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Coherencia
Coherencia: estructura interna del pensamiento y condición de inteligibilidad
La coherencia es un principio fundamental del razonamiento, la teoría del conocimiento y la evaluación del discurso. En términos generales, se refiere a la armonía interna entre distintas proposiciones, creencias o partes de un argumento. Un conjunto es coherente cuando no contiene contradicciones y cuando sus elementos se apoyan mutuamente en una estructura comprensible y estable. Aunque la coherencia suele identificarse con la ausencia de contradicción, su alcance es mucho más amplio: implica una forma de organización lógica, semántica y hasta narrativa que hace posible que algo tenga sentido.
En la lógica formal, la coherencia se define con precisión: un sistema es coherente si no permite derivar una contradicción, es decir, si no puede demostrarse simultáneamente una proposición y su negación. Esta exigencia de consistencia es esencial, pues un sistema incoherente colapsa —por el principio de explosión— y permitiría demostrar cualquier enunciado, perdiendo toda capacidad discriminativa. Por ello, los sistemas axiomáticos de la matemática, como los de Peano o Zermelo-Fraenkel, se construyen buscando garantizar su coherencia, aunque Gödel mostró que un sistema suficientemente complejo no puede demostrar por sí mismo su propia consistencia.
Sin embargo, la idea de coherencia no se agota en la lógica. En epistemología, la teoría de la coherencia de la verdadsostiene que una creencia es verdadera cuando encaja adecuadamente dentro de un conjunto holístico de creencias mutuamente justificadas. A diferencia del modelo de correspondencia, que busca un ajuste entre proposiciones y hechos, la teoría de la coherencia se enfoca en las relaciones internas dentro de un sistema conceptual. Bajo esta perspectiva, conocer es integrar creencias en una red amplia que se sostiene por su estabilidad global. Esta posición fue defendida por filósofos como Hegel, Bradley y, en el siglo XX, por pensadores del positivismo lógico y de la epistemología holista.
En el ámbito del discurso, la coherencia es una propiedad textual que permite que un texto sea entendido como unidad. Un discurso coherente avance de manera lógica, mantenga temas, preserve relaciones semánticas pertinentes y ofrezca transiciones adecuadas. La coherencia textual no depende únicamente de la gramática, sino de la estructura conceptual que articula el contenido. Así, un ensayo puede ser gramaticalmente correcto y aun así incoherente si sus ideas no se relacionan entre sí o si las transiciones conceptuales son arbitrarias.
La coherencia también desempeña un papel crucial en las ciencias cognitivas, donde se estudia cómo las personas organizan la información para construir modelos mentales del mundo. La mente humana tiende de manera natural a buscar coherencia: integra información dispersa, corrige discrepancias y ajusta creencias para mantener un equilibrio interpretativo. Este fenómeno, sin embargo, tiene un reverso: el sesgo de coherencia, por el cual ignoramos evidencias que amenazan la estructura de creencias preexistente.
Finalmente, la coherencia puede entenderse como un ideal normativo. En ética, argumentación y deliberación pública, la coherencia es signo de responsabilidad intelectual: exige examinar nuestros supuestos, evitar contradicciones y mantener un hilo racional en nuestras decisiones. No garantiza la verdad, pero sí la integridad estructural del pensamiento. En una época saturada de información fragmentada, la coherencia funciona como brújula conceptual que permite ordenar la experiencia y sostener la inteligibilidad del mundo.
Referencias
• Bradley, F. H. (1914). Essays on Truth and Reality. Oxford University Press.
• BonJour, L. (1985). The Structure of Empirical Knowledge. Harvard University Press.
• Gödel, K. (1931). On Formally Undecidable Propositions. Princeton University Press.
• van Dijk, T. A. (1980). Text and Context. Longman.
• Thagard, P. (2000). Coherence in Thought and Action. MIT Press.
