Palabras clave

 

Dogma

 

 

 


El dogma es una afirmación que se acepta como verdad incuestionable, sin someterse a revisión crítica, demostración racional o verificación empírica. Su origen etimológico proviene del griego dógma, que significa “opinión”, “decreto” o “doctrina establecida”. En su sentido clásico, el dogma designa un principio que debe ser aceptado por autoridad, especialmente en contextos religiosos, ideológicos, políticos o doctrinales (Abbagnano, 2010).


En el ámbito religioso, el dogma tiene un significado técnico preciso: es una verdad revelada que la institución considera fundamental e inmodificable. En este caso, su aceptación no depende del razonamiento individual, sino de la fe y de la tradición. Ejemplos de dogmas religiosos son la existencia de Dios, la divinidad de Cristo o la inmortalidad del alma, según cada sistema de creencias.


En un sentido filosófico y crítico, el dogma se asocia con una actitud intelectual cerrada al cuestionamiento. El pensamiento dogmático se caracteriza por asumir ciertas ideas como definitivas, sin permitir su revisión mediante la razón, la experiencia o el diálogo. Desde esta perspectiva, la filosofía ha mantenido históricamente una relación de tensión con el dogma, ya que su vocación fundamental es precisamente la duda, la pregunta y la problematización de toda certeza absoluta.
Los filósofos de la Ilustración, como Immanuel Kant, criticaron el dogmatismo por considerarlo un obstáculo para el desarrollo de la autonomía racional. Para Kant, el dogmatismo consiste en pretender conocer sin haber examinado antes los límites y las condiciones del conocimiento. Frente a ello, propuso una actitud crítica, basada en el análisis racional de los fundamentos del saber.


El dogma también aparece en ámbitos políticos e ideológicos, cuando ciertas doctrinas se presentan como verdades únicas e indiscutibles. En estos casos, el dogmatismo favorece el autoritarismo, la intolerancia y la cancelación del diálogo. Cuando una sociedad se organiza en torno a dogmas incuestionables, se debilita el pensamiento crítico y se empobrece la vida democrática.


Desde una perspectiva epistemológica, el dogma entra en conflicto con el carácter provisional del conocimiento. La ciencia, por ejemplo, avanza precisamente porque ninguna teoría se considera definitiva; todas están abiertas a la revisión. Cuando una teoría se convierte en dogma, deja de ser científica y se transforma en ideología.
En el ámbito educativo, combatir el dogmatismo es una tarea fundamental. Formar en la duda razonada, en la argumentación, en la revisión de creencias y en la apertura al diálogo permite desarrollar una conciencia crítica capaz de distinguir entre convicciones personales y verdades demostrables.


En síntesis, el dogma es una afirmación aceptada sin cuestionamiento, sostenida por autoridad, tradición o ideología. Aunque puede cumplir una función de cohesión en ciertos sistemas de creencias, desde la filosofía representa un límite para la libertad del pensamiento, el ejercicio crítico de la razón y la búsqueda auténtica de la verdad.

Referencias


Abbagnano, N. (2010). Diccionario de filosofía. Fondo de Cultura Económica.
Kant, I. (2009). Crítica de la razón pura. Fondo de Cultura Económica.
Ferrater Mora, J. (2009). Diccionario de filosofía. Alianza.