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Ética

 

 



La ética es la rama de la filosofía que estudia la conducta moral del ser humano, es decir, las acciones en cuanto pueden ser juzgadas como buenas o malas, justas o injustas. Su origen etimológico proviene del griego êthos, que significa “costumbre”, “modo de ser” o “carácter”. La ética no se limita a describir cómo se comportan las personas, sino que reflexiona críticamente sobre cómo deberían comportarse y qué principios pueden orientar una vida buena (Aristóteles, 2002).


Uno de los problemas centrales de la ética es el de la fundamentación de la moral. A lo largo de la historia se han propuesto diversas teorías éticas. El eudemonismo aristotélico sostiene que el fin último de la vida humana es la felicidad, entendida como realización de las virtudes. El deontologismo, representado por Immanuel Kant, afirma que la moral se basa en el deber y en el respeto a la ley moral, expresada en el imperativo categórico. Por su parte, el utilitarismo, desarrollado por Jeremy Bentham y John Stuart Mill, sostiene que una acción es moralmente correcta si produce la mayor felicidad para el mayor número de personas.


La ética también distingue entre moral y ética. La moral se refiere al conjunto de normas, valores y costumbres que rigen la conducta de una sociedad en un momento histórico determinado. La ética, en cambio, es la reflexión filosófica crítica sobre esas normas: las examina, las cuestiona y busca sus fundamentos racionales. De este modo, la ética no acepta la moral de manera acrítica, sino que la somete a análisis.


En la filosofía contemporánea, la ética se ha diversificado en distintos campos como la ética aplicada, que aborda problemas concretos de la vida actual: la bioética, la ética profesional, la ética ambiental, la ética de la tecnología y la ética de la información. En todos estos ámbitos se plantean dilemas morales derivados de los avances científicos, técnicos y sociales, lo que muestra que la ética es una disciplina viva y en constante transformación.


La ética también tiene una dimensión personal y social. A nivel individual, orienta las decisiones cotidianas, la responsabilidad, la conciencia y la construcción del carácter. A nivel social, se relaciona con la justicia, los derechos humanos, la convivencia y el bien común. Sin un fundamento ético sólido, la vida social se vuelve frágil, pues se debilitan la confianza, el respeto y la responsabilidad.


En el ámbito educativo, la ética cumple un papel fundamental en la formación integral del ser humano. No se trata solo de transmitir normas, sino de desarrollar la capacidad de reflexionar sobre los propios actos, asumir las consecuencias de las decisiones y actuar con libertad responsable. La educación ética fomenta valores como la honestidad, la solidaridad, la tolerancia y el respeto por la dignidad humana.


En síntesis, la ética es la disciplina filosófica que reflexiona sobre el bien, el mal, el deber y la responsabilidad. Su finalidad es orientar racionalmente la conducta humana hacia una vida más justa, digna y plenamente humana, tanto en el ámbito personal como en el social.

Referencias

Aristóteles. (2002). Ética a Nicómaco. Gredos.
Kant, I. (2007). Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Espasa.
Mill, J. S. (2008). El utilitarismo. Alianza.
Cortina, A. (2013). Ética mínima. Tecnos.