cruciales para aprender a pensar el estilo científico, la ingeniería y el diseño, son parte esencial para que un estudiante tenga la habilidad de discutir, justificar, fundamentar y demostrar. 


¿Qué hay de malo en las teorías semánticas que no hacen uso de las proporciones?


Es tarea de una teoría semántica que un lenguaje dé los significados de las expresiones codificadas, parte de la cual la tarea es revelar, en un sentido la estructura lógica de las sentencias del lenguaje. Parece plausible que, a primera vista, las formas lógicas de las sentencias:


Imagen Rogelio cometió x.

[x: Rogelio comió x] deliciosa pera (x)

[x: Rogelio comió x] deliciosa pera (x) & (Rogelio espera otro día antes de comer Imagen antes de que este descompuesta)

[x: Rogelio  comió x] María le dio x a Rogelio


Algunas evidencias de la interpretación de las sentencias de las peras son que las sentencias parecen implicar conjuntamente:


(1) Hay algo que Rogelio comió, que era una deliciosa pera, que podría estar descompuesta y que María le dio.


La forma lógica de la cual parece ser, más o menos:


(1F) Imagen(Rogelio comió x & x es una deliciosa pera & x podría haber estado descompuesta y María le dio x a Rogelio)


Debemos desear que nuestras interpretaciones de las estructuras lógicas de las sentencias expliquen las relaciones lógicas entre esas sentencias; y las asignaciones de forma lógica dadas por las sentencias de pera expliquen por qué implican (1) o (1F).


Supongamos por ahora que la interpretación de las formas lógicas de las sentencias de la pera son correctas. Su corrección no parece depender de nada sobre el tema particular de esas sentencias, por ejemplo, que se trata de peras en lugar de manzana, o que se regiré a Rogelio y María en lugar de otras personas. De hecho, su corrección no parece depender de nada que distinga las frases de pera de las sentencias que se encuentran a continuación que, por razones probablemente obvias, llamaremos sentencias de proposición:


Rogelio dijo algo.

Lo que Rogelio dijo era verdad.

Aunque lo que Rogelio dijo era verdad, habría sido falso si las cosas hubieran ido de otra manera.

Lo que dijo Rogelio es lo que María creía.


Estas sentencias parecen, en un primer paso, tener algo como las siguientes formas lógicas:


ImagenRogelio dijo x.

[x: Rogelio dijo x] x es verdad & (si van diferentes Imagen es falso).

[x: Rogelio dijo x] María creía x.


Al igual que con las frases de pera, podemos defender estas interpretaciones de las sentencias de las proposiciones señalando que las sentencias parecen implicar conjuntamente:


(2) Hay algo que Rogelio dijo, que era verdad, que podría haber sido falso, y que María  creía.


La forma lógica de la cual parece ser, más o menos es:


(2F) Imagen (Rogelio dijo x & x es cierta y x podría haber sido falsa y María creía x)


Y las fórmulas lógicas asignadas a las sentencias de proposición explican por qué implican (2F). Si (2F) es cierta, entonces hay cosas que se dicen y creen, que son portadoras de valores de verdad y tienen propiedades modales como ser posiblemente verdaderas. Así que si (2F) es cierta, hay proposiciones. De ahí que la afirmación de que (2F) es verdadera es una formación que cualquier persona que quiera desarrollar un teoría semántica sin compromiso con las proposiciones deben negarse.


El problema es que se puede argumentar plausible, que nuestra teoría semántica debe comprometerse con la verdad de (2F). Podemos pensar que este argumento tiene dos premisas independientes. En primer lugar, frases como las sentencias de las proposiciones que son a veces verdaderas y en segundo lugar, que el análisis semántico correcto de estas frases es aproximadamente el dado anteriormente. Así que uno si quiere negar que (2F) es cierta debe negar que los análisis de sentencias de proporcione dadas anteriormente son correctas y así negar que las sentencias de proposición realmente implican conjuntamente (2F), incluso si implican (2), deben negar que las sentencias de proposición son verdaderas. 


Antes de considerar estas dos estrategias para bloquear el argumento para (2F), hagamos una pausa para considerar la afirmación que (2F) implica la existencia de proposiciones. Aunque esta afirmación puede parecer obvia, hay una complicación aquí que vale la pena señalar. Lo que (2F) y las afirmaciones relacionadas dicen es que hay un tipo de entidad que es la que dicen los hablantes, lo que los sujetos creen, y es el portador de la verdad y la falsedad, así como la posible verdad o falsedad de las mismas. ¿No se puede decir que existe tal tipo de entidad, sino nos son una proposición?

Se podría, porque las proposiciones estándar se toman no solo para tener características atribuidas por (2F), sino también por ser objetos abstractos independientes del lenguaje. Podemos sacar a la luz la complicación considerando una visión “sentencialista” según la cual las sentencias, en lugar de proposiciones, son los objetos de actitudes para afirmar y creer, y las portadoras de la verdad y la falsedad. Según este tipo de visión sentencialista, (2F) es cierta, pero aún así, se podría pensar, que no estamos con compromiso con la existencias de proposiciones.


Afortunadamente para nuestro propósito, podemos evitar esta complicación señalando que esta versión del sententialimo es falsa. Si esta teoría fuera cierta, entonces la verdad de “Violeta cree que el cielo es azul”, implica que Violeta está en la creencia de la frase, “El cielo es azul”. Pero esta descripción podría ser cierta incluso si Violeta fuera una hablante de otro lenguaje distinto al español, de hecho, podría ser cierta aunque Violeta no hablara ningún lenguaje natural en absoluto.


Y dado que el sententialismo es falso, no parece haber ningún otro candidato plausible para objetos que no son abstractos independientes del lenguaje que podría satisfacer (2F). Esto por su puesto deja completamente abierta la cuestión de la naturaleza de los objetos abstractos que satisfacen sentencias como (2F), pero en esta etapa, eso es lo que queremos. Por lo tanto, procederemos ingeniando la alternativa sentencialista y suponiendo que si (2F) es cierta, entones hay cosas tales como proposiciones.




[1] Desjardins, Jared. (2020). Grammar ≠ Syntax: Lexical Integrity, Typology, and Universal Grammar. 10.13140/RG.2.2.11654.11845/6.

[2] Mondal, Prakash. (2020). Linguistic Structures as Cognitive Structures. 10.1007/978-3-030-23715-8_4.

[3] Mondal, Prakash. (2020). Linguistic Structures as Cognitive Structures. 10.1007/978-3-030-23715-8_4.

[4] Benton, Matthew. (2012). Assertion, Knowledge, and Predictions. Analysis. 72. 102-105. 10.1093/analys/anr123.

[5] Mirzaei, Vahid. (2018). Heuristic Decision Making Gerd Gigerenzer and Wolfgang Gaissmaier.