Palabras clave

La ontología es la rama fundamental de la filosofía que estudia el ser en cuanto ser, es decir, aquello que existe y las formas en que existe. Su nombre proviene del griego ontos (ser) y logos (estudio), por lo que literalmente significa “estudio del ser”. La ontología se pregunta por qué significa existir, qué tipos de entidades existen, cuáles son sus propiedades esenciales y cómo se relacionan entre sí (Abbagnano, 2010).

Mientras que la metafísica abarca el estudio general de la realidad, la ontología se centra específicamente en el problema del ser. Sus preguntas fundamentales son: ¿qué es el ser?, ¿qué significa que algo sea?, ¿qué categorías básicas organizan la realidad?, ¿existen distintos niveles de ser? Estas cuestiones no pueden resolverse mediante la observación empírica, sino a través del análisis conceptual y la reflexión filosófica.

Desde la filosofía clásica, la ontología ha ocupado un lugar central. En Aristóteles, el ser se estudia a partir de la noción de sustancia, acto y potencia, y de las categorías del ser. En la Edad Media, la ontología se vinculó estrechamente con la teología, especialmente en la reflexión sobre Dios como “ser necesario”. En la modernidad, filósofos como Descartes, Spinoza y Leibniz elaboraron sistemas ontológicos para explicar la totalidad de lo existente.

En el siglo XX, la ontología adquirió un nuevo impulso con la filosofía fenomenológica y existencial. Martin Heidegger, por ejemplo, replanteó la pregunta por el ser desde la existencia humana, a la que llamó Dasein, sosteniendo que el ser no puede comprenderse como un objeto más, sino como aquello que hace posible toda comprensión. Con ello, la ontología dejó de ser solo una teoría de las cosas para convertirse también en una reflexión sobre el modo de existir del ser humano.
En la filosofía contemporánea, la ontología se ha diversificado hacia áreas como la ontología analítica, que estudia la estructura lógica de la realidad; la ontología social, que reflexiona sobre la existencia de instituciones, normas y hechos sociales; y la ontología aplicada, utilizada incluso en campos como la informática y la inteligencia artificial para organizar sistemas de conocimiento.

En el ámbito formativo, la ontología tiene un gran valor porque enseña a cuestionar aquello que suele darse por sentado: la existencia, la identidad, el cambio, el tiempo, el espacio y la relación entre las cosas. Al reflexionar sobre el ser, el pensamiento adquiere profundidad crítica y capacidad para interrogar los fundamentos mismos de la realidad.
En síntesis, la ontología es una disciplina central de la filosofía que busca comprender qué significa existir y cómo se estructura el ser. Su importancia radica en que toda forma de conocimiento, ya sea científica, ética o política, presupone siempre una determinada concepción de lo que existe.

Referencias

Abbagnano, N. (2010). Diccionario de filosofía. Fondo de Cultura Económica.
Heidegger, M. (2010). Ser y tiempo. Trotta.
Aristóteles. (2011). Metafísica. Gredos.